PUBLICIDAD

¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
19°
14 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

“Los más pequeños tienen una enorme pasión por los libros”

Entrevista a Norberto Gugliotella. El escritor publicó una historia para niños que atraviesa a todas las familias.
Martes, 01 de enero de 2019 14:51
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Norberto Gugliotella es  el hacedor de “Tanta felicidad”, un libro para los más pequeños que aborda una temática universal: la llegada de un nuevo miembro a la familia y las fantasías de los hasta entonces, hijos únicos. El autor, que trabaja en la editorial Corregidor desde hace más de una década, comenta su experiencia “del otro lado del mostrador”, evalúa la actualidad del sector infantil y asegura: “no es cierto que los más pequeños no leen”.

Sos licenciado en letras y formaste parte del grupo de investigación que generó el Diccionario razonado de la literatura y la crítica argentinas, qué te motivó a dar el paso hacia el terreno de lo infantil? cómo te sentís entre esos ‘dos mundos‘ por así decirlo?

Además de trabajar en ese proyecto que publicó El octavo loco y que no pudo continuarse luego, formé parte mucho tiempo del grupo de investigación que dirige Marcela Croce en la UBA. Disfruté mucho del trabajo colectivo en la investigación, sobre todo porque los proyectos no eran meramente literarios, sino que implicaban siempre un anclaje muy fuerte en la historia del continente. Me fui dando cuenta de que había empezado la carrera porque me gustaba escribir ficción y que la había abandonado por completo. Una noche, después de haber trabajado todo el día, me encontré leyendo una pila de libros que no me interesaban y me planteé volver a hacer lo que realmente me gustaba. Así volví a recuperar la pasión que me había hecho inscribir en la carrera de Letras. El nacimiento de mi hija me hizo descubrir el mundo maravilloso de la literatura infantil y verla disfrutar todo lo que iba descubriendo del mundo a partir de los libros hizo que terminara de replantearme lo que yo quería hacer con la literatura.

¿Tu propia paternidad influyó en la trama de ‘Tanta felicidad‘ entonces?

Mucho. Digamos que el nacimiento de mi segundo hijo me hizo reflexionar sobre aquello que pensaba la hermana alrededor de lo que estaba pasando en la familia. Todos sus miedos y sus pocas certezas comenzaban a derrumbarse por no saber en qué se convertiría su vida a partir de ese momento. Es la historia del derrumbe de la seguridad de la soledad y la puerta de entrada a la aventura de tener que compartirlo todo. Es no pensar en la rivalidad y sí en el compañerismo. Ese fue el intento del libro, que la ilustradora, Daniela López Casenave, tan bien refleja en las ilustraciones.

¿Considerás que se trata de un libro autobiográfico por un lado y universal por el otro? ¿es una problemática que atraviesan todas las familias?

Es un tópico universal, claramente. Es una pequeña historia, nada más, sobre el miedo a lo desconocido, sobre la hermandad. Las familias han ido variando mucho a lo largo de estos últimos años, el concepto de familia no es el mismo, se ha ampliado y diversificado. Si bien existen familias muy distintas, es una problemática que atraviesa a la mayoría de ellas, no importa su composición.

¿El libro ya cuenta con varios meses de circulación, has recibido noticias de tus lectores?

Sí, muchísimas, tanto de padres y madres como de chicos y chicas. Leí en jardines, librerías, ferias del libro y siempre fueron experiencias reconfortantes. Pero creo que la más fuerte fue haber podido leer en el Haroldo Conti (ex ESMA) con Daniela y con un montón de chicos y chicas que armaron a modo de collage, para imitar la técnica utilizada en la ilustración del libro, un mural que dejamos ahí. Ver cómo las nuevas generaciones llenaban de colores un cartel gigante en ese espacio que tanto tiene que ver con la historia más oscura del país fue un momento muy movilizante.

Enmarcado en la colección Puentes de Papel, apunta a niños de entre 3 y 6 años, es en un punto una invitación para los adultos a la lectura compartida con los más pequeños, ¿cuán importante es este hábito, sobre todo en la era digital, que viene con el mito de la extinción del libro?

No es cierto que los más pequeños no leen. La colección funciona bien dentro de un contexto muy malo para la industria del libro en nuestro país. Junto con mi compañera, María Fernanda Pampín, damos un taller de literatura y escritura creativa para chicos y chicas y nos sorprendemos día a día con los conocimientos que traen y la pasión que tienen por los libros. Si el sector de Lij (Literatura infanto-juvenil) es el que menos se contrajo dentro de la industria es porque existe un público lector creciente y que siempre se renueva.
 
¿Cómo ves hoy al segmento de la literatura infantil y juvenil en nuestro país y que creés que le aporta Corregidor, de la que formás parte?

Las editoriales del sector están haciendo un gran esfuerzo para mantener los planes de publicaciones y hay proyectos realmente increíbles. Sin embargo, la ausencia absoluta de políticas de estado desde que asumió este gobierno hizo caer, sin lugar a dudas, el acceso a la lectura. Por ejemplo, el Ministerio de Educación, dejó de comprar libros de literatura para las escuelas del país en sus diferentes programas y la Conabip (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares) ya no hace sus selecciones anuales para que lleguen libros a todas las provincias. Estas decisiones afectaron mucho a pequeñas y medianas empresas editoriales dedicadas al sector (aunque también a la edición de libros para adultos) que habían surgido y se habían desarrollado y fortalecido durante los últimos años. Desde Corregidor intentamos hacer libros de calidad, dirigidos a los chicos y chicas de Latinoamérica. La colección Puentes de Papel, que ya tiene seis títulos publicados y sumará dos más el año próximo pretende, como su nombre lo indica, trazar puentes entre los chicos y las chicas y la literatura.

¿Tenés pensado seguir escribiendo para niños o volverás a otros ámbitos?

Sigo escribiendo literatura infantil y trabajo en una novela cuya protagonista es una chica de trece años. Es un intento de buscar las formas para comprender el mundo desde el momento en que empieza a descubrirse todo. Enfrentarse con el mundo y empezar a explicarlo con menos preconceptos.

 

Foto: Gentileza de Federico Gori

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD