Nicolás Maduro se enfrenta al Día del Trabajador , convertido en esta ocasión en un pulso en la calle, con una nueva subida del 60% del salario mínimo. El tercer incremento del año sitúa el sueldo mínimo en 65.021 bolívares, más un bono de alimentación de 135.000 bolívares, con lo que el llamado salario mínimo integral queda establecido en 200.021 bolívares.
Un aumento esperado ante la espiral de inflación que sufre Venezuela , que hasta ahora ha devorado en pocos días todos los ajustes salariales promovidos por el gobierno. "El salario mínimo de 200.000 bolívares para cubrir una cesta básica que supera el millón. La crisis económica no se supera con aumentos salariales", protestó Henri Falcón, gobernador opositor de Lara.
La decisión presidencial se produce horas antes de la nueva jornada de protestas opositoras, que cumplieron un mes ayer, y de la concentración gubernamental con la que el chavismo pretende pasar al contraataque. "Estoy preparando un nuevo escenario y voy a llamar al pueblo para que asuma un nuevo escenario para Venezuela. Que nadie vacile, que nadie dude. Va a llegar una hora especial para la patria para acabar con esta situación de golpe continuado, contrarrevolucionario y fascista", subrayó el "hijo de Chávez" durante su programa semanal de televisión.
La oposición teme que el "desencadenante" histórico que anunciará hoy Maduro sea la imposición de una asamblea constituyente comunal, donde la revolución asumiría el control del Parlamento. También se espera una radicalización del Plan de la Patria, los mandamientos del chavismo expresados por Hugo Chávez, e incluso una nueva versión del Dakazo, las rebajas socialistas a la fuerza de 2013 que sirvieron al chavismo para ganar las elecciones municipales pero que quebraron aún más su economía.
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Nicolás Maduro se enfrenta al Día del Trabajador , convertido en esta ocasión en un pulso en la calle, con una nueva subida del 60% del salario mínimo. El tercer incremento del año sitúa el sueldo mínimo en 65.021 bolívares, más un bono de alimentación de 135.000 bolívares, con lo que el llamado salario mínimo integral queda establecido en 200.021 bolívares.
Un aumento esperado ante la espiral de inflación que sufre Venezuela , que hasta ahora ha devorado en pocos días todos los ajustes salariales promovidos por el gobierno. "El salario mínimo de 200.000 bolívares para cubrir una cesta básica que supera el millón. La crisis económica no se supera con aumentos salariales", protestó Henri Falcón, gobernador opositor de Lara.
La decisión presidencial se produce horas antes de la nueva jornada de protestas opositoras, que cumplieron un mes ayer, y de la concentración gubernamental con la que el chavismo pretende pasar al contraataque. "Estoy preparando un nuevo escenario y voy a llamar al pueblo para que asuma un nuevo escenario para Venezuela. Que nadie vacile, que nadie dude. Va a llegar una hora especial para la patria para acabar con esta situación de golpe continuado, contrarrevolucionario y fascista", subrayó el "hijo de Chávez" durante su programa semanal de televisión.
La oposición teme que el "desencadenante" histórico que anunciará hoy Maduro sea la imposición de una asamblea constituyente comunal, donde la revolución asumiría el control del Parlamento. También se espera una radicalización del Plan de la Patria, los mandamientos del chavismo expresados por Hugo Chávez, e incluso una nueva versión del Dakazo, las rebajas socialistas a la fuerza de 2013 que sirvieron al chavismo para ganar las elecciones municipales pero que quebraron aún más su economía.