Parece maldición. La autopista de la ruta nacional 50, apenas 22 kilómetros que unen Pichanal con Orán, no puede ser inaugurada todavía a pesar de las mil y una promesas realizadas por los funcionarios de turno al respecto.
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Parece maldición. La autopista de la ruta nacional 50, apenas 22 kilómetros que unen Pichanal con Orán, no puede ser inaugurada todavía a pesar de las mil y una promesas realizadas por los funcionarios de turno al respecto.
El anuncio de la obra que va a poner alivio a los conductores que se ven obligados a transitar a diario por dicho tramo se hizo en 2007, cuando fue licitada y el plazo de construcción original era de dos años.
Es decir que tendría que haber sido inaugurada en 2009 o 2010, si se considera que los trabajos comenzaron en 2008.
Pero pasaron diez años, varios anuncios de inauguración, dos administraciones nacionales, varias de Vialidad y dos provinciales y la obra sigue en veremos.
Y siempre hay un pero.
Lo peor del caso es que en este los peros son varios. Veamos.
A partir de los reclamos de los vecinos y de la recurrencia de accidentes fatales, ya en 2012 el entonces ministro de Gobierno, Julio César Loutaif, oranense por cierto, anunció que la obra se concluiría en 2014.
Ese año, por su parte, el diputado nacional Pablo Kosiner anunció como fecha definitiva de habilitación el 2015, A su vez, ese año, Javier Iguacel, director de Vialidad Nacional, anunció como fecha definitiva el 2016, luego desde la Casa Rosada se dijo que en diciembre del año pasado.
Último plazo incumplido
Finalmente, Francisco Bloser, director de Vialidad Nacional en Salta, dijo que la obra que encara la empresa Dycasa estaría concluida y sería inaugurada en marzo del corriente. Pero el mes se va y no hay novedades al respecto.
Las explicaciones son muchas y hay prácticamente una para cada año de demora. Actualmente lo cierto es que los responsables de la obra advirtieron que los problemas desatados en el ingenio Tabacal, ante el despido de casi 200 operarios, los pertinaces reclamos de los vecinos de Yrigoyen, acerca de que se construyan rotondas de acceso y no puentes elevados con distribuidores, y un grupo de desocupados de Pichanal que insisten con conseguir puestos de trabajo en la obra, pueden entorpecer cualquier acto que se programe para habilitarla al tránsito.
Además, hay que ser sinceros y acotar que el tiempo de espera de una estructura casi finalizada hizo que las lluvias constantes del último verano produjeran baches en algunos tramos y los inspectores de Vialidad no están dispuestos a recibir la obra con esos problemas de arrancada.
Por lo demás, se sabe que desde la repartición nacional ya decidieron habilitarla al tránsito y seguir luego con los trabajos que quedan pendientes, como las defensas para que no suban animales al camino y los accesos en Yrigoyen.
Las dudas están en saber si podrían venir autoridades nacionales de primer nivel a la inauguración, básicamente por cuestiones de seguridad, dado lo agitada que está la zona.