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El caso Luján y Yanina busca el rostro de los culpables

Las fotos de la pericia mecánica y la reconstrucción de Gendarmería son elocuentes. La intervención de terceros en la mecánica del ahorcamiento es una certeza.
Jueves, 06 de diciembre de 2018 02:18

Las fotografías tomadas por Gendarmería Nacional y luego evaluadas por sus peritos y enviadas a los Estados Unidos demostraron con claridad meridiana la intervención de terceros en la mecánica del ahorcamiento, es decir la simulación de un doble suicidio, para ocultar un atroz doble homicidio.

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Las fotografías tomadas por Gendarmería Nacional y luego evaluadas por sus peritos y enviadas a los Estados Unidos demostraron con claridad meridiana la intervención de terceros en la mecánica del ahorcamiento, es decir la simulación de un doble suicidio, para ocultar un atroz doble homicidio.

Así lo dijo ayer Marisa junto al perito criminólogo Carlos Párraga. La tía de Luján explicó la diligencia judicial llevada a cabo hace dos meses aproximadamente y de cuyo análisis se desprendieron verdades sorprendentes y a la vez mostraron contradicciones inaceptables en los documentos que fundamentaron un fallo judicial.

Sin entrar en tecnicismos inexplicables, el perito Párraga dijo que el análisis de los expertos de EEUU muestra que las mujeres policías que debieron simular a Luján y Yanina, de sus mismos peso y talla, entrenadas para esta tarea, no pudieron demostrar la hipótesis pseudocientífica rubricada en el expediente. Los videos muestran una y otra vez el intento fallido de las dos mujeres para realizar el tendido de la soga por encima de la rama de la morera. Es decir, les faltaba altura. Poco después observan que tras lograr pasar la soga tal como dice el expediente, las lazadas que debían soportar el peso de cada muchacha se encontraban tan alta que ninguna de sus manos podía asirla sin la asistencia de terceros.

Es decir, si el nudo en la rama estaba fijo, las dos lazadas estaban fijas y sin la asistencia de una tercera persona o dos tal vez jamás podrían haber alcanzado sus cuellos las lazadas mortales. Si esto ya es vergonzante, el personal de Gendarmería Nacional designado para la reconstrucción ayudó en cambio a trasladar a las "simuladoras" desde una camioneta estacionada y alzarla como si estuvieran inconscientes y hacerlas llegar a la altura de las lazadas. Esto demostró por un lado la imposibilidad del doble suicidio y reforzó de manera taxativa la hipótesis de la querella. En tanto, para sustentar lo sostenido por verdaderos criminólogos, el perito de parte dijo ayer que la mujer que representaba a Luján Peñalva no pudo alcanzar la rama soporte ni mucho menos armar el nudo y ponerselo en el cuello (y eso que son mujeres policías entrenadas). No pudieron hacerlo estando ambas de pie bajo el árbol ni Peñalva trepándose a Nuesch, ya que matemáticamente la soga no es lo suficientemente larga para que así ocurra el ahorcamiento suicida. Luego explicó que físicamente es imposible porque de la forma que estaba la soga ninguna de las chicas pudo traicionar a la otra.

Por estos motivos y tal como se observa en la reconstrucción, la hipótesis suicida es fácticamente imposible.

En otras fotos y videos se observa cómo las chicas policías sí pueden ser colocadas por terceras personas y quedar en la posición que fueron halladas las adolescentes, por lo que la teoría homicida resulta acreditable. Para eso las chicas debieron estar inconscientes, bajo los efectos de tóxicos o drogas de abuso, cuyos estudios no se realizaron, sospechosamente y -a la vez deslizó- esto condice con las huellas de vehículos documentadas por el diario El Tribuno el día siguiente al del hallazgo desde una avioneta.

 

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