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La frágil Argentina, anfitrión del G20

Sabado, 01 de diciembre de 2018 00:00

Argentina lidera rankings regionales y mundiales tan negativos como pobreza, desconfianza y vulnerabilidad. Pero se codea en el G20 con las economías más importantes del planeta. Del grupo, Argentina ha sido el miembro más inestable en esta década. En intercambio comercial, tamaño de la economía y poder adquisitivo está entre el último y el penúltimo lugar. Y, según cifras de 2017 del Banco Mundial, tiene la vigesimoprimera economía del mundo. Habrá que ver, además, si de aquí a final de año no sean más los países que terminen por encima de Argentina, que con la segunda inflación más alta del mundo y una de las mayores caídas del PIB recibió el rescate más grande al historia del Fondo Monetario Internacional.

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Argentina lidera rankings regionales y mundiales tan negativos como pobreza, desconfianza y vulnerabilidad. Pero se codea en el G20 con las economías más importantes del planeta. Del grupo, Argentina ha sido el miembro más inestable en esta década. En intercambio comercial, tamaño de la economía y poder adquisitivo está entre el último y el penúltimo lugar. Y, según cifras de 2017 del Banco Mundial, tiene la vigesimoprimera economía del mundo. Habrá que ver, además, si de aquí a final de año no sean más los países que terminen por encima de Argentina, que con la segunda inflación más alta del mundo y una de las mayores caídas del PIB recibió el rescate más grande al historia del Fondo Monetario Internacional.

Sin embargo, pese a sus desequilibrios estructurales, Argentina es uno de los mayores exportadores de alimentos del mundo y por eso, históricamente, ha estado entre las 20 economías más grandes.

¿Por qué se da esta paradoja?

La primera versión del G20, creada en 1999, se limitaba a reunir a presidentes de bancos centrales y ministros de Economía y Finanzas. "En aquel contexto, la Argentina era un 'emergente' en términos financieros más que por su potencia económica propiamente dicha", opina el internacionalista argentino Juan Gabriel Tokatlián. "El sistema cambiario instalado por el gobierno de Carlos Menem (1989 - 1999), que anclaba el peso al dólar, daba la impresión de que la economía argentina era enorme. La llamada "paridad' puso al PIB argentino entre los 20 más grandes del mundo, pero cuando ese esquema se derrumbó, la economía volvió a caer.

El G20 como hoy se conoce nace en el marco de las crisis de 2008 y "sacar' a un miembro del Sur por su volatilidad hubiera sido y es absurdo e incomprensible", añade Tokatlián.

Desde entonces, Argentina ha sido un miembro activo del G20.

Macri le dio la vuelta a la política exterior argentina tras varios años de proteccionismo económico bajo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, quien mantuvo un discurso crítico con Estados Unidos, con los organismos multilaterales y con algunas potencias occidentales.

Con eso, Estado Unidos, Francia, Alemania y otras potencias le dieron la bienvenida al club. Ahora Macri quiere y tiene pendiente ser aceptado en otro de estos clubes: la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

La sede del G20 -que no tiene mecanismos burocráticos de decisión ni gestión- no se otorga por turnos o de manera organizada, sino que se da al país que logre convencer a todos los miembros. El equipo de la entonces canciller, Susana Malcorra, hizo lobby para desbancar a un candidato ya establecido, India. "En ningún lugar fue tan contundente la receptividad a Argentina con el cambio de política exterior (de Macri) como en el G20", le dijo a BBC Mundo un miembro de ese equipo que pidió no revelar su nombre. "Estas cumbres nunca son sencillas", dice Ava. Tokatlián, por su parte, cree que "del G20 es poco lo esperable". En la cumbre de la OMC en 2017, recuerda, "no surgió nada trascendente salvo que ahora Estados Unidos tiene una propuesta de reforma afín a sus intereses, los europeos divagan sin saber qué hacer y el Sur busca algo de acuerdos mínimos para impedir una reforma solo funcional a los más poderosos".

 

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