¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

10 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Aumentan las fiestas clandestinas en zonas cercanas a la ciudad

No tienen ningún tipo de control y se promocionan en las redes sociales.
Lunes, 12 de febrero de 2018 00:00

Por el cierre de los boliches, los consumidores de estos locales quedaron sin tener adónde ir. Este público cautivo elige por estos días dos opciones, ir a los boliches alejados del centro que no eran tan concurridos y que ahora deben cerrar sus puertas dejando gente afuera; o ir a las fiestas clandestinas que se organizan afuera de la ciudad.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Por el cierre de los boliches, los consumidores de estos locales quedaron sin tener adónde ir. Este público cautivo elige por estos días dos opciones, ir a los boliches alejados del centro que no eran tan concurridos y que ahora deben cerrar sus puertas dejando gente afuera; o ir a las fiestas clandestinas que se organizan afuera de la ciudad.

"La gente prefiere quedarse en casa o ir a esas fiestas clandestinas que están habiendo muchísimas", dice el propietario de un exboliche que pide mantener su nombre en reserva. Otro comerciante, señala que los bares que están por fuera del corredor "aprovechan la situación y arman fiestas".

Las fiestas de música electrónica son las que por estos días más convocatoria tienen. "Las fiestas clandestinas electrónicas se hacen en casas de campo, por fuera de la ciudad. En Vaqueros, San Lorenzo, San Luis, La Silleta. Se alquilan las casas por 1 o 2 días, generalmente no se le avisa a los dueños, o los dueños se prenden en el negocio también", explica José Pascutto, expropietario de Mellom, un club de electrónica que se ubicaba en el corredor Balcarce.

La mayoría de las fiestas se realizan cada fin de semana de por medio. Se difunden a través de las redes sociales (Facebook e Instagram). Allí se publica el afiche de invitación a la fiesta, pero sin dar detalles de ubicación. La mayoría de las veces incluso no se da ni siquiera un número de contacto. Los que quieren conocer más detalles como precios de entradas y dónde conseguirlas, deben comunicarse a los números que en algún momento se publicaron, o por mensaje privado a través de las redes. Algunas se promocionan con el uso de piscinas.

En algunas publicaciones señalan que llegaron a juntar hasta 500 personas en alguna de las fiestas.

Sin control

"Generalmente hay muchos menores, no hay horarios, control de ingreso ni de venta de bebidas alcohólicas" señala Pascutto y agrega: "La gente los elige por eso, porque nadie les dice nada".

A veces, por los reclamos de algunos vecinos, la policía llega a los lugares donde se hacen estas fiestas, pero con la justificación de un cumpleaños o fiesta privada evitan cualquier tipo de control. "Pero una fiesta privada requiere cosas que no tienen, permiso de bomberos, adicapif, sadaic, cosas que no se contemplan nunca, tampoco pueden vender entradas ni bebidas", señala el expropietario del club de electrónica.

"Los que las organizan son jóvenes, hacen mucha plata porque no pagan impuestos", añade el propietario de un exboliche devenido en bar.

Al no tener control, estas fiestas comienzan temprano y se extienden hasta más allá de la madrugada. Comienzan alrededor de las 20 horas y llegan a finalizar a las 10 de la mañana, del día siguiente.

"Antes estábamos todos controlados, ahora preocupa porque son todos menores y no hay la mínima seguridad para la gente que concurre", afirma un empresario del corredor Balcarce, y añade: "Ahora es un libertinaje total".

San Luis, el antecedente
A mediados del año pasado, en San Luis, se identificaron y clausuraron 42 casas que funcionaban como boliches. En ellas, se hacían fiestas clandestinas.
En aquella oportunidad, las denuncias estuvieron a cargo de los vecinos que se acercaron al entonces nuevo delegado municipal. Se quejaron de personas alcoholizadas y ruidos molestos.
Fueron las primeras fiestas clandestinas desde los cambios en el corredor Balcarce.

Temas de la nota

PUBLICIDAD