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Ginóbili: “El básquet me saturó, hoy vivo libre de estrés”

El bahiense habló de su nueva vida y de un accidente que pudo costarle la vida antes de los Juegos Olímpicos de 2004.
Viernes, 04 de octubre de 2019 01:43

Emanuel Ginóbili, campeón olímpico en Atenas 2004 y tetracampeón de la NBA con San Antonio Spurs, reconoció ayer que se saturó del básquetbol y que ahora vive una vida “libre de estrés”.
“Estoy viviendo una vida stress free total. No pienso en no dormir por un partido, o por pensar en cómo jugar en ese partido. Disfruté muchísimo la etapa de los playoffs, los esperaba, pero creo que me saturé. Eventualmente volveré a jugar con mis amigos, pero hoy estoy en una etapa de desaturación”, contó durante una charla con el programa DTMB, conducido por su excompañero del seleccionado y San Antonio, Fabricio Oberto.
“Trabajé mucho para alcanzar esto y ahora estoy disfrutando de esos 20 años de trabajo. No sé si en algún momento se acabará la magia de este descanso y tendré algún desafío importante”, detalló el bahiense tras su retiro profesional.
Ginóbili, de 42 años, viajó a China a ver al seleccionado argentino en el Mundial, en el que salió segundo, y contó que no extrañó “estar en la cancha”.
“Yo nací en Bahía Blanca con hermanos basquetbolistas, porque si nacía en Botswana no sé si hubiera jugado al básquet. Por eso hay que tener la suerte de nacer en el lugar indicado. La suerte está menospreciada y no la podés llamar, pero hay que tenerla muy en cuenta”, destacó.
Para graficar sus actuales sensaciones, Ginóbili rememoró una anécdota luego de su retiro de la actividad profesional. “Los primeros dos meses hacía yoga, tenis... Pero un día llegué al gimnasio para cambiarme y digo ‘hoy no tengo ganas’. Me levanté y me fui. Vine a mi casa a leer, escribir. Es un privilegio increíble. A las 10.30 ya no tenía ganas de trabajar y me vine”, sostuvo.
“Una vez que juego al tenis contra un amigo quiero ganar, pero no necesito tres horas de preparación, ver videos de lo que hice bien o mal. Eso era algo que me presionaba”, añadió.
Por otro lado, el exescolta de Estudiantes de Bahía Blanca y Andino de La Rioja confesó un accidente automovilístico que vivió en el 2004.
“No me maté de pedo. Se me vino un auto de frente que pasaba a un camión en una curva. Me tiré a la banquina y empecé a derrapar. Podría haber matado a alguien, podría haberme estampado contra un árbol, me podía caer en un precipicio o darme de frente con él. Ahí no había un Juego Olímpico, no había más carrera. Era una moneda al aire...”, cerró.
Este desconocido accidente sucedió luego de casarse en Bahía Blanca con su esposa Marianela Oroño y en la antesala de la preparación para los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, competencia que Ginóbili ganó junto a Oberto, Andrés Nocioni, Luis Scola, Pepe Sánchez y Carlos Delfino, entre otros.
 

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Emanuel Ginóbili, campeón olímpico en Atenas 2004 y tetracampeón de la NBA con San Antonio Spurs, reconoció ayer que se saturó del básquetbol y que ahora vive una vida “libre de estrés”.
“Estoy viviendo una vida stress free total. No pienso en no dormir por un partido, o por pensar en cómo jugar en ese partido. Disfruté muchísimo la etapa de los playoffs, los esperaba, pero creo que me saturé. Eventualmente volveré a jugar con mis amigos, pero hoy estoy en una etapa de desaturación”, contó durante una charla con el programa DTMB, conducido por su excompañero del seleccionado y San Antonio, Fabricio Oberto.
“Trabajé mucho para alcanzar esto y ahora estoy disfrutando de esos 20 años de trabajo. No sé si en algún momento se acabará la magia de este descanso y tendré algún desafío importante”, detalló el bahiense tras su retiro profesional.
Ginóbili, de 42 años, viajó a China a ver al seleccionado argentino en el Mundial, en el que salió segundo, y contó que no extrañó “estar en la cancha”.
“Yo nací en Bahía Blanca con hermanos basquetbolistas, porque si nacía en Botswana no sé si hubiera jugado al básquet. Por eso hay que tener la suerte de nacer en el lugar indicado. La suerte está menospreciada y no la podés llamar, pero hay que tenerla muy en cuenta”, destacó.
Para graficar sus actuales sensaciones, Ginóbili rememoró una anécdota luego de su retiro de la actividad profesional. “Los primeros dos meses hacía yoga, tenis... Pero un día llegué al gimnasio para cambiarme y digo ‘hoy no tengo ganas’. Me levanté y me fui. Vine a mi casa a leer, escribir. Es un privilegio increíble. A las 10.30 ya no tenía ganas de trabajar y me vine”, sostuvo.
“Una vez que juego al tenis contra un amigo quiero ganar, pero no necesito tres horas de preparación, ver videos de lo que hice bien o mal. Eso era algo que me presionaba”, añadió.
Por otro lado, el exescolta de Estudiantes de Bahía Blanca y Andino de La Rioja confesó un accidente automovilístico que vivió en el 2004.
“No me maté de pedo. Se me vino un auto de frente que pasaba a un camión en una curva. Me tiré a la banquina y empecé a derrapar. Podría haber matado a alguien, podría haberme estampado contra un árbol, me podía caer en un precipicio o darme de frente con él. Ahí no había un Juego Olímpico, no había más carrera. Era una moneda al aire...”, cerró.
Este desconocido accidente sucedió luego de casarse en Bahía Blanca con su esposa Marianela Oroño y en la antesala de la preparación para los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, competencia que Ginóbili ganó junto a Oberto, Andrés Nocioni, Luis Scola, Pepe Sánchez y Carlos Delfino, entre otros.
 

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