Un auto secuestrado y dos inspectores amenazados de muerte. Esta es la síntesis de lo que vivieron dos trabajadores de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMT) que el sábado pasado fueron amenazados con un cuchillo luego de que secuestraran un remise ilegal. El operativo se realizó en Castañares, en la zona norte.
Este incidente encendió el alerta del organismo y del gremio que nuclea a los inspectores. “El problema de fondo se da porque durante mucho tiempo existía una suerte de impunidad con los ilegales. Y desde enero a la fecha nosotros ya secuestramos 155 vehículos ilegales”, señaló el titular de la AMT, Federico Hanne.
El funcionario aseguró que la reacción violenta es porque “con los secuestros el tema se va complicando, porque al no tener los autos se les hace difícil seguir operando”. También contó que siempre procuran tener consigna policial en cada uno de los operativos, por los riesgos que de ellos surgen.
Los taxistas y remiseros legales constantemente están pidiendo que se intensifiquen los controles al transporte ilegal, ya que consideran que se transforma en una competencia desleal, porque no pagan impuestos. Las remiseras truchas proliferan en los barrios.
Hanne contó que por un tema de seguridad jurídica, porque los operativos son controvertidos, ellos filman todo. “Los agentes tienen una cámara gopro en el chaleco y se registra el 100% de los operativos. Esta vez lograron tapar la cámara, pero se tomaron imágenes y el audio. La policía está trabajando para encontrarlos”, aseguró.
La AMT cuenta hoy en día con unos 30 inspectores, que se reparten entre área metropolitana y el interior de la provincia. Consultados sobre cómo es el trabajo para la detección de los “truchos”, señalaron que muchas veces se los localiza por los panfletos que reparten en los barrios, y allí se va a controlar.
“Una vez que labramos el acta el vehículo es secuestrado y luego de 180 días puede ser retirado. La multa es muy grande”, concluyó Hanne.
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Un auto secuestrado y dos inspectores amenazados de muerte. Esta es la síntesis de lo que vivieron dos trabajadores de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMT) que el sábado pasado fueron amenazados con un cuchillo luego de que secuestraran un remise ilegal. El operativo se realizó en Castañares, en la zona norte.
Este incidente encendió el alerta del organismo y del gremio que nuclea a los inspectores. “El problema de fondo se da porque durante mucho tiempo existía una suerte de impunidad con los ilegales. Y desde enero a la fecha nosotros ya secuestramos 155 vehículos ilegales”, señaló el titular de la AMT, Federico Hanne.
El funcionario aseguró que la reacción violenta es porque “con los secuestros el tema se va complicando, porque al no tener los autos se les hace difícil seguir operando”. También contó que siempre procuran tener consigna policial en cada uno de los operativos, por los riesgos que de ellos surgen.
Los taxistas y remiseros legales constantemente están pidiendo que se intensifiquen los controles al transporte ilegal, ya que consideran que se transforma en una competencia desleal, porque no pagan impuestos. Las remiseras truchas proliferan en los barrios.
Hanne contó que por un tema de seguridad jurídica, porque los operativos son controvertidos, ellos filman todo. “Los agentes tienen una cámara gopro en el chaleco y se registra el 100% de los operativos. Esta vez lograron tapar la cámara, pero se tomaron imágenes y el audio. La policía está trabajando para encontrarlos”, aseguró.
La AMT cuenta hoy en día con unos 30 inspectores, que se reparten entre área metropolitana y el interior de la provincia. Consultados sobre cómo es el trabajo para la detección de los “truchos”, señalaron que muchas veces se los localiza por los panfletos que reparten en los barrios, y allí se va a controlar.
“Una vez que labramos el acta el vehículo es secuestrado y luego de 180 días puede ser retirado. La multa es muy grande”, concluyó Hanne.
Miedo del gremio
Adrián Amen es titular de la filial salteña de la Asociación del Personal de los Organismos de Control y se mostró preocupado por lo ocurrido.
“Desde el gremio estamos preocupados. No es la primera vez que los inspectores son amenazados. Ellos están expuestos en cada uno de los puestos”, dijo.
El sindicalista contó que lo que más los alarmó es que estas personas que los amenazaron los querían atacar con cuchillos y les dijeron a los inspectores que conocían a sus familias y dónde viven.
Amen también contó que se reunió con funcionarios de AMT para exigir que se les brinde seguridad a los trabajadores; al tiempo que señaló que pedirá una reunión con el secretario de Seguridad de la Provincia.
Por último, aseguró que ya tuvieron un caso de un inspector que fue atacado a palos por personas a las que le quitaron un vehículo.