¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

20°
26 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Mayra Arena, tras la charla sobre pobreza: “Ser pobre es acostarte y soñar que comés”

La estudiante de Ciencias Políticas, que la semana pasada encabezó una charla TED que conmovió a todos, reclamó más presencia del Estado para ayudar a los necesitados.
Lunes, 10 de septiembre de 2018 10:31

Mayra Arena no deja de impactar con sus crudas deficiones sobre cómo es vivir en la pobreza. Nacida en uno de los barrios más humildes de Bahía Blanca y estudiante de Ciencias Políticas, la chica que conmovió con su exposición dijo que ser pobre es “acostarte y soñar que comés”.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Mayra Arena no deja de impactar con sus crudas deficiones sobre cómo es vivir en la pobreza. Nacida en uno de los barrios más humildes de Bahía Blanca y estudiante de Ciencias Políticas, la chica que conmovió con su exposición dijo que ser pobre es “acostarte y soñar que comés”.

La semana pasada generó una gran repercusión al explicar “qué tienen los pobres en la cabeza” en una charla TED, donde diferenció la pobreza estructural de la esporádica, contó su experiencia y derribó prejuicios. “Los pobres tenemos hijos porque es lo único que podemos tener”, fue una de sus más fuertes definiciones.

  A pocos días de su exposición Mayra, de 26 años, dijo que no tenía “nada” de lo que tenían los demás, y que le impactaba que cuando la invitaban a otras casas y notaba que almorzaban y cenaban diferentes comidas, algo que ella jamás hubiera imaginado. Explicó que se acostaban temprano, antes de que sintieran hambre. “Si estábamos despiertos no había nada para resolver ese tema”, explicó. Una frase le bastó para definir la dura realidad que viven millones de argentinos: “Ser pobre es acostarte a dormir y soñar que comés”.

 Fueron sus experiencias las que le permitieron movilizarse para tratar de salir de la dura situación que atravesaba. “Cuando te das cuenta que hay gente que come y que existe esa posibilidad, es cuando empezás a intentar romper el círculo”, admitió. “Si nadie te lo dice, puede pasar que naturalices esa vida y la aceptes como la única posible: ahí es cuando más tiene que estar el Estado”, reclamó.

Contó que vivía en un rancho que estaba detrás de una iglesia y arriba de un gasoducto, que el baño estaba afuera y que consistía tan solo de dos chapas con un inodoro. Dijo además que muchas madres pobres eligen no bañar a sus hijos cuando hace frío porque se pueden enfermar, ya que solo pueden usar lo que tienen disponible, un jarro con agua caliente y una fuente.

 Habló sobre las dificultades para salir de esta situación ya que, por ejemplo, cuando llovía no podían ir a la escuela. “No sólo porque se inundaba, sino porque alguien se tenía que quedar en el rancho corriendo los cacharritos de lugar para que no se inunde. Esa pobreza estructural hace que vos no sólo seas pobre sino que además vas perdiendo días de educación, entonces tenés todas las de perder”, afirmó.

Contó que solo tenían una campera “buena” para llevar al colegio, y que decidía que la usara su hermana. “En los días que hacía mucho frío decidía ir desabrigada. A mí me encantaba la escuela, pero después me terminaba enfermando”, explicó, en una entrevista a Debo Decir programa que se emite por América TV y conduce Luis Novaresio.

En su cruzada por derribar prejuicios, exigió que no se tilde de “perversos” a los gobiernos que ponderan las políticas sociales “porque supuestamente es para comprar votos” ni que se califique de “imbéciles, perversos o manipulables” a los pobres cuando votan a quienes se preocupan por ellos.

Temas de la nota

PUBLICIDAD