¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

20°
24 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Nancy Sosa: “Hoy las líderes pronuncian sus argumentos y ejercen sus derechos a pleno”

La salteña analiza los liderazgos políticos femeninos más actuales. Toma como modelo al feminismo por la igualdad y al feminismo por la diferencia.
Viernes, 15 de junio de 2018 09:44

 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

 

Marina Cavalletti
El Tribuno


“Las líderes contemporáneas ya no alzan desmedidamente la voz para hacer valer sus argumentos y derechos: los pronuncian y los ejercen”, repite la periodista y escritora salteña Nancy Sosa entre las páginas de “El poder femenino”, un ensayo sobre el liderazgo político de las mujeres del siglo XXI, lanzado recientemente por editorial Planeta.
Sobre el origen de su análisis, la autora le dijo a El Tribuno que la motivó a escribir este libro “una idea contrapuesta acerca del poder cuando me interrogué acerca de qué habrá pasado con algunas que habían tenido mucho poder en las décadas del 80 y del 90, cuando retomamos la democracia y descubrimos que podíamos volver a la política. Lo hice desde el punto de vista del periodismo político”.
Sosa trabajó en las agencias Noticias Argentinas e Interdiarios, después de haber tenido un antecedente -antes de la dictadura- en Télam.
“Me especialicé en política y comencé a preguntarme si las mujeres con poder podían mantenerlo durante mucho tiempo. Allí descubrí -casi como si fuese una regla no escrita- que doce años son lo suficiente como para que una mujer o un hombre permanezcan en el poder desarrollando un proyecto. Estos casos son excepcionales, pero en este momento tenemos uno vigente: Ángela Merkel, que ya comenzó su tercer mandato de cuatro años. Y vemos cómo se empieza a debilitar su poder, poder que ejerció en toda su magnitud durante doce años”.
La escritora explicó que “la inspiración para el libro comienza en la década del 60. que para mí -que nací en el 45- tiene mucha importancia ya que se produjeron enormes transformaciones en el mundo y sobre todo se abrieron muchísimas puertas para que la mujer pudiera realizarse, en todos los sentidos: desde liberarse sexualmente de muchas ataduras y tabúes que venía arrastrando por siglos, hasta estudiar decididamente carreras universitarias sin que nadie se lo impida. Y, sobre todo, pensar en una realización personal.Tradicionalmente estaba recluida en su esfera privada. Mujeres de mi generación, en esa época decidieron salir al mundo. No solamente a trabajar, cosa que ya se hacía, sino con otra mirada respecto de lo que es el trabajo y el poder dentro de los distintos ámbitos. Allí descubrí que en 1960, solamente en sistemas democráticos, aparecían en el mundo las primeras jefas de Estado. Sus liderazgos se detallan y desarrollan en el libro Benazir Bhuttó (Pakistán), Sirimavo Bandaranaike (Sri Lanka), Indira Ghandi (India), Margaret Thatcher (Gran Bretaña) y antes de eso Golda Meir (Israel), que fue una de las líderes más resonantes de la última parte del siglo XX”.

Mujeres del nuevo siglo

“La investigación avanza sobre el siglo XXI, donde encuentro que realmente empiezan a desarrollarse los liderazgos femeninos, con los atributos que las mujeres encarnan por naturaleza. Y digo naturaleza porque yo creo fervientemente que la mujer viene ya, desde su nacimiento, con algunas condiciones, características, atributos que la hacen diferente del hombre. Esta es una singularidad que quiero marcar en el libro”, agrega y describe: “Luego lo traslado al plano político y observo que así como la mirada masculina sobre el poder estuvo muy presente en todos los desarrollos bélicos, económicos en el mundo - durante siglos- ahora emerge un punto de vista femenino sobre el poder que puede hacer un aporte muy interesante a la forma de ejercer la política.”
Autora también del libro “La construcción de la identidad pública”, Sosa contó que se basa especialmente en Hannah Arendt, “quien hace una diferenciación sobre las definiciones del poder que hasta entonces se basaban en la mirada del hombre exclusivamente. Ella propone que la política no tiene por qué ser violenta, como estaba planteada hasta entonces, y también dice que tiene que estar al servicio de los demás, algo que últimamente están planteando algunas líderes latinoamericanas y en la Argentina. En este libro no hay un enfoque partidizado. Se analiza incluso, la ideología y su vigencia en ese momento”.
La salteña, quien cubrió viajes presidenciales a Siria, Estados Unidos, Colombia y varias Cumbres de las Américas, considera que “esta mirada ablanda la forma de entender lo que es el poder político y se direcciona hacia acciones pacificas. Algunos de los liderazgos del siglo XXI, que son los que tenemos más frescos, se tratan en el libro y son muy dispares. En latinoamérica, la que mejor lo expresa, y lo demostró en dos oportunidades, es Michelle Bachelet. Presenta rasgos muy femeninos en todo su desempeño político, inclusive por todo lo que se ha preocupado por las mujeres de su país y el mundo cuando estuvo a cargo de ONU mujeres, que están dispuestas a escuchar a sus pares. En este siglo la política no es un campo de batalla, sino que hay que utilizar el dialogo y consenso para lograr acuerdos que nos favorezcan a todos”.
En el libro, Sosa analiza los liderazgos de Cristina Fernández de Kirchner, de Dilma Rousseff y -aunque no sean jefas de Estado- Gabriela Michetti y María Eugenia Vidal, que tienen liderazgos muy firmes.

El contexto feminista


En el marco actual del movimiento feminista, la escritora aclara que “el libro no desarrolla un perfil muy feminista. No desconoce al feminismo, sino todo lo contrario. Toma como modelo al feminismo por la igualdad y al feminismo por la diferencia . Tenemos que agradecer a las feministas por la igualdad por todo el trabajo enorme que han hecho para conseguir que los derechos de las mujeres sean ratificados legislativamente. Además no solamente han pensado en las mujeres sino también en las cuestiones de identidad de género. Han sido generosas en hacer aprobar el matrimonio igualitario, la adopción por parte de parejas homosexuales. Y el feminismo por la diferencia, en el cual yo me sentiría un poco más cómoda, ya que no se plantea una guerra contra el hombre sino que admite claramente que el hombre y la mujer somos distintos -desde nuestro sexo a nuestra manera de pensar y de actuar-. Ellas están muy convencidas de que esta transformación que se da no solo por movilizaciones, acciones legislativas o preocupaciones de género, sino que se plasmará realmente cuando la mujer se transforme internamente y cada una haga su propio cambio. Me gusta más esa teoría”, concluyó.
 

Temas de la nota

PUBLICIDAD