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Murió el emblemático humorista gráfico Hermenegildo Sábat

A los 85 años, el humorista gráfico Hermenegildo Sábat falleció mientras dormía, según informó el diario Clarín, medio donde trabajó los últimas cuatro décadas. 
Martes, 02 de octubre de 2018 09:58

El caricaturista y artista plástico Hermenegildo "Menchi" Sábat, reconocido por sus dibujos políticos en el diario Clarín, falleció a los 85 años.
Había nacido en 1933 en la ciudad uruguaya de Montevideo. Llegó a Buenos Aires en 1965, tras abandonar su puesto de secretario de redacción del diario El País.
Ayer, como todos los días, a la tardecita, Menchi se fue de la redacción. Como siempre, vestía saco y corbata y saludó a todos los que cruzaban su camino. "Chau, maestro", lo saludaron. "Murió mientras dormía", señala Clarín. 
Estaba casado con Blanca y tenía dos hijos, Alfredo y Rafael. Colaboró en las prestigiosas revistas Primera Plana y Crisis y también en el diario La Opinión. Desde 1973 era el caricaturista por excelencia de Clarín.
Era amante del jazz, del chocolate y del tango. Y le gustaba coleccionar titulares graciosos o patéticos. 

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El caricaturista y artista plástico Hermenegildo "Menchi" Sábat, reconocido por sus dibujos políticos en el diario Clarín, falleció a los 85 años.
Había nacido en 1933 en la ciudad uruguaya de Montevideo. Llegó a Buenos Aires en 1965, tras abandonar su puesto de secretario de redacción del diario El País.
Ayer, como todos los días, a la tardecita, Menchi se fue de la redacción. Como siempre, vestía saco y corbata y saludó a todos los que cruzaban su camino. "Chau, maestro", lo saludaron. "Murió mientras dormía", señala Clarín. 
Estaba casado con Blanca y tenía dos hijos, Alfredo y Rafael. Colaboró en las prestigiosas revistas Primera Plana y Crisis y también en el diario La Opinión. Desde 1973 era el caricaturista por excelencia de Clarín.
Era amante del jazz, del chocolate y del tango. Y le gustaba coleccionar titulares graciosos o patéticos. 

Premios

Durante su enorme trayectoria recibió premios internacionales destacados, como el Moors Cabot de la Universidad de Columbia, por sus dibujos durante la dictadura militar, y el de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), que le entregó en mano el Nobel de Literatura Gabriel García Márquez. El año pasado, además, le fue otorgado el Konex de Brillante por su trayectoria.
"Demócrata, clarinetista, fotógrafo, pintor autodidacta, mago de plumín y tinta china, maestro en un taller en el que le cuesta pagar las cuentas a fin de mes, Sábat fue un hombre sofisticado, capaz de reírse de las cosas más sencillas. En su penúltimo cumpleaños, por ejemplo, se cortó la luz y se sintió “como el presentador de Veladas Paquetas”, de Hiperhumor, solo iluminado por un vela. Cuando volvió la corriente, se puso a mirar películas de Chaplin por YouTube", lo recuerda Clarín.

Sus dibujos

La última dictadura prohibió hacer caricaturas de Jorge Rafael Videla, porque los militares temían que fuera ridiculizado, Menchi lo dibujó igual, aprovechando el anuncio del Mundial ‘78.
A Raúl Alfonsín lo hizo robusto al lado del carapintada Aldo Rico, pero de igual tamaño que el sindicalista Saúl Ubaldini, que lo enfrentaba con paros generales, pero en el marco del derecho.
Sábat ilustró las “relaciones carnales” del menemismo con los Estados Unidos con la figura del canciller Guido Di Tella en calzoncillos y con los pantalones caídos: “Di Tella nunca se quejó, entendió que era mi forma de ver esa situación y se comportó conmigo como un caballero inglés”.
Cuando Cristina Kirchner intentó amedrentarlo y lo llamó “cuasi mafioso” desde la Plaza de Mayo, Menchi tuvo la templanza de no contestarle.
Conoció a reyes, guitarristas incomparables y premios Nobel. Conversó con Jorge Luis Borges, cruzó cartas con Julio Cortázar, estuvo en fiestas cerca de Truman Capote, fotografió al clarinetista Benny Goodman, dibujó al Che Guevara y recibió un premio homenaje de manos de Gabriel García Márquez.
En la puerta de su oficina de Clarín, adonde llegaba cada mediodía, llueva o truene, hay una foto del periodista Rogelio García Lupo, su recordado amigo y ejemplo en la profesión.

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