El misterioso audio, en el que el expresidiario Gustavo Alberto Tolava relata a alguien -que lo interroga como periodista- los detalles de un complot para atacar al intendente Gustavo Sáenz sigue generando noticias, pero sin esclarecimiento a la vista.
Luego de una pericia sobre los celulares de los imputados, la jueza de Garantías Claudia Puertas hizo lugar al pedido de revisión de la prisión preventiva solicitado por las defensas de Tolava (32), Pablo Federico Delaloye Navarro (40) y Juan Daniel Urzagaste (23), y ordenó su libertad, imponiéndoles medidas sustitutivas.
Las incógnitas de la causa incluyen la reconstrucción, nunca hecha, de cómo se grabó la narración de Tolava, quien aseguraba que Delaloye lo había contratado para atentar contra el automóvil de Sánez e intimidarlo. El Gobierno municipal asoció ese relato con el prolongado conflicto que la administración capitalina mantiene con los propietarios de boliches que fueron desplazados de la Balcarce. No obstante, nunca se supo cómo llegó a manos del medio digital que lo difundió.
Tampoco resulta claro por qué fueron detenidos los tres, siendo que la única prueba era el relato de Tolava y la existencia de una reunión, en la que, según Delaloye, hablaron de otros temas.
La inspección del celular de Tolava evidenció que la narración habría sido sugerida por otra persona y, también, arrojó pruebas de que en el encuentro en una estación de servicio solo acomodaron cargas por un problema “de caballeros”.
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El misterioso audio, en el que el expresidiario Gustavo Alberto Tolava relata a alguien -que lo interroga como periodista- los detalles de un complot para atacar al intendente Gustavo Sáenz sigue generando noticias, pero sin esclarecimiento a la vista.
Luego de una pericia sobre los celulares de los imputados, la jueza de Garantías Claudia Puertas hizo lugar al pedido de revisión de la prisión preventiva solicitado por las defensas de Tolava (32), Pablo Federico Delaloye Navarro (40) y Juan Daniel Urzagaste (23), y ordenó su libertad, imponiéndoles medidas sustitutivas.
Las incógnitas de la causa incluyen la reconstrucción, nunca hecha, de cómo se grabó la narración de Tolava, quien aseguraba que Delaloye lo había contratado para atentar contra el automóvil de Sánez e intimidarlo. El Gobierno municipal asoció ese relato con el prolongado conflicto que la administración capitalina mantiene con los propietarios de boliches que fueron desplazados de la Balcarce. No obstante, nunca se supo cómo llegó a manos del medio digital que lo difundió.
Tampoco resulta claro por qué fueron detenidos los tres, siendo que la única prueba era el relato de Tolava y la existencia de una reunión, en la que, según Delaloye, hablaron de otros temas.
La inspección del celular de Tolava evidenció que la narración habría sido sugerida por otra persona y, también, arrojó pruebas de que en el encuentro en una estación de servicio solo acomodaron cargas por un problema “de caballeros”.
La nueva situación
La acusación contra Tolava, Delaloye Navarro y Urzagaste es provisoria, por coacción agravada, instigación a cometer un delito y asociación ilícita. La jueza estimó que ya no hay peligro de entorpecimiento y sustituyó la prisión preventiva.
Los tres deben fijar domicilio, ir todos los lunes a la fiscalía actuante y evitar cualquier contacto, acercamiento o acto de violencia física o psíquica con el intendente Sáenz.