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Alerta rojo en la economía Argentina

Jueves, 10 de enero de 2019 00:00

El riesgo país es un índice que elabora el Banco JP Morgan y que tiene por objeto estimar las tasas de interés que deberán pagar a los inversores por encima del 3% que paga actualmente los Estados Unidos, es decir el riego país de Argentina que hace dos semanas trepó vertiginosamente por encima de los 800 puntos, significa que nuestro país deberá pagar intereses por sus nuevos endeudamientos con tasas superiores al 11% en dólares.

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El riesgo país es un índice que elabora el Banco JP Morgan y que tiene por objeto estimar las tasas de interés que deberán pagar a los inversores por encima del 3% que paga actualmente los Estados Unidos, es decir el riego país de Argentina que hace dos semanas trepó vertiginosamente por encima de los 800 puntos, significa que nuestro país deberá pagar intereses por sus nuevos endeudamientos con tasas superiores al 11% en dólares.

Quizá no nos alarme ya que Argentina durante varios períodos estuvo igual o por encima de este índice, pero lo que nos debe preocupar es que el riesgo siga subiendo después de haber logrado un préstamo de US$ 57.000 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI) al 4% anual para financiar los pagos de nuestra deuda y sus accesorios hasta el año 2020 y mantener la estabilidad cambiaria en estos últimos meses.

Un tema a resolver para el próximo gobierno será cómo pagar los compromisos contraídos por Cambiemos solo con el FMI, cuyos vencimientos suman US$ 21.000 millones en el 2020 y US$ 21.500 millones en el 2021. Si el riesgo país sigue subiendo, será muy difícil y caro conseguir financiamiento externo para pagar en tiempo y forma los mismos, aunque históricamente nuestro país pagó todas sus deudas.

Causas y efectos

Una de las mayores causas que observan la mayoría de los potenciales inversores es la incertidumbre electoral, la caída de la imagen de Mauricio Macri, el incremento de las chances de que triunfe un gobierno populista y el temor a un nuevo "default".

Varios analistas piensan que con la reelección no alcanza y que con Cambiemos no está asegurado el pago de la deuda. Macri tiene que demostrar que podrá ordenar las cuentas públicas y producir nuevamente un shock de confianza ya que dilapidó su capital político al pensar, entre otras cosas, que las tasas de interés bajas en el mundo le servirían para financiar las deudas y los déficits fiscales durante sus cuatro años de gestión. No fue así. En la mitad de su gobierno tuvo que recurrir al FMI para poder cumplir con nuestros compromisos financieros.

La incertidumbre política por las negociaciones en el Congreso buscando apoyo al pago de la deuda, también es motivo de dudas por parte de los inversores.

Con las devaluaciones sucesivas que vamos soportando, nos causó un gran perjuicio que haya bajado el PBI en dólares, y por consiguiente, aumentado el porcentaje de deuda respecto a este parámetro, que pasó del 50% al 80%, con el agravante de que el 75% de esta deuda está en dólares USA.

Devaluaciones y altas tasas de inflación significan mayor aumento de la pobreza.

Renta financiera

Otra de las razones que preocupan a los inversores es el reciente Decreto Reglamentario del Impuesto a la Renta Financiera que grava las utilidades de 2018 por plazos fijos y bonos en pesos y en dólares.

Las personas físicas deberán pagar entre un 5 y 15% de la renta que exceda los $67.000 anuales; quizá la recaudación no sea significativa pero hace ruido entre los inversores. Muchos tenedores de bonos argentinos los están vendiendo para comprar títulos brasileños porque en ese país la renta financiera está exenta. No tienen en cuenta la diferencia de tasas, ya que, descontando el impuesto a pagar sobre la renta en argentina y las probables devaluaciones, el monto de intereses a cobrar es superior al de Brasil, pero el pequeño inversor no contempla este cálculo.
Hoy el riesgo país en Argentina está muy por encima del de los países vecinos y si le sumamos el resultado de la guerra comercial entre EEUU y China, que puede golpear fuertemente las economías dependientes, la turbulencia hace que las inversiones en países emergentes emigren a otros sitios de mayor estabilidad, perjudicando especialmente los papeles argentinos por la incertidumbre que genera. Ante este panorama entre los inversores se agudiza aún más la venta de títulos argentinos con vencimientos posteriores al 2019, ya que las versiones de que el nuevo gobierno tendrá que tomar medidas para reestructurar la deuda, genera temor por el destino de sus acreencias. De ese modo, observamos que tomar nueva deuda a partir del 2020 nos será muy difícil en las condiciones que estamos.

La Argentina hoy
El Indec comunicó que después de dos trimestres consecutivos analizados con resultado de crecimiento negativo, nuestra economía en recesión y que el estancamiento se profundizará en los próximos trimestres. Una causa de este congelamiento de nuestra economía son las tasas de interés por encima del 60%, que no permite desarrollar proyectos productivos, ya que los inversores y ahorristas prefieren apostar a la especulación financiera. La inflación y la cotización del dólar, son otros de los factores de incertidumbre que no permiten planificar ninguna inversión productiva de riesgo en el mediano plazo. Durante el 2018 aumentaron los subsidios estatales en vez de bajar; la cotización del dólar respecto a los inicios del año pasado subió un 100%; los combustibles aumentaron en el mismo período un 80%, con anuncios de un aumento significativo durante este nuevo año; los índices de precios minoristas treparon al 48% y mayoristas al 75%, temas más que conflictivos cuando necesitamos reducir el gasto público. El acuerdo con el FMI de reducir el déficit primario (sin servicios de la deuda) a cero se materializa en el Presupuesto Nacional 2019 aprobado por el Poder Legislativo que contempla un incremento del 60% de la presión tributaria, con la reimplantación de retenciones a todas las exportaciones, los cambios en el impuesto a las ganancias, el incremento de tasas en el impuesto a los bienes personales, el impuesto a la renta financiera y en las provincias con la no modificación del impuesto de sellos y el incremento de las tasas de gravabilidad en muchas actividades. El riesgo país es un indicador macroeconómico de cómo está actualmente la economía de un país; para que mejore será necesario generar una política económica creíble, consistente y predecible. Requiere, además, que todos los argentinos estemos unidos, por lo que no será tarea fácil para ningún gobierno avanzar en esa dirección.

 

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