Un proyecto de ley puede cambiar la accesibilidad a los discapacitados con movilidad reducida al transporte público del área metropolitana, que involucra a diez localidades, incluida la capital salteña. El resorte como derecho propio del discapacitado para poder utilizar las diferentes líneas de colectivos que circulan por nuestro Valle de Lerma es solo un vetusto eslogan de deseo y no de una obligación de inclusión social, o la tan promocionada responsabilidad empresarial.
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Un proyecto de ley puede cambiar la accesibilidad a los discapacitados con movilidad reducida al transporte público del área metropolitana, que involucra a diez localidades, incluida la capital salteña. El resorte como derecho propio del discapacitado para poder utilizar las diferentes líneas de colectivos que circulan por nuestro Valle de Lerma es solo un vetusto eslogan de deseo y no de una obligación de inclusión social, o la tan promocionada responsabilidad empresarial.
Desde Coronel Moldes, pasando por El Carril, hasta Salta capital, solo pasa un coche de línea interurbana con piso bajo para acceso a sillas de ruedas durante el día. Una frecuencia con un horario esporádico y hasta perjudicial para los discapacitados.
La Autoridad Metropolita del Transporte (AMT) argumenta la falta de este tipo de coches, a pesar de su implementación obligatoria. Por otro lado, Saeta postula que la demanda no es la idónea para la puesta en servicio de tantas frecuencias solicitadas por los discapacitados de la región.
"Pareciera que nadie da con la tecla para solucionar esta postergación para una población que tiene un número importante de discapacitados motores sin poder desarrollarse como personas, porque no tienen cómo trasladarse a sus lugares de trabajo, estudio, centros de salud y menos para un momento de esparcimiento. Pensamos en algo sencillo, pero que sea implementado por fuerza de ley para esta zona", cuenta Esteban D'Andrea, senador provincial por el departamento Chicoana.
El equipo de trabajo del legislador delineó un aparato sencillo que puede dar accesibilidad obligatoria a cualquier hora del día a toda persona con movilidad reducida.
"Es un aparato mecánico, sencillo y con posibilidad de ser instalado en varios paradores de las localidades del Valle de Lerma y de Salta capital. La idea es poder subir y bajar sin problemas. Hicimos una planificación y puede realizarse. Podría ser imitado a nivel nacional", acotó D'Andrea.
El mecanismo tipo rampa es instalado en la vereda y sin obstaculizar la circulación, puede ser manejado por el propio discapacitado, a los efectos de acceder por la puerta trasera de la unidad de Saeta. Para descender se utilizaría el mismo aparato, según el parador a elegir por el usuario.
"Estamos evaluando costos y diseños. Hay una de estas rampas que la vamos a presentar pronto. Si los municipios de la región, incluida Salta capital, aceptan poder instalarlos, según la demanda y en lugares estratégicos, esta idea puede concretarse en pocas semanas. Caso contrario lo presentaré como proyecto de ley. Quizá sea más útil por su obligatoriedad. No podemos esperar a que nos pongan coches con pisos bajos",
El legislador mencionó que en El Carril ya tienen cuatro puntos para utilizar esta rampa, pero deben tener el permiso del Concejo Deliberante para el uso de la vereda pública. De hecho la semana que viene se hará una prueba piloto con diferentes frecuencias y horarios.
"Tenemos vecinos con sillas de ruedas que no pueden ir a estudiar porque no pueden subir a un colectivo en el área metropolitana. Es inconcebible que una persona deba depender de un colectivo y su uso para poder ser persona igual a todos. De alguna manera terminamos discriminando a los discapacitados".
Qué dice la convención
Según la Organización de las Naciones Unidas, todas las personas con discapacidad tienen derecho a gozar, sin discriminación alguna, de todos sus derechos. Ello incluye derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales. A no ser víctima de discriminación por motivos de discapacidad, así como por cualquier otro motivo como la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de cualquier otra índole, el origen nacional o social, el patrimonio, el nacimiento, o cualquier otra condición.