Más tarde que lo habitual -el fiscal sufrió una demorada- la nueva jornada del juicio que se desarrolla desde el martes 8 del corriente mes contó con cuatro testigos. Uno de ellos, Mauricio Sebastián Borja de 24 años, fue detenido acusado de falso testimonio. Zapatillas blancas, pantalón de jean y mucha preocupación en su rostro, el joven fue el primero en ingresar a la Sala VII del Tribunal de Juicio ubicada en la planta baja del Poder Judicial. La magistrado, Paola Marocco, leyó los fundamentos previo al juramento del testigo, quien asintió tímidamente que iba a decir la verdad.
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Más tarde que lo habitual -el fiscal sufrió una demorada- la nueva jornada del juicio que se desarrolla desde el martes 8 del corriente mes contó con cuatro testigos. Uno de ellos, Mauricio Sebastián Borja de 24 años, fue detenido acusado de falso testimonio. Zapatillas blancas, pantalón de jean y mucha preocupación en su rostro, el joven fue el primero en ingresar a la Sala VII del Tribunal de Juicio ubicada en la planta baja del Poder Judicial. La magistrado, Paola Marocco, leyó los fundamentos previo al juramento del testigo, quien asintió tímidamente que iba a decir la verdad.
Tras reconocer que conoce a uno de los imputados, Carlos Alejandro Pérez Anze (30), alias "Chuky", del barrio 20 de Febrero, y negar la identificación del otro, Marcos David Romero (31), alias "Marquitos", la presidenta del Tribunal solicitó al testigo que se diera vuelta para mirar a los acusados de homicidio criminis causa (dos hechos) en concurso real, en perjuicio de Vicenta Sarapura (72) y Juan Romero (88). "A él sí lo conozco -por Anze-", apuntó Borja.
El tono de voz denotaba cierto nerviosismo en el testigo. Luego de seguir los lineamientos referidos por la presidenta del Tribunal, el joven volvió a sentarse y comenzó a ser interrogado por las partes. El primero en indagarlo, como en cada jornada, fue el fiscal Pablo Rivero. Veinticuatro horas antes, el martes, el representante del Ministerio Público Fiscal no pudo evitar que le subiera la bilirrubina tras ser prácticamente acusado por el testigo Perea, vecino del barrio, de haberlo inducido a ciertas declaraciones en sus testimonios hace tres años, en plena etapa de instrucción. Ayer, tras volver a escuchar contradicciones, el fiscal solicitó la detención de Borja.
Las contradicciones en que incurrió el testigo Borja se dieron en el marco de lo que él mismo expresó en 2015, al ser citado por la Justicia en calidad de testigo.
La primera discordancia de Borja fue al señalar que nunca vivió por un tiempo "prologando" en la casa de su amigo Chuky. En el expediente de la causa figura que sí, que el testigo estuvo cuatro meses en la casa de Anze, dado que en ese momento estaba mal con su familia. Sin embargo, la incoherencia más importante y donde incluso intervinieron los magistrados y uno de los defensores, fue cuando le preguntaron a Borja si había recibido plata de la madre de Chuky, Pérez Anze, para mentir que había estado con su hijo el lunes 22 de junio de 2015, jornada previa al crimen.
Por decisión del Tribunal el testigo fue apartado a una habituación contigua donde esperó la decisión de los jueces. Al cabo de un cuarto intermedio de 15 minutos, cerca de las doce del mediodía, la presidenta del cuerpo colegiado dio a conocer la detención de Borja por haber incurrido en el delito de "falso testimonio" previsto en el artículo 275 del Código Penal.