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A cara o cruz, en un año de vacas flacas

Viernes, 02 de marzo de 2018 00:00

El discurso de Gustavo Sáenz es el reflejo de sus aspiraciones explícitas de competir seriamente por la gobernación, el año próximo.

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El discurso de Gustavo Sáenz es el reflejo de sus aspiraciones explícitas de competir seriamente por la gobernación, el año próximo.

Ya falta poco y el intendente arranca su tercer año de mandato con un gabinete remozado. Su prioridad, quedó claramente explicitado en el discurso, son las obras y la calidad de los servicios públicos.

La obra pública siempre es el aval que puede ofrecer un intendente. Las mejoras en el pavimento y el transporte repercuten fuertemente en el ánimo colectivo cuando están concluidas. Sáenz piensa que en el próximo verano podrá ofrecer logros importantes y decisivos.

Lo mismo, con la provisión de agua a todos los barrios y con el control de las inundaciones.

Esa es la agenda más dura y es la carta electoral de Cambiemos País. La reunión del miércoles pasado con el ministro Rogelio Frigerio dejó en claro que la solidaridad del intendente y su equipo con el Gobierno nacional es sustantiva.

Para los protagonistas, las incertidumbres nacionales y provinciales son condicionantes.

Falta plata y están dispuestos a jugar a cara o cruz.

La obra pública es, en el país, en la provincia y en la ciudad, una demanda perentoria luego de una década de inacción y desinversión.

El plan hídrico es ambicioso. Se proyectan represas en los campos militares, desarrollo de drenajes en la ciudad y en las cuencas metropolitanas y obras globales que demandarán presupuestos millonarios. Sáenz mencionó los trabajos ejecutados en el canal Tinkunaku, las obras en la cisterna gigante de la plaza Gurruchaga y el inminente convenio con la Nación para reconstruir el canal Tineo en la zona oeste.

Se trata de responder a una demanda muy fuerte y, como ocurre con estas cosas, será cuestión de "cumplir o cumplir" las promesas.

Los colaboradores directos de Sáenz aseguran que él muestra un optimismo inclaudicable y mucha confianza en la consolidación del equipo y el apoyo del Concejo.

Sáenz, por cierto, no basa el optimismo en las perspectivas financieras inmediatas.

Aunque, aseguran, la relación con el Gobierno provincial viene mejorando, saben que este año habrá menor flujo de fondos. Hay recursos provinciales que no llegarán, entre otras coas porque la coparticipación fue bajada del 15 al 13,5% de los fondos que llegan a la Provincia. Además, la administración nacional ya advirtió que las obras deberán ejecutarse a un ritmo más moderado.

No existe riesgo de déficit ni previsiones inmediatas de endeudamiento, pero este será un "año de vacas flacas".

"No hemos tomado deuda, por el contrario, nos desendeudamos, disminuyó la estructura de personal, y estamos orientados a generar proyectos para obtener recursos para obras. Son datos de la realidad y es mi compromiso seguir por este camino", sintetizó Sáenz.

Las obras públicas y el equilibrio fiscal son la carta que exhibe ante la ciudadanía y también ante el Gobierno nacional.

En este punto, Sáenz está obligado a participar activamente del pacto fiscal, que supone moderación de gastos, transparencia y disminución de la presión impositiva. En este punto, como en el control del comercio ilegal, la fiscalización estará a cargo de un empresariado que comparte los objetivos pero que respira una atmósfera de incertidumbres.

Sáenz no lo mencionó pero la plena normalización comercial de la Balcarce, un paseo hoy pacificado, será fundamental para optimizar la armonía con ese sector del comercio.

Otro punto, del que se habla con preocupación en la intimidad del Gabinete municipal, es el deterioro de la calidad de vida en los barrios salteños. El incremento de la mortalidad de recién nacidos (según datos recogidos por el mismo gobierno comunal), la violencia doméstica y juvenil y la inseguridad requieren políticas que van más allá de lo asistencial.

Esas dificultades son el reflejo de una provincia empobrecida y también son señal de problemas de Estado en el largo plazo. De esto se habló el miércoles con Frigerio, en la reunión con las figuras más notorias de Cambiemos País.

Allí se desarrolló una agenda de análisis político y de perspectivas de gestión. Sáenz ratificó su alianza con el macrismo y el macrismo, a su vez, le ratificó su confianza.

 

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