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El colmo de los colmos: "Falta la tijera en el botiquín", le dijo

La familia debió abonar 700 pesos bolivianos para que no los llevaran detenidos.
Viernes, 09 de marzo de 2018 00:00

Anahí recordó que "cuando nos faltaban unos pocos kilómetros para llegar a Santa Cruz de la Sierra apareció un policía en moto. Nos hizo señas de que nos tiremos al costado de la banquina. Como no conocíamos la ruta íbamos despacio por lo que a esa hora ya estaba comenzando a oscurecer. El policía nos hizo bajar a todos y comenzó a revisarnos. Me pidió revisar el botiquín y me dijo: "Acá falta la tijera'. Yo le expliqué que en los botiquines no se exige ese elemento y a los gritos me repitió algo que habíamos escuchado antes: "Este no es su país, acá las reglas las ponemos nosotros y usted tiene que obedecer. Yo le digo que acá falta la tijera y si no quiere que los llevemos detenidos a todos me tiene que dar 700 pesos bolivianos'. Tuve que darle ese dinero (algo así como 2.300 pesos argentinos) y de nuevo agachar la cabeza porque era tal el maltrato, que sabíamos que estábamos a merced de esa gente, que podían inventar cualquier cosa, que era nuestra palabra contra la de ellos y como bien decían ese era su país, no el nuestro", contó.

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Anahí recordó que "cuando nos faltaban unos pocos kilómetros para llegar a Santa Cruz de la Sierra apareció un policía en moto. Nos hizo señas de que nos tiremos al costado de la banquina. Como no conocíamos la ruta íbamos despacio por lo que a esa hora ya estaba comenzando a oscurecer. El policía nos hizo bajar a todos y comenzó a revisarnos. Me pidió revisar el botiquín y me dijo: "Acá falta la tijera'. Yo le expliqué que en los botiquines no se exige ese elemento y a los gritos me repitió algo que habíamos escuchado antes: "Este no es su país, acá las reglas las ponemos nosotros y usted tiene que obedecer. Yo le digo que acá falta la tijera y si no quiere que los llevemos detenidos a todos me tiene que dar 700 pesos bolivianos'. Tuve que darle ese dinero (algo así como 2.300 pesos argentinos) y de nuevo agachar la cabeza porque era tal el maltrato, que sabíamos que estábamos a merced de esa gente, que podían inventar cualquier cosa, que era nuestra palabra contra la de ellos y como bien decían ese era su país, no el nuestro", contó.

Al llegar a Santa Cruz de la Sierra, la joven tartagalense se dirigió al consulado donde dejó expuesta la situación. "Me dijeron que el cónsul no se encontraba pero que ya me iba a llamar. Por supuesto que nunca me llamó. Me dijeron que haga la denuncia contra la policía pero teníamos mucho miedo. Guardamos el auto en el hotel porque teníamos miedo de que nos hayan seguido y solo lo sacamos cuando estábamos por regresar. Fuimos a una estación de servicio a cargar nafta y allí, cuando vieron que la patente era Argentina nos dijeron que la nafta costaba tres veces más para nosotros. Y tuvimos que cargar a ese precio, no nos quedó otra opción".

Anahí y su familia regresaron a Tartagal y en el trayecto de vuelta desde Santa Cruz de la Sierra a Yacuiba "había policías cobrando, pero nos pidieron solo nuestra voluntad y por lo menos no nos trataron mal, no nos amenazaban. Estábamos agradecidos de que nos cobren sin maltratarnos".

 

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