¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

27°
23 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Racismo pone en alerta al fútbol italiano

Hinchas del Inter de Milán profirieron gritos de mono al defensor senegalés del Napoli, Kalidou Koulibaly. Además, hubo un muerto tras el partido. 
Viernes, 28 de diciembre de 2018 02:18

Repetidos gritos racistas proferidos el miércoles pasado contra el defensor senegalés Kalidou Koulibaly, además de la muerte ayer de un aficionado milanés después de los incidentes en los alrededores del estadio: el partido Inter de Milán-Napoli (1 a 0) puso de manifiesto aspectos sombríos del fútbol italiano.
“Triste por la derrota y sobre todo por haber abandonado a mis hermanos. Pero estoy orgulloso del color de mi piel. De ser francés, senegalés, napolitano. De ser hombre”, tuiteó Koulibaly en italiano después del partido.
Una hora antes, el defensor central había sido expulsado del terreno de juego por dos amarillas consecutivas, la primera por una falta y la segunda por aplaudir irónicamente al árbitro. 
En ese momento resonaron gritos de mono procedentes de las tribunas del estadio de San Siro, como había ocurrido en varias ocasiones desde el inicio del partido.
“Pedimos tres veces la suspensión del partido y hubo tres anuncios. Pero el partido continuó”, lamentó su entrenador Carlo Ancelotti. Ayer, Inter fue sancionado con tener que disputar 2 partidos a puertas cerradas por esos gritos. 
Los sonidos de mono son un fenómeno recurrente en el fútbol italiano, y Koulibaly, quien recibió ayer el apoyo de Cristiano Ronaldo -“No al racismo y a todas las ofensas y discriminaciones”, escribió el portugués en Twitter-, ya fue víctima de racismo en Roma en 2016, durante un partido contra Lazio.
Más recientemente, el volante francés de Juventus Blaise Matuidi fue víctima de hechos similares en dos ocasiones, en enero de 2018 en Cagliari y en diciembre de 2017, en la cancha del Hellas Verona. 
En la temporada 2016-2017, el ghanés Sulley Muntari, que jugaba en el Pescara, abandonó el césped de Cagliari después de haber sido objeto de gritos racistas. Eso le costó una segunda amarilla y la consiguiente expulsión, finalmente anulada luego de recurso.
Antes de ellos, el marfileño Zoro, el ghanés Boateng, el nigeriano Omolade o el camerunés Samuel Etoo tuvieron que sufrir actos racistas, sin que conllevasen sanciones reales.
“Casi ningún incidente responde a los criterios que deben reunirse para que los clubes sean sancionados. Y las sanciones, cuando las hay, son provisionales. Es ridículo”, declaró Mauro Valeri, responsable del Observatorio sobre racismo y antirracismo en el fútbol, después del caso Muntari en 2017.
Ayer, el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, afirmó sentir “vergüenza” por los cánticos racistas a Koulibaly y pidió “perdón” en nombre de la ciudad al defensor del club napolitano.
Además, otros incidentes de gravedad tuvieron lugar en los alrededores del estadio el miércoles por la noche, que provocaron la muerte de un joven hincha del Inter de 35 años, que fue atropellado por un vehículo en el marco de un ataque perpetrado por un centenar de ultras contra minibuses que transportaban a tifosi napolitanos.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Repetidos gritos racistas proferidos el miércoles pasado contra el defensor senegalés Kalidou Koulibaly, además de la muerte ayer de un aficionado milanés después de los incidentes en los alrededores del estadio: el partido Inter de Milán-Napoli (1 a 0) puso de manifiesto aspectos sombríos del fútbol italiano.
“Triste por la derrota y sobre todo por haber abandonado a mis hermanos. Pero estoy orgulloso del color de mi piel. De ser francés, senegalés, napolitano. De ser hombre”, tuiteó Koulibaly en italiano después del partido.
Una hora antes, el defensor central había sido expulsado del terreno de juego por dos amarillas consecutivas, la primera por una falta y la segunda por aplaudir irónicamente al árbitro. 
En ese momento resonaron gritos de mono procedentes de las tribunas del estadio de San Siro, como había ocurrido en varias ocasiones desde el inicio del partido.
“Pedimos tres veces la suspensión del partido y hubo tres anuncios. Pero el partido continuó”, lamentó su entrenador Carlo Ancelotti. Ayer, Inter fue sancionado con tener que disputar 2 partidos a puertas cerradas por esos gritos. 
Los sonidos de mono son un fenómeno recurrente en el fútbol italiano, y Koulibaly, quien recibió ayer el apoyo de Cristiano Ronaldo -“No al racismo y a todas las ofensas y discriminaciones”, escribió el portugués en Twitter-, ya fue víctima de racismo en Roma en 2016, durante un partido contra Lazio.
Más recientemente, el volante francés de Juventus Blaise Matuidi fue víctima de hechos similares en dos ocasiones, en enero de 2018 en Cagliari y en diciembre de 2017, en la cancha del Hellas Verona. 
En la temporada 2016-2017, el ghanés Sulley Muntari, que jugaba en el Pescara, abandonó el césped de Cagliari después de haber sido objeto de gritos racistas. Eso le costó una segunda amarilla y la consiguiente expulsión, finalmente anulada luego de recurso.
Antes de ellos, el marfileño Zoro, el ghanés Boateng, el nigeriano Omolade o el camerunés Samuel Etoo tuvieron que sufrir actos racistas, sin que conllevasen sanciones reales.
“Casi ningún incidente responde a los criterios que deben reunirse para que los clubes sean sancionados. Y las sanciones, cuando las hay, son provisionales. Es ridículo”, declaró Mauro Valeri, responsable del Observatorio sobre racismo y antirracismo en el fútbol, después del caso Muntari en 2017.
Ayer, el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, afirmó sentir “vergüenza” por los cánticos racistas a Koulibaly y pidió “perdón” en nombre de la ciudad al defensor del club napolitano.
Además, otros incidentes de gravedad tuvieron lugar en los alrededores del estadio el miércoles por la noche, que provocaron la muerte de un joven hincha del Inter de 35 años, que fue atropellado por un vehículo en el marco de un ataque perpetrado por un centenar de ultras contra minibuses que transportaban a tifosi napolitanos.

“El fútbol es un espejo de la sociedad”

Tras los actos racistas y los hechos de violencia generados tras el encuentro que Inter le ganó por 1 a 0 a Napoli, habló Carlo Ancelotti. 
El director técnico del Napoli se mostró muy crítico con la decisión de no parar el partido ante los continuos insultos racistas que recibió Koulibaly, y avisó que “pase lo que pase” si vuelve a ocurrir será el equipo napolitano el que decida dejar de jugar. 
“Me disgusta lo que pasó porque en tres ocasiones pedimos a la Fiscalía Federal que se suspendiese el partido por los gritos racistas a Koulibaly. El chico estaba nervioso, es un jugador educado que fue bombardeado por el estadio”, sostuvo Ancelotti en rueda de prensa tras el partido. 
“La próxima vez seremos nosotros los que nos paremos, pase lo que pase. Kalidou estaba alterado y nervioso, no tenía un estado de ánimo sereno porque le preocupa mucho el discurso racista sobre el que está también comprometido socialmente”, agregó.
“Lo que ha pasado no es bueno no sólo para nosotros sino también para el fútbol italiano”, dijo el entrenador, quien cree que la expulsión del defensor en el final del partido “determinó” la derrota de su equipo. 
Por su parte, Mino Raiola, representante del defensor senegalés del Napoli, también opinó y muy duramente sobre los actos racistas.
“Si Italia no logra derrotar este cáncer, entonces no hay futuro”, estimó Raiola. 
“El fútbol es un espejo de la sociedad. Hace falta un único objetivo, valentía, ideas sanas, hacen falta pelotas”, añadió el influyente agente irlandés.
 
Dar pelea al racismo

El entrenador del Chelsea, Maurizio Sarri, estimó que la lucha de su club contra los incidentes provocados por algunos aficionados pasa por un “combate contra personas estúpidas”, a raíz de las acusaciones de cantos racistas el miércoles pasado, después del partido en Watford ganado 2 a 1 por los blues.
Una minoría de aficionados del Chelsea son sospechosos de haber proferido palabras discriminatorias durante este partido.
“Antes que nada, quiero hablar con mi club, segundo yo no quiero generalizar porque el 99% de los aficionados son realmente maravillosos”, explicó Sarri.
“En cada comunidad, creo que hay (personas) estúpidas y nosotros debemos pelear todos juntos contra personas estúpidas pero no contra los aficionados del Chelsea”, insistió el entrenador italiano. 
Después de un incidente precedente del mismo orden, ocurrido en Stamford Bridge a comienzos de diciembre, Chelsea ya suspendió provisionalmente a 4 aficionados de su estadio después de presuntas injurias raciales contra el inglés del City Raheem Sterling. El presidente del Chelsea, Bruce Buck, criticó a “una minoría profundamente desagradable pero ruidosa” por haber atentado contra la imagen del club.

PUBLICIDAD