El Instituto Provincial de Salud (IPS) descubrió de manera fortuita unas posibles facturaciones apócrifas realizadas por dos sanatorios de la ciudad de Orán. La investigación interna está aún abierta pero ya hay radicada una denuncia penal en la Justicia, que también investiga los hechos.
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El Instituto Provincial de Salud (IPS) descubrió de manera fortuita unas posibles facturaciones apócrifas realizadas por dos sanatorios de la ciudad de Orán. La investigación interna está aún abierta pero ya hay radicada una denuncia penal en la Justicia, que también investiga los hechos.
Lo que pasó fue que en octubre pasado una empleada del IPS de Orán fue trasladada a Salta y sus flamantes compañeros le preguntaron cómo se estaba recuperando de su internación, a lo que la norteña, sorprendida, respondió que nunca había sido internada "gracias a Dios".
Una vez que los responsables de las áreas de auditoría de la obra social provincial fueron puestas al tanto de la extraña situación comenzaron una investigación interna y agentes del IPS viajaron a Orán para tomar contacto con algunos pacientes supuestamente atendidos en el sanatorio de marras.
Hasta donde se pudo establecer, de cinco casos tomados al azar a partir de las fichas de distintos afiliados, en cuatro las personas encuestadas manifestaron no haber solicitado nunca las prestaciones supuestas facturadas.
La alerta cundió entre las autoridades del IPS, quienes decidieron profundizar en el tema. Para su sorpresa, con afiliados supuestamente atendidos en otra clínica privada de Orán, pasó lo mismo. Varios dijeron que no habían sido atendidos, al menos en las fechas que figuran en las facturas.
Como los hechos investigados ocurrieron en los últimos meses de 2017, el Instituto creó en diciembre la Unidad de Prevención y Detección del Fraude, que trabaja junto a la auditoría interna.
El presidente del IPS, Martín Baccaro, especificó que "a pesar de que la investigación está abierta todavía, ya hay una denuncia penal radicada por la obra social y otra de una clínica de Orán, donde se denuncian los hechos para que se investiguen".
El médico reconoció por otra parte que es muy difícil de probar que las prestaciones nunca se hicieron. "Puede haber pasado que una persona se haya hecho atender con una carné prestado por otra. Y el médico tratando puede no haberse dado cuenta nunca", explicó.
"Y también puede ser al revés: que el médico sabía y en vez de atenderlo gratis, que es lo que correspondería, utilizó a sabiendas un carné de otro para facturar las prestaciones", amplió el médico.
Y también "puede haberse inventado una historia clínica, que sería el caso más grave. En definitiva, todo debe ser investigado y probado por la Justicia", dijo Baccaro.
Por otra parte, el profesional de la salud aprovechó la oportunidad para llevar un mensaje a los afiliados para que tomen conciencia del valor de contar con una obra social.
"Siempre hay que tener presente que el servicio que se factura significa recursos que no estarán disponibles para otro afiliado. Si todos somos mas responsables, tendremos una mucho mejor obra social", definió el titular del IPS.
Lo que en otras palabras quiso decir el funcionario es que caben responsabilidad compartidas: de la obra social por no tener los suficientemente aceitados los mecanismos de auditoría; de las prestadoras por no controlar lo suficiente si el que se hace atender es efectivamente beneficiario y de los mismos afiliados que prestan alegremente sus carnés a otras personas.
El descargo de González
Una de las instituciones investigadas es la clínica Mayo y otra el sanatorio Güemes.
El doctor Pablo González, senador provincial y socio de esta última aclaró que lo que se está investigando es un hecho aislado que no puede empañar las décadas de trayectoria de nuestra institución, que es impecable y está muy bien vista por todos los vecinos de Orán".