Sacrificio, entrega, un relativo orden táctico, amor propio y, sobre todo, las manos del arquero Mauro Leguiza fueron los basamentos en los que Gimnasia y Tiro edificó la angustiante clasificación a los octavos de final de los play offs, tras vencer en San Juan a Desamparados por penales, 4 a 3, luego de caer por 1 a 0 en los 90 minutos (idéntico resultado a favor del albo se dio en la ida).
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Sacrificio, entrega, un relativo orden táctico, amor propio y, sobre todo, las manos del arquero Mauro Leguiza fueron los basamentos en los que Gimnasia y Tiro edificó la angustiante clasificación a los octavos de final de los play offs, tras vencer en San Juan a Desamparados por penales, 4 a 3, luego de caer por 1 a 0 en los 90 minutos (idéntico resultado a favor del albo se dio en la ida).
El equipo de Víctor Riggio se agigantó desde los doce pasos gracias a los acertados disparos de Jonathan Medina, Pablo Motta, Juan Arraya y Luciano Herrera, pero sobre todo porque el “uno” chaqueño le contuvo los penales a Raponi y a Torres, el segundo tras una providencial volada con enormes reflejos digna de enmarcar en un cuadro (en el tiro decisivo, Perelman la mandó arriba).
Pero el trabajo de la semana tuvo una de cal y otra de arena para el Tano a la hora del partido, porque la pelota parada, aquello que se trabajó incesantemente en los días previos para contrarrestar la altura y el fuerte de los sanjuaninos, no tuvo su rédito ya que el gol “puyutano” llegó por esa vía, a los 4’ del complemento, tras un centro y un cabezazo certero de Ariel Agüero, al que dejaron solo para poner el 1-0 y empatar la serie. Sin embargo, el otro temario que se ensayó incansablemente los tres días anteriores a la revancha sí dio sus frutos, porque Leguiza adivinó casi todo en aquella lotería y los pateadores estuvieron finos, a excepción de Fabio Giménez, que le tiró una “masita” a Perelman, y a López Macri, que reventó el palo en el suyo.
En cuanto al partido, tras superar un ahogo inicial, Gimnasia arrancó defendiéndose con la pelota. Tal es así que en medio del asedio sanjuanino se las ingenió para generar dos acciones claras, la primera en los pies de Toledo y López Macri, y la segunda tras una perfecta habilitación de Motta, quien dejó solo a Giménez, que estuvo errático toda la noche, que se dejó ahogar por Perelman.
El albo era firme en el fondo con Ibarlucea como bastión y a medida que corrían las agujas la desesperación del “víbora” y los yerros del árbitro Arco tensaron el clima del pleito. En el complemento el local ganó en confianza tras el gol y pudo sentenciar la serie con una increíble ocasión desperdiciada entre Farías y chavarría. Al albo le faltó convicción para animarse y resto en la etapa final, y se dedicó a aguantar lo que quedaba. Pero los penales le tenían reservado el capítulo más dulce y feliz a Gimnasia.
las formaciones
Desamparados 1 (3): Perelman; Olivari, Barth, Agüero, Torres ; Jofré, Sottile, Fondacaro, Pietkiewicz, Chavarría y Farías. DT: Víctor Andrada.
Gimnasia 0 (4): Mauro Leguiza; Jonathan Hereñú, Álvaro Cazula, Nelson Ibarlucea y Jonathan Medina; Pablo Agüero; Nicolás López Macri, Fabio Giménez, Pablo Motta y Maximiliano López; Alejandro Toledo. DT: Víctor Riggio.
Gol: ST: 4’ Ariel Agüero (D).
Cambios: ST: 14’ Emanuel Martínez por Jofré (D), 20’ Juan José Arraya por Toledo (GyT), 24’ Luciano Herrera por Maxi López (GyT), 26’ Juan Pablo Raponi por Sottile (D), 32’ Sergio Galvez por Fondacaro (D).
Penales: Convirtieron Medina, Motta, Arraya y Luciano Herrera (en Gimnasia); Farías, Chavarría y Pietkiewicz (en Desamparados). Erraron en Gimnasia: López Macri (pegó en el palo), Fabio Giménez (atajó Perelman). En Desamparados: Raponi, Torres (atajó Leguiza), Perelman (desviado).
Jornada: 16avos de final (Revancha)
Estadio: "El Serpentario" (San Juan)
Árbitro: Alejandro Arco