Por Darío Pérez
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Por Darío Pérez
Carlos Antonio Díaz es un vecino muy conocido para la gente de Güemes. Desde hace 25 años da clases de catequesis a los chicos que se preparan para recibir la primera comunión o realizar la confirmación.
Sin embargo, más conocido es en los parajes rurales del departamento, adonde va con otros profesores para que los niños de la zona también puedan acceder al curso para tomar la primera comunión.
¿Cómo empezó en esta actividad?
Me acerqué a la Iglesia por un amigo que estaba en el seminario. Después me contacté con gente de la parroquia Santa Rosa de Lima e hice un curso del Instituto de la Pastoral para la formación de catequistas. Con el aval del obispado empecé a trabajar hace más de 20 años.
Al mismo tiempo estaba en la escuela albergue Carlos Xamena, de Palomitas, donde aún doy clases.
¿Ve diferencias entre los chicos de antes y los de ahora?
Se ven diferencias, pero el interés sigue siendo igual, porque pasa por los padres. Donde se nota más es entre la ciudad y la zona rural. En la ciudad, los chicos van porque los padres los mandan, pero es muy poco el interés real. Toda la educación, incluso la religiosa, empieza en la casa. En cambio en las escuelas albergues hay más interés, más curiosidad, preguntan más.
¿Piensa que hay una crisis de fe?
Lamentablemente el hombre se cree Dios y a Dios lo puso en un lugar donde ya no es lo primordial en la familia. Y una familia sin fe es muy difícil de sobrellevarla con armonía. Los hombres se acuerdan de Dios en las malas. Hay que entender que no somos santos, todos somos pecadores, pero hay que acordarse que hay un todopoderoso y no solo cuando andamos mal o lo necesitamos. Hoy, los mismos padres no saben de religión y entonces no inculcan a sus hijos el amor por Dios y la fe. Si ya casi ni de ir a misa se acuerdan.
¿Qué experiencia le deja trabajar en esta tarea?
A mí me dejó experiencias muy buenas. Aprendí mucho estudiando y mucho más enseñando. Los chicos te enseñan muchas cosas y, además, te preguntan cosas que te llevan a estudiar más y más. Yo pasé muchas cosas en mi vida que las pude superar gracias a la fe. Me gusta trabajar con niños, ayudarlos, enseñarles.
¿Cuál es la paga en este trabajo?
Lo que Dios te puede dar. Mi paga es servir a Dios.
Cree que hay un acercamiento a Dios a partir de Francisco?
Hay un cambio, se lo ve y la gente le quiere dar un poco más de importancia a la Iglesia.