El 19 de marzo próximo Gabriel Roberto Herrera, (a) "Chirete", estará de nuevo en el banquillo de los acusados para responder por otro aberrante hecho de su deleznable repertorio criminal. El juicio a este sujeto de 40 años no será uno más de los tantos que se ventilan a diario en la Ciudad Judicial. Seguramente el desarrollo del debate quedará grabado como un impronta en los anales de la historia criminal de Salta.
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El 19 de marzo próximo Gabriel Roberto Herrera, (a) "Chirete", estará de nuevo en el banquillo de los acusados para responder por otro aberrante hecho de su deleznable repertorio criminal. El juicio a este sujeto de 40 años no será uno más de los tantos que se ventilan a diario en la Ciudad Judicial. Seguramente el desarrollo del debate quedará grabado como un impronta en los anales de la historia criminal de Salta.
El protagonista es un doble homicida, un hombre con las facultades alteradas que asesinó con la frialdad de un sicópata a dos de sus parejas en la propia cárcel. El primer hecho lo cometió el 23 de marzo de 2006, en el penal de Metán, cuando en una visita íntima estrangulo a Verónica Castro, de 29 años, madre de sus dos hijos. Los celos fueron los desencadenantes de la tragedia. En esa oportunidad, el homicida cumplía una condena por robo y hurto y le faltaban pocos meses para salir en libertad.
Por el asesinato de Castro, Chirete Herrera fue condenado a prisión perpetua.
El individuo estaba alojado en el penal de Villa Las Rosas y fue en esas circunstancias que conoció a Andrea Neri, una joven de 19 años, prima de un compañero de celda. Al poco tiempo, Andrea se quedó embarazada. Con el nacimiento de un varoncito todo parecía marchar al compás de la dicha y el amor. Herrera daba muestras de estar feliz y abrigaba la esperanza de obtener en pocos años la libertad para rehacer su vida junto a Neri y dejar atrás aquel dramático suceso de 2006.
También pensaba rencontrarse con sus dos hijos mayores a los que no volvió a ver luego de asesinar a Verónica Castro. Sin embargo, los hechos confirmarían que el hombre estaba dotado de una mentalidad asesina.
Otra vez los celos
El 5 de enero del año pasado, Salta se conmovió con una dramática noticia procedente del penal. Eran las 15.30 cuando Andrea Neri ingresó a la celda 372 del pabellón E de la unidad carcelaria para una visita íntima con Herrera. Lo hizo acompañada de su pequeño hijo de dos meses.
Luego de cerrar la puerta el sujeto se transfiguró y le planteó una escena de celos a su pareja. Le pidió explicaciones por una foto que Andrea había publicado en su página de Facebook donde aparecía junto a un hombre. Le dijo que la imagen se la había mostrado un compañero de celda. No se sabe con certeza qué le respondió la joven, pero de acuerdo al relato de un preso que estaba con su pareja en una celda contigua Herrera "estaba sacado", tenía tomado de las manos a la mujer y luego vio que la arrastraba.
Lo concreto es que en medio de la discusión el sujeto extrajo una gubia (herramienta de carpintería con mango de madera y punta de metal achatada) y atacó con ferocidad a Neri hasta provocarle la muerte.
La autopsia determinó que la víctima presentaba numerosas heridas punzo-cortantes, 36 de ellas en la zona del cuello, 17 en la cara lateral izquierda y 19 en la cara lateral derecha. "La maté, la maté", vociferó Chirete a un carcelero luego de atacar a Neri, mientras salía de la celda con el bebé en brazos.
Otros testimonios indican que Herrera dijo: "Entren a ver, la he matado porque me carnereaba". Y añadió: "Ya se acabó la carnereada".
El fiscal Pablo Rivero sostuvo que Herrera "aprovechó las circunstancias de encontrarse en su celda a sola con su pareja y fuera del alcance de los guardiacárceles para atacar a la mujer, primero mediante golpes de puño en su rostro y luego agredirla salvajemente, dándole múltiples heridas con un arma blanca, siendo las de mayor gravedad las que le asestó en la zona del cuello". En el escenario de la tragedia los peritos forenses hallaron una foto de Andrea Neri sobre la cama del homicida, y en el piso una imagen de San la Muerte y otra del Gauchito Gil.
Herrera llegará al juicio acusado del delito de doble homicidio calificado. El debate se realizará entre el 19 de marzo al 5 de abril en la Sala VI del Tribunal de Juicio. Junto a él serán juzgados cinco miembros del Servicio Penitenciario, cuatro de ellos por incumplimiento de los deberes de funcionario público. Se trata de Juan Carlos Gutiérrez, José Luis Ávalos, Fernando Daniel Velázquez y Héctor Augusto Franco. Nelson Alexander Cardozo será juzgado por abandono de persona seguido de muerte.
El Tribunal de Juicio estará integrado por los jueces Guillermo Pereyra, Mónica Muksdi y José Luis Riera.