Luego de hacer un inventario del estilo de calle en capitales mundiales y relevar referencias de los desfiles de invierno 2016 del Hemisferio Norte, el Observatorio de Tendencias del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) trazó un mapa con seis tendencias que marcarán la indumentaria femenina en 2017.
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Luego de hacer un inventario del estilo de calle en capitales mundiales y relevar referencias de los desfiles de invierno 2016 del Hemisferio Norte, el Observatorio de Tendencias del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) trazó un mapa con seis tendencias que marcarán la indumentaria femenina en 2017.
1) El neoutilitario: se materializa en prendas (o parte de ellas) del mundo del trabajo (overoles, enterizos, breteles con hebillas, etcétera) deconstruidas o replanteadas en clave oversize. También en la continuidad de indumentaria sport (buzos, tipologías de alta montaña, telas como el neoprene, etc.), pero esta vez combinada con piezas de noche o detalles de lujo (géneros brillantes, piedras, etc.) y la aparición de hombreras al estilo del fútbol americano. El icónico es la campera inflada roja estilo esquiador sobre una polera cubierta con cristales Swarosvski (ver foto de la pág. 43 abajo) Balenciaga.
2) Encantamiento: esta fuerza contestataria del minimalismo sopla desde Italia y seguirá reinando. Cuellos y puños en tipologías del romanticismo, abrochaduras napoleónicas, la impronta de musa victoriana pero renovada con sustracciones y recortes y los volados como recuso (ahora muy fuertes en tejidos de punto). Encajes, bordados, telas de tapicería, figuras que instan a la fantasía y el power suit (ambo) texturado, además de la continuidad de prendas de lencería. Prendas de verano que se adaptan al invierno, el vestido jumper y estampados cargados de fantasía.
3) Sunday (domingo) bautizó el INTI a una de las líneas conceptuales que bajan del Hemisferio Norte. La etiqueta alude a prendas de moldería amplia que permiten al cuerpo el descanso y el movimiento algo así como un relax de domingo en casa. En esta tendencia se inscriben las superposiciones en oversize y los tejidos amplios, mientras que los ambos se ensanchan. La camisa celeste protagoniza una línea muy fuerte y las mangas crecen hasta exceder los brazos. La robe o bata se reinventa como abrigo de calle. Un ejemplo de ello es la maxibufanda de Missoni (en esta página, abajo).
4) Brit revival: géneros espigados, tartanes, príncipe de Gales, capas, botas y el espíritu gentle-woman. La apuesta por esta clase de prendas con espíritu de clásicos aparece como respuesta al cambio permanente y cada vez más acelerado que se viene imponiendo en la industria de la moda (Gucci y Marni en esta página arriba).
5) Nativo bohemio: menos estructurada que el brit revival, esta macrotendencia mira a la campiña escocesa y el aire libre como fuente de inspiración. Se materializa en looks que combinan grandes sweaters con botas, parkas y vestidos-sweater. Una de sus variantes propone el estilo rodeo girl: estética con elementos del rodeo como canesús a contratono, bordados, flecos, apliques de metal y cuero. El abrigo con interior de "corderito" regresa con fuerza y el estilo Laura Ingalls: largos vestidos Liberty con volados, cuellos altos y polleras largas se revigorizan. (en la pág. 43 arriba Fay y Anna Sui).
6) Pantone, la líder mundial en estandarización de color, ya se pronunció: el color de 2017 es el greenery. "Un verde con ligero tinte amarillo que evoca los primeros días de primavera, la hierba y los árboles" y transmite esperanza y la idea de reconexión con la naturaleza. La paleta se completa con borravino y rojizos, azul, marrón como color de base y tonalidades de especias (curry, mostaza y las de base amarilla).