En auto, en bicicleta, caminando y hasta compartiendo el remís, los empleados de comercio fueron llegando de a poco a sus puestos de trabajo, ya que los dueños de los locales decidieron no adherirse a la protesta nacional. Gracias a este el sector el paro general anunciado por la CGT no se sintió con tanta contundencia. Casi la totalidad de los negocios del microcentro atendieron con normalidad, lo que generó un movimiento un poco inusual sobre todo cuando la medida de fuerza incluye al transporte. En el del área metropolitana el 70% de la población usa el transporte público para trasladarse.
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En auto, en bicicleta, caminando y hasta compartiendo el remís, los empleados de comercio fueron llegando de a poco a sus puestos de trabajo, ya que los dueños de los locales decidieron no adherirse a la protesta nacional. Gracias a este el sector el paro general anunciado por la CGT no se sintió con tanta contundencia. Casi la totalidad de los negocios del microcentro atendieron con normalidad, lo que generó un movimiento un poco inusual sobre todo cuando la medida de fuerza incluye al transporte. En el del área metropolitana el 70% de la población usa el transporte público para trasladarse.
Según los comerciantes consultados, el tránsito de personas por las principales peatonales se asemejó a un día feriado, pero con un común denominador en todos los negocios: las pocas ventas que realizaron. Los empleados consultados expresaron que durante la mañana realizaron muy pocas ventas comparadas con un día normal. Había comercios que hasta el mediodía no habían realizado ninguna transacción.
“Estamos en un dilema porque apoyamos el paro, pero esta medida de fuerza nos perjudica demasiado. Nosotros si no vendemos, tenemos que cerrar y eso significa que nos quedamos en la calle. Sabemos que estamos mal pero no podemos dejar de trabajar”, comentó la empleada de una ropería de la peatonal.
La baja en la cantidad de gente se sintió menos en los shopping donde la afluencia fue casi como un día normal. Los empleados de los locales explicaron esta situación y relacionaron al poder adquisitivo de las personas, ya que advirtieron que la mayoría tiene movilidad propia.
El comercio es, sin dudas, una de las actividades que más padece la recesión económica que atraviesa el país. Durante este año las ventas no pararon de caer en el sector, donde cada vez hay más locales que cierran. Esta situación, que se traduce en despidos y menos oportunidades de trabajo para los salteños.
Colegios
La medida de fuerza nacional si se sintió más en las escuelas de la provincia. Según expresó la Agremiación Docente Provincial (ADP), gremio que dirige Patricia Argañaraz, el acatamiento docente fue del 80%, haciendo un promedio entre las instituciones capitalinas y del interior. Las aulas de la mayorías de las escuelas de la provincias se encontraban vacías ya que los padres tampoco decidieron enviar a sus hijos al colegio, donde la falta de transporte público fue el principal motivo para justificar la inasistencia.
Los alumnos que si asistieron porque las instituciones abrieron sus puertas realizaron actividades recreativas con los alumnos que se extendieron durante toda jornada escolar.
En la ciudad de Salta, un grupo de docentes de la ADP se concentraron en la Plazoleta IV Siglos para protestar por la recomposición salarial y el descuento al incentivo docente. Algunos carteles, pedían que los legisladores nacionales salteños voten en contra del presupuesto 2019. Una localidad donde sí hubo una fuerte adhesión al paro fue en Rosario de Lerma, donde el acatamiento fue prácticamente total, y las instituciones educativas estaban vacías. De acuerdo a los primeros datos que trascendieron, la medida de fuerza alcanzó un 90%.
Aeropuerto y terminal
Las plataformas para los colectivos de la terminal salteña estaban vacías. No había estacionado ningún ómnibus. Si no fuese por esos curiosos están en todos lados, el panorama era desolador. Sin embargo, la mayoría de las empresas de transporte de larga distancia si abrieron sus persianas para la atención al público.
“Tenemos que abrir para seguir vendiendo pasajes o para aquellas personas que compraron para este día y quieren cambiar su ticket”, comentaban a El Tribuno los empleados. Los locales comerciales que están apostados en la terminal también abrieron sus puertas. En el aeropuerto Martín Miguel de Güemes se suspendieron 36 vuelos entre arribos y partidas, entre los que se encontraban cuatro vuelos internacionales a: Lima (Perú), Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), Iquique (Chile) y Asunción (Paraguay).