Bernardita Ponce Mora [email protected]
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Anna Moya tiene 16 años y siempre quiso hacer un intercambio en otro país, pero nunca imaginó que sería tan pronto. El 15 de agosto comenzará las clases en Santa Ana, Costa Rica, junto a decenas de estudiantes de otros países y cursará durante dos años en una escuela UWC (Colegios del Mundo Unido, por sus siglas en inglés). Ella estudió hasta el año pasado en la escuela de Educación Técnica Juan Domingo Perón de El Galpón, a 160 km de la ciudad de Salta, en el departamento Metán. Tras enterarse de que había ganado la beca se anotó para terminar el cuarto año de la secundaria a distancia. Es tan joven que, cuando regrese, hará el viaje de egresados con sus compañeros y compañeras de toda la vida.
Valentina Cecilia Jerez Villegaz, de 17 años, estudia en el IEM (Instituto de Educación Media, el secundario que depende de la Universidad Nacional de Salta -UNSa-) y en agosto comenzará un nuevo ciclo de su vida en Friburgo, Alemania. Espera terminar el colegio antes de irse, ya que solo le queda por cursar sexto. Si bien este año le tocaba el viaje de egresados, ya había decidido no ir por parecerle "una pérdida de plata". Igual tenía ganas de hacer un viaje este año y vaya viaje que le tocó! Ella ama Salta y sueña con volver "para hacer la revolución" socialista de la mano del Partido Obrero, en el que milita.
Noelia Cabezas cumplirá 18 años el 23 de marzo y en agosto viajará a Changshu, China, donde está otra salteña, Candelaria Torres. Ella terminó el secundario el año pasado en el colegio Nuestra Señora del Huerto y este año comenzó a estudiar Ingeniería Industrial en la UNSa, porque quiere consolidar sus conocimientos de matemática.
Estas chicas, "que se las traen", como dirían sus abuelas, ganaron las becas UWC tras un intenso proceso de selección, que comenzó el 1 de octubre del año pasado. Ellas se habían inscripto en el sitio de UWC en la Argentina, www.ar.uwc.org. El examen escrito se tomó en simultáneo en todo el país, duró cuatro horas y evaluaba sus habilidades cognitivas.
Tras pasar esta prueba junto a otros tres salteños viajaron en diciembre a un campamento en Mendoza junto a más de 40 jóvenes de todo el país. Esa experiencia de tres días fue muy intensa, con actividades individuales, grupales y entrevistas. Allí fueron seleccionados 12 chicos y chicas para las becas de dos años y 5 para cursos cortos de verano.
Si bien la beca cubre el alojamiento, los útiles y la educación completa, las chicas tendrán que pagar el traslado hasta su destino. Quienes quieran ayudarlas, deben comunicarse con la representante de UWC en Salta, Virginia Martínez, cuya dirección de correo electrónico es vhmartinez@arnet. com.ar.
Celebrar las diferencias
Las tres pequeñas embajadoras siguen sin poder creer lo que les tocará vivir. Prefieren no hacerse expectativas sino esperar a que el camino las sorprenda. Saben que será una experiencia inolvidable con momentos gratos y otros difíciles.
Las chicas encontraron en este programa que se puede celebrar las diferencias entre las personas. En el campamento se dieron cuenta de que si bien todos eran distintos, pensaban diferente y venían de otras partes, los unía el querer "hacer de este mundo, un lugar mejor".
Consultada por el cambio que quiere hacer una vez que termine el programa, Anna dijo que le gustaría ayudar para que en su pueblo hubiera más tolerancia a lo diferente.
Valentina quisiera volver a Salta y poner en práctica lo que aprenda con las herramientas que le den. "Me gustaría hacer la revolución. Yo soy socialista y quisiera que el mundo fuera socialista. Estoy en contra del mundo capitalista. A futuro me veo cumpliendo sueños, como ahora. Fracasaría como persona si dejara mis sueños de lado. Por eso estoy aquí", agregó.
Noelia quiere aprovechar las oportunidades que le dan y volver a la Argentina en un largo plazo. "Quisiera encontrar la manera de retribuir lo que me dieron", contó la chica que, además de la ingeniería, le gusta lo social y el trabajo con niños y niñas. "Siempre tuve el sueño de hacer una fundación", reveló.
Un cambio radical
Ezequiel Jiménez, quien estudió en el colegio UWC de Noruega entre 2007 y 2009, contó a El Tribuno que esa vivencia significó un cambio radical en su vida. "Se te da vuelta el mundo porque es un cambio cultural, intelectual y personal. Te cuestionás muchas cosas y te descubrís a vos mismo. Cambia todo muy fuerte, muy rápido y muchas veces". Ezequiel valoró que esta experiencia lo formó no solo como estudiante sino también como persona. "Se lo recomiendo a aquel que tenga esa curiosidad. La verdad es que no es para todos", explicó.
Si bien UWC está en la Argentina desde 1974, recién en 2006 llegó a Salta, cuando Sebastián Arroyo, quien formaba parte de las Olimpíadas de Física, encontró información sobre el programa en Córdoba, adonde había ido a competir. Luego, cinco salteños y cuatro salteñas ganaron estas becas.