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Piden que el femicida del motel sea sometido a juicio oral

Por la gravedad del hecho el homicida podría ser condenado a perpetua.
Viernes, 07 de diciembre de 2018 01:59

El fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Pablo Paz, dio por concluida la investigación relacionada con el caso de Jessica Norma González, la mujer que fue encontrada asesinada a cuchilladas en un hotel alojamiento en septiembre pasado en esta ciudad. A poco tres de tres meses del suceso, el funcionario requirió el enjuiciamiento de Raúl Antonio Pérez, imputado por el delito de "homicidio agravado por mediar violencia de género".

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El fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Pablo Paz, dio por concluida la investigación relacionada con el caso de Jessica Norma González, la mujer que fue encontrada asesinada a cuchilladas en un hotel alojamiento en septiembre pasado en esta ciudad. A poco tres de tres meses del suceso, el funcionario requirió el enjuiciamiento de Raúl Antonio Pérez, imputado por el delito de "homicidio agravado por mediar violencia de género".

Se trata de uno de los casos que más conmocionó a la sociedad salteña, no solo por las circunstancias que rodearon al hecho, sino por el grado de ensañamiento con que Pérez atacó a la chica entre la noche del 20 de septiembre y la madrugada del día siguiente. La feroz agresión a la mujer ocurrió en el interior del motel "Mimo's", pero los hechos confirmaron que no se trató de un drama pasional, ya que entre la víctima y el victimario no había ninguna relación sentimental.

En el requerimiento, el fiscal Paz sostiene la hipótesis de que el femicida interceptó en la vía pública a la víctima, probablemente en la parada de colectivo donde fue vista por última vez por testigos, donde la subió con engaño a su automóvil Volkwagen Gol de color gris oscuro con vidrios polarizados. En el mismo vehículo Pérez habría iniciado la agresión hacia González, utilizando para ello un elemento punzo-

cortante. Esto se dedujo de los indicios recogidos en el interior del automóvil y las heridas que le infligió a la víctima. Luego, y en contra de la voluntad de la mujer, ingresaron al motel alrededor de las 20.20 del día 20 de septiembre. Estos datos quedaron acreditados en los registros del hotel alojamiento ubicado en la avenida Gato y Mancha de Villa Palacios, en la zona sur de la ciudad.

De acuerdo con esta hipótesis, en la habitación asignada, Pérez culminó su plan macabro. Atacó a Jessica con mayor saña causándole nuevas heridas, particularmente una que le perforó el corazón y le causó la muerte. Luego de permanecer varias horas junto al cuerpo de la mujer, el acusado intentó destrozar su celular y el de la víctima y se provocó numerosas heridas con la intención de suicidarse.

La terrible escena fue descubierta cinco horas después cuando ante la falta de respuesta de los ocupantes, una empleada del motel ingresó a la habitación número 24 y descubrió a la pareja en medio de un charco de sangre. Minutos después los médicos confirmaron que Jessica estaba sin vida, en tanto que Pérez presentaba signos vitales y fue trasladado de urgencia al hospital San Bernardo, donde le salvaron la vida. El agresor se encontraba al borde de un shock hipovolémico. Según los informes médicos, el hombre tenía lesiones cortantes en el cuello y una profunda herida en la zona abdominal, lo que le produjo una masiva hemorragia.

El protagonista de la tragedia permaneció internado en el citado nosocomio hasta el 24 de octubre y quedó alojado en la Alcaidía de Tribunales. Luego de que le hicieran conocer los términos de la imputación, Pérez se negó a declarar ante el director del proceso, ante quien dejó entrever que recién contará su verdad cuando se abra el debate en el juicio oral.

Móvil del crimen

De la investigación fiscal se estableció que el accionar homicida de Raúl Antonio Pérez habría estado motivado por la obsesión que sentía hacia Jessica Norma González, con quien tuvo un incidente previo por celos y por el que supuestamente pretendía disculparse. En ese sentido el fiscal Pablo Paz cita la declaración de numerosos testigos, entre ellos familiares, amigos y conocidos de la víctima. Al mismo tiempo, el representante del Ministerio Público da a conocer otros elementos probatorios que permiten sostener que Jessica no tenía una relación sentimental con el acusado. Se estableció que solo había un buen trato derivado de la participación del mismo en las reuniones que se realizaban en la iglesia evangélica donde la madre de González era la pastora. Con este análisis, todo indica que Pérez quiso disfrazar la escena conduciendo por la fuerza a la mujer a un lugar de encuentros de parejas.

El fiscal explicó, además, que hay medidas probatorias, cuyos resultados se encuentran pendientes y que serán incorporadas en el marco de la investigación. No obstante, Paz consideró que con las pruebas acumuladas hasta ahora están dadas las condiciones para que Pérez, quien se encuentra detenido con prisión preventiva, sea sometido a juicio oral y publico.

Por la gravedad del delito que se le imputa, el imputado podría ser condenado a perpetua.

Antecedentes por violencia de género

Pérez se acercó a la iglesia para buscar contención y se obsesionó con Jessica.

De la investigación surgió que Raúl Pérez tenía antecedentes por casos de violencia de género, además de una prohibición de acercamiento tanto a su expareja como a su pequeño hijo. El hombre se había acercado a la iglesia evangélica, donde la madre de Jessica González era la pastora. Allí comentó que se encontraba atravesando por una situación familiar difícil y que estaba afligido porque no podía ver a su hijo debido a una denuncia realizada por su expareja. 
En esas circunstancias conoció a Jessica, quien era soltera, estudiaba abogacía y escribanía y era una activa colaboradora de la tarea religiosa que realizaba su familia en Villa Lavalle. Isaac González, hermano de la víctima, contó que su familia le dispensaba a Pérez el mismo trato, como lo hace con cualquier persona que asiste al templo o que necesita ayuda. 
“Pérez se acercó a la iglesia porque estaba desesperado. Su malestar o su aflicción nacían justamente de la violencia ejercida contra la madre de su único hijo, a quien no podía visitar por tener una medida cautelar de acercamiento”, dijo al ser entrevistado por este medio.
“Jessica era muy conocida en la zona este por ayudar a tantas personas afligidas y desesperadas, y por eso se interesó en el caso de esta persona”, comentó Isaac. Lo que se determinó en el marco de la investigación es que Pérez se obsesionó con la intención de conquistarla, pero como la mujer lo rechazó, se sintió despechado.
“Mi hermana al no acceder a tener una relación hizo que este hombre se sintiera frustrado. Ese resentimiento mezclado con una psicopatía lo llevó a ese desencadenante”, expresó Isaac González. Y remarcó que lo ocurrido en un hotel alojamiento de Villa Palacios fue una impostación de un acto de amor que nunca ocurrió. Los dichos del joven fueron corroborados luego por el fiscal Pablo Paz y así lo dejó expresado el funcionario en el requerimiento de elevación a juicio del caso.
Hasta ahora el femicida del hotel alojamiento se mantuvo en silencio y la expectativa está centrada en saber cuál es su verdad.

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