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El FMI nos brinda un "abrazo de oso"

Martes, 09 de octubre de 2018 00:00

En función de su rol fáctico como auditor y protector de los intereses de los acreedores financieros del Estado a los fines que el gobierno Macri no les interrumpa el flujo de pago de los servicios de la deuda pública, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha tomado intervención directa en el control de las cuentas fiscales de la Argentina.

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En función de su rol fáctico como auditor y protector de los intereses de los acreedores financieros del Estado a los fines que el gobierno Macri no les interrumpa el flujo de pago de los servicios de la deuda pública, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha tomado intervención directa en el control de las cuentas fiscales de la Argentina.

Default de la deuda Macri

La administración macrista, en dos años de gestión y por culpa de su política de gobernar con deuda -aumentando la toma de nuevas obligaciones en gran escala y sin la más mínima capacidad de repago- llevó al país a un nuevo default, esto es, a una nueva situación de impago.

El Gobierno se siente imposibilitado de cumplir no solamente los vencimientos de capital de la deuda que se refinancian íntegramente, hasta el último centavo, incapaz de cubrir la totalidad de los intereses a pagar y tiene suspendidas las renovaciones y la colocación de deuda adicional en los mercados internacionales por su situación de insolvencia e iliquidez. Habiendo agravado en forma totalmente irresponsable el endeudamiento público por partida doble deuda del Tesoro y deuda cuasi-fiscal del Banco Central (BCRA) el presidente Macri solicitó un apoyo de emergencia al FMI para poder paliar esta situación de default (que no fue una situación heredada sino propia de su gestión) y para tratar de sostener con ello su gobierno hasta las elecciones del año que viene. El proyecto de Presupuesto 2019 fue elevado al Congreso el hace poco más de dos semanas, pero ya estaría modificado en aspectos sustanciales por el nuevo acuerdo con el FMI (cuyos términos todavía no se conocen en detalle); es proyecto de Ley es reflejo directo de esta situación crítica de las finanzas públicas de la Argentina.

Deuda y Presupuesto 2019

El PL muestra que el próximo año le caen al país vencimientos de capital (amortizaciones que se cancelan íntegramente con nuevas deudas) por unos US$50.000 millones y que se prevé tomar endeudamiento por un total de US$77.400 millones; o sea, que la deuda del Estado aumentaría durante el 2019 en US$27.400 millones. La deuda terminaría a fines de este año en 381.100 millones de dólares.

Pero este importe no incluye el préstamo stand-by de emergencia del FMI (US$57.100 millones) ni el adelanto de créditos de otros organismos multilaterales que ya han sido anunciados (Banco Mundial, BID y CAF) ni el traspaso de la deuda cuasi-fiscal de las Lebac del BCRA al Tesoro, con lo que el nivel de endeudamiento sobrepasaría los 400.000 millones de dólares.

El mensaje del Ministerio de Hacienda que acompaña al proyecto de Presupuesto dice textualmente: "Estimamos que para diciembre de 2018 el stock de la deuda pública será de US$315.698 millones, lo que significa una caída de US$5.237 millones frente al mismo período de 2017".

Este importe no cerraría en absoluto con la realidad del sobre-

endeudamiento en curso ni siquiera descontando el efecto de la licuación de la deuda pública contraída en pesos. Aún suponiendo que la cifra del stock de la deuda a fin de este año pudiera estar calculado descontando una licuación por devaluación del peso, la sola idea de que el monto de la deuda del Estado vaya a descender en el 2018 no sólo no cierra sino que, a la luz de las novedades que se están produciendo, deviene cuasi- surrealista.

El peso de los intereses

Cabe una mención obligada al problema de los intereses a pagar en 2019, que según el proyecto serán unos US$18.600 millones. En el Presupuesto 2018, estos intereses están estimados en US$21.100 millones, al tipo de cambio proyectado de 19,3 pesos por dólar, por lo que el aumento sería de un 84% medido en pesos, más simultáneamente descendería expresado en dólares, en unos 2.500 millones. Obviamente, la explicación de este aparente descenso de los intereses en dólares está en el valor previsto del tipo de cambio, ya que habiéndose duplicando la devaluación del peso, el mayor importe en pesos se traduce en menor cantidad de dólares. Pero aquí hay que hacer además una aclaración importante que hacer porque los servicios de intereses de la deuda no se pagan en su totalidad sino que un 20% de los mismos se capitaliza siendo que los intereses que no se pagan son los que corresponden a la deuda intra-Estado (una deuda acumulada que es aproximadamente la mitad de la deuda total). Por este motivo, el monto de los intereses a pagar durante el 2019 no sería de 746.400 millones de pesos sino de unos $600.000 millones, dado que se toma en firme sólo el importe efectivamente abonado.

De todas maneras, con un aumento del 50% en el pago de intereses, este es el rubro de mayor crecimiento del gasto público (contra el 24,3% del gasto primario en su conjunto).

O sea, que el ritmo de aumento de los Intereses a pagar aún sin contar el anatocismo - es el doble que el ritmo de aumento del resto de los gastos del Estado. Dicho en otros términos: que por cada 10 pesos que gasta el Estado central, 4 son para pagar intereses.

¿Será viable todo esto?

El proyecto de Presupuesto 2019 elevado al Congreso ha sido elaborado en función de los acuerdos con el FMI de junio del corriente año y expresa las exigencias del organismo para tratar de cumplir a rajatabla las garantías de pago de intereses a los acreedores financieros del Estado. De la rápida aprobación parlamentaria de este Presupuesto que es condición "sine qua non" del FMI para su programa de desembolsos anticipados a la Argentina depende el destino financiero y político del gobierno Macri, en su desesperado intento de poder completar su mandato en el 2019. El sostenimiento de la actual administración a través del apoyo de los Estados Unidos, del Fondo Monetario y de varios de los países desarrollados se da por y mientras nuestro país ha venido y sigue sufriendo la mayor sangría financiera y cambiaria de su historia, mientras el gobierno ensaya la gran ecuación fondo-monetarista de ajuste fiscal con caída de los salarios reales y mientras se siguen mostrando récords de aumento de la pobreza versus ganancias récord por especulación financiera. Y estas cosas ocurren por la ineptitud y la corrupción de los gobiernos que endeudan al país sin la mínima capacidad de repago de las obligaciones financieras que se siguen contrayendo, por la complicidad de toda la clase política con representación parlamentaria, que aprovecha la situación para sus negociados electoralistas. Empero -y como agravante adicional- existen fundados interrogantes sobre la viabilidad del cumplimiento de este presupuesto, en caso de ser aprobado en línea con los dictados del FMI, por parte de la administración macrista y ello sigue manteniendo a las finanzas públicas y a la economía del país con un final abierto.

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