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Hay volcanes de barro activos en el río Wierna

El geólogo Ricardo Alonso describió su impredecibilidad y poder destructivo.
Domingo, 04 de noviembre de 2018 00:00

La impredecibilidad y el poder destructivo de los fenómenos de remoción en masa, que son comunes en zonas montañosas de la región, han sido extensamente abordados por Ricardo Alonso, doctor en Ciencias Geológicas, escritor y docente salteño, en su libro "Riesgos geológicos en el norte argentino", editado en 2011.

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La impredecibilidad y el poder destructivo de los fenómenos de remoción en masa, que son comunes en zonas montañosas de la región, han sido extensamente abordados por Ricardo Alonso, doctor en Ciencias Geológicas, escritor y docente salteño, en su libro "Riesgos geológicos en el norte argentino", editado en 2011.

Conocidos bajo el nombre generalizado de "volcanes de barro", son grandes volúmenes de lodo y rocas que se ponen en movimiento pendiente abajo y suelen llegar, en ocasiones, hasta áreas aluviales ocupadas por asentamientos humanos.

Ante la fuerte atracción que ejerce por estos días la Laguna Las Paicas, o Esmeralda, merecen especial atención las descripciones que hizo el conocido científico y columnista de El Tribuno con respecto al proceso que origina los inestables cierres del dique temporal en las nacientes del río Wierna.

"La acumulación de material en las altas cuencas, las lluvias torrenciales concentradas en cantidad de milímetros y corto tiempo, las altas pendientes, la ausencia de vegetación y otros factores climáticos y geológicos concurrentes generan el marco adecuado para que se produzcan estos deslaves", advirtió Alonso.

"Una vez que se ponen en movimiento no hay fuerza humana que pueda detenerlos. Generalmente, son millones de toneladas de un pastiche de lodo y escombros rocosos que avanza con distintas velocidades, según la lubricación interna y las pendientes. De acuerdo a la relación entre contenido de lodo y rocas se los caracteriza como flujos de barro (mud-flows) o como flujos de escombros (debris-flows). Forman parte de los llamados "flujos densos' y que se conocen bajo el nombre generalizado de "volcanes de barro' en el norte argentino", puntualizó el investigador que en 2017 se convirtió en el primer salteño incorporado a la Academia Nacional de Ciencias.

Alonso indicó que, por la particular situación física de su densidad y por su pastosidad, "estas coladas de barro pueden arrastrar enormes bloques de cientos de toneladas y del tamaño de una casa, a los que llevan flotando como si fueran corchos en el agua".

"La geografía del norte argentino, en especial las quebradas afluentes de los grandes cañones de Humahuaca, El Toro, Calchaquí, Las Conchas, Escoipe y otras, enseñan los restos de antiguos cenoglomerados (depósitos de rocas y lodo) que representan a los otrora "volcanes de barro'. A veces arrastran con fuerza inusitada barro, troncos, rocas y cualquier otro objeto dando lugar a episodios de inundaciones violentas conocidos como "flash-floods'. Chicoana, Tartagal y Vespucio, en Salta, o Palmasola, en Jujuy, fueron testigos del peligroso fenómeno, en todos los casos con víctimas fatales", recordó Alonso.

 

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