La presión sobre el presidente de Francia, Emmanuel Macron, para que dé marcha atrás con sus reformas de ajuste económico creció hoy con protestas de miles de estudiantes en universidades de todo el país, en medio de un creciente conflicto entre el Gobierno y la empresa pública de ferrocarriles que tiene en vilo a millones de personas.
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La presión sobre el presidente de Francia, Emmanuel Macron, para que dé marcha atrás con sus reformas de ajuste económico creció hoy con protestas de miles de estudiantes en universidades de todo el país, en medio de un creciente conflicto entre el Gobierno y la empresa pública de ferrocarriles que tiene en vilo a millones de personas.
Los ferroviarios realizaron hoy la segunda jornada de una serie de 36 huelgas nacionales de dos días por semana que tienen previsto llevar a cabo hasta fines de junio, una medida que pone en jaque un servicio básico del cual Francia se enorgullece y que utilizan 4,5 millones de personas por día.
Y, como si fuera poco, el personal de Air France, que ayer realizó una jornada de huelga, anunció hoy cuatro días de paro este mes (el 17, el 18, el 23 y el 24 de abril), al término de una infructuosa reunión con la dirección de la compañía aérea y los sindicatos.
Protestas en París. Foto agencia AP.
Macron, que asumió la presidencia en mayo pasado con la voluntad de "transformar" a Francia, logró hasta ahora imponer sin gran resistencia su políticas económicas de ajuste, incluida una polémica reforma laboral que sacó por distintos decretos gracias a una autorización especial del Parlamento.
Huelga ferroviaria. Foto agencia AP.
Pero esta vez se enfrenta a una tarea mucho más difícil al intentar reformar una empresa pública ferroviaria (SNCF) que, con 147.000 empleados, ya consiguió doblegar la voluntad reformista de varios gobiernos franceses en las últimas décadas.
Para justificar su reforma, el gobierno hace hincapié en la enorme deuda de la empresa pública, en la necesidad de prepararla para la próxima apertura a la competencia y sus importantes costes.
Alto acatamiento a la huelga ferroviaria. Foto agencia AP.
Desde el Ejecutivo francés insisten en que hacer circular un tren en Francia cuesta un 30% más caro que en otras partes de la Unión Europea (UE).
Apenas uno de cada siete trenes de alta velocidad (TGV) y uno de cada cinco trenes regionales operaron hoy, según la SNCF, que indicó que cerca del 30% de sus empleados participaron en la segunda jornada de huelga, un poco menos que la víspera.
Alto acatamiento
Ayer, en la primera jornada de huelgas, solo circuló un TGV de cada ocho y un tren regional de cada cinco, por lo que muchos franceses optaron por trabajar desde su casa.
La huelga provocaba también enormes atascos alrededor de las principales ciudades del país, con embotellamientos de 350 kilómetros en la región parisina, es decir el doble de lo habitual.
Las cuatro centrales ferroviarias esperan con este escenario forzar una marcha atrás del gobierno, que por boca de su primer ministro, Edouard Philippe, ha defendido una "reforma ambiciosa" frente a un "statu quo que no es aceptable" porque cada año la compañía absorbe 14.000 millones de euros de dinero público.
Una inyección, estimó el premier, que no evita que su deuda se incremente en 3.000 millones de euros al año (casi 47.000 millones al terminar 2017) y que "la calidad del servicio público se deteriore".
Las protestas son lideradas por la CGT francesa. Foto agencia AP.
Su intención es aprobar por decreto dentro de poco más de un mes un programa para abrir el tráfico ferroviario a la competencia, que comenzará en 2020 con los TGV.
Los puntos de la reforma
El punto más conflictivo es el fin de nuevas contrataciones con el estatuto laboral específico al que están acogidos el 90 % de los empleados. Ese estatuto les permite, por ejemplo, jubilarse a partir de los 57 años -en lugar de los 62 años para la población general-, pero también les ofrece una garantía de empleo de por vida y unos salarios relativamente elevados, que compensan las obligaciones de servicio en horarios de noche y durante los feriados.
El presidente francés se juega parte de su credibilidad en este asunto y no puede dar marcha atrás ante los ferroviarios después de haber acusado varias veces a sus predecesores de inmovilismo
Incidentes en las calles. Foto agencia AP.
El portavoz del Ejecutivo francés, Benjamin Griveaux, insistió en que "la transformación" de la compañía estatal de ferrocarriles SNCF se hará "hasta el final, con calma y una gran determinación".
Cambios en el ingreso a la universidad
Mientras tanto, los estudiantes de dos universidades en París y Lyon bloquearon los edificios de la facultad en protesta por los planes de Macron de hacer que la entrada a la universidad sea más selectiva, uniéndose a una serie de sentadas a nivel nacional que han interrumpido las clases durante semanas.
Los sindicatos y los izquierdistas franceses han pedido sistemáticamente a los estudiantes y trabajadores que se unan para resistir a Macron en una nueva celebración, 50 años después, de las afamadas manifestaciones antigubernamentales de mayo de 1968.
Trabajadores ferroviarios coparon las calles. Foto agencia AP:
El presidente, un exbanquero de inversión de 40 años, prometió remodelar Francia con reformas de largo alcance diseñadas para aumentar el crecimiento económico y reducir la creciente deuda pública.