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Disminuyeron notoriamente las ventas en el sur de Bolivia

La devaluación del peso argentino se hizo sentir con fuerza en Yacuiba y Pocitos.Las caras largas de los comerciantes bolivianos establecidos allí lo dicen todo.
Lunes, 21 de mayo de 2018 00:00

La feria que se instala sobre la calle principal de San José de Pocitos, Bolivia, justo al otro lado de la frontera, estaba vacía de compradores argentinos el fin de semana pasado.

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La feria que se instala sobre la calle principal de San José de Pocitos, Bolivia, justo al otro lado de la frontera, estaba vacía de compradores argentinos el fin de semana pasado.

Como se sabe, la feria se instala a continuación del puente internacional que divide ambos países y a diferencia de lo que sucedía cualquier sábado hasta hace un mes atrás, lucía casi desolada.

Solo era posible hallar un puñado de clientes que fueron de las localidades del departamento San Martín, que siguen prefiriendo recorrer la distancia que media entre sus pueblos y la frontera y revolver los estantes de la feria de usados que se instala a continuación de la plaza principal de Pocitos.

"Estamos preocupados, no se vende casi nada", expresó ante la consulta de El Tribuno Magdalena, una comerciante boliviana, propietaria de uno de los locales que sacan su mercadería para ofertarla en medio de la calle ubicada a pocos metros del puente internacional.

"Un camperón para niño que estaba a $300 ahora lo tenemos a $420 porque si no, no ganamos nada", explicó otro comerciante que prefirió dejar algunas pocas prendas al precio que estaba antes de la devaluación del peso argentino, como los 3 pares de medias de colores para damas que los sigue vendiendo a 25 pesos.

La coca, el mejor referente

La hoja de coca especial que se vende en Yacuiba, según los consumidores la más rendidora y de mucho mejor sabor, es la mejor referencia de que el peso argentino cada día vale menos y por lo tanto todo se vuelve más caro para quienes quieren comprarla.

La coca que hasta hace unos días se vendía a 100 pesos argentinos el cuarto kilo, hoy está a $130. Pero como sucede con prácticamente todos los otros productos, a pesar de la devaluación, sigue siendo conveniente ir a Bolivia para los que viven cerca.

Y es por eso que un sector de la población que antes no solía cruzar el puente internacional comienza a recorrer los precarias puestos de la feria de Pocitos: los aborígenes.

A 26,50 pesos argentinos cambiaban el dólar en Yacuiba el fin de semana. Esa fue la cotización brindada por una chica cambista que con su pequeño mostrador se ubica a pocos metros de la línea de frontera.

"El valor del peso argentino ha bajado de 3,80 a 2,65. Es decir que 100 pesos argentinos son 26,50 pesos nuestros", explicó con una sonrisa al referirse a que 1 dólar en Bolivia equivale a $26,50 de la moneda argentina. Aunque nuestra moneda, en los bancos de nuestro país, haya cerrado el viernes a $25,10 en Bolivia, al momento de intentar hacer un cambio por moneda americana el peso argentino siempre vale menos.

Sigue siendo barato

Pero aún así y con una moneda tan depreciada como el peso argentino, un par de zapatos para hombre, para todo andar, sigue siendo notoriamente más económico que en cualquier negocio argentino.

Valen 750 pesos estos zapatos deportivos. A ese precio lo tenemos ahora aunque hace unos días estaba a $600. Y si lo ponemos más caro menos vamos a vender", explicó el dueño de otro comercio, donde un par de botas largas para dama se pagan $900 argentinos.

Mariana es argentina pero hace años que vive en San José de Pocitos, donde tiene una peluquería, un rubro que a los argentinos le sigue conviniendo. "Sale $80 pesos un corte de pelo y 100 si es muy largo", explicó en la puerta de su negocio, donde varias jóvenes esperaban para ser atendidas.

Otro de los rubros que poco se resintió con la devaluación es el gastronómico, porque los restaurantes y comedores siguen repletos.

"Cuando salimos a comer venimos acá porque la comida es rica, abundante y mucho más barata que en Tartagal. Por lo que pagamos acá un plato de lechón con papas fritas, gaseosa y postre allá no comemos ni un sandwich", explicó una joven docente de Tartagal, que con su esposo y dos niños aprovecharon el sábado para hacer algunas compras pero sobre todo para salir a almorzar, a 50 kilómetros de su casa.

Otro de los productos que prácticamente duplicó su precio para los argentinos es la pasta dental. Hasta hace un par de semanas se vendía a 50 pesos un pack de tres potes y ahora no se consigue a menos de $30 pesos cada uno.

La estevia, edulcorante natural, que antes costaba $75 el pote y ahora vale $100, es otro de los productos que refleja la depreciación de la moneda.

"El médico me dijo que no consuma azúcar y la estevia no da ningún gusto raro y dura mucho más", dijo una señora mayor que apuntó también que "un juego de cortinas, por ejemplo, estaba a $300 y hoy no baja de los $420".

 

 

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