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10 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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La muerte de un ángel abandonado en una trampa

Frase: “Los hijos valen todos los precios que la vida quiera poner”.
Domingo, 23 de diciembre de 2018 00:49

Las crónicas policiales han dado cuenta este año de varios casos de niños que murieron calcinados en sus hogares por la actitud negligente de los padres que los dejarlos encerrados con llave y expuestos con elementos de fácil combustión. La mayoría de las veces estos dolorosos episodios ocurren cuando los progenitores abandonan sus moradas para participar de alguna jornada de diversión. El caso más dramático ocurrió el 1 de septiembre pasado en el barrio 9 de Julio del partido bonaerense de San Martín, donde cuatros niños de 3, 4, 7 y 13 años dormían con una estufa eléctrica y murieron carbonizados. Los padres, de nacionalidad boliviana, estaban en un cumpleaños cuando la vivienda estalló en llamas. 

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Las crónicas policiales han dado cuenta este año de varios casos de niños que murieron calcinados en sus hogares por la actitud negligente de los padres que los dejarlos encerrados con llave y expuestos con elementos de fácil combustión. La mayoría de las veces estos dolorosos episodios ocurren cuando los progenitores abandonan sus moradas para participar de alguna jornada de diversión. El caso más dramático ocurrió el 1 de septiembre pasado en el barrio 9 de Julio del partido bonaerense de San Martín, donde cuatros niños de 3, 4, 7 y 13 años dormían con una estufa eléctrica y murieron carbonizados. Los padres, de nacionalidad boliviana, estaban en un cumpleaños cuando la vivienda estalló en llamas. 

Un mes antes, el 11 de agosto, en La Ciénaga, un pueblito del municipio salteño de San Lorenzo, un bebé de dos años al que sus padres dejaron abandonado, murió calcinado cuando la precaria vivienda estalló en llamas cerca de la medianoche. Ese día los papás del nene lo habían dejado solito en forma prolongada para participar de una reunión con amigos en la que el alcohol corrió desde las últimas horas de la tarde. La autopsia determinó que este angelito murió por asfixia por intoxicación con monóxido de carbono y carbonización. El informe realizado por Bomberos Voluntarios concluyó en que el origen del siniestro fue la vela que los padres dejaron encendida en la habitación del niño.

La Fiscalía de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas pidió días pasados que los padres sean juzgados por el delito de “abandono de persona seguido de muerte calificado por el vínculo”. Lo que se comprobó fue que la inocente criatura estaba en un estado de abandono general, mientras los progenitores se divertían en la casa de unos amigos en el mismo pueblo. 

El fiscal Ramiro Ramos sostiene que la pareja expuso a su hijo a una situación de desamparo, al tratarse de un niño de corta edad incapaz de valerse por sí mismo, con el agravante de que lo dejaron dormido con una vela encendida junto a la cama. Según los vecinos y lo que corroboró el equipo interdisciplinario de la unidad fiscal eran frecuentes los episodios de violencia entre la pareja y de esta hacia los hijos. De las pruebas reunidas en el proceso se estableció que los padres resolvieron de manera deliberada dejar al niño en situación de abandono en condiciones harta peligrosas para irse a una fiesta a pocas cuadras del domicilio. 

Como agravante de su conducta, el fiscal sostuvo que la pareja demostró una total insensibilidad frente al dolor. A pesar de haber sido informada del terrible suceso a los pocos minutos, los padres recién regresaron al hogar cuando los bomberos ya habían sofocado el incendio y se aprestaban a rescatar el cuerpo carbonizado del niño. Otro aspecto que Ramos Ossorio tomó en cuenta al dictar el procesamiento fueron los informes socioambientales realizado en el entorno familiar. Se develó el bajo nivel de alarma de los progenitores hacia sus hijos, la situación de vulnerabilidad de los niños y que la pareja pertenecía a un grupo de adictos al consumo de bebidas alcohólicas y probablemente a sustancias estupefacientes.

Según el artículo 106 del Código Penal, cuando una persona incapaz de valerse por si mismo muere por una situación de desamparo o abandono, el responsable de su cuidado será reprimido con penas de prisión o reclusión de 5 a 15 años. En tanto que el 107 consigna que el máximo o el mínimo de las penas establecidas en el artículo anterior serán aumentadas en un tercio cuando el delito fuera cometido por los padres contra los hijos y de estos por aquellos, o por el cónyuge. 

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