Los gritos de una mujer y los disparos de fondo que provenían de una casa en la ciudad bonaerense de Azul alertaron a los vecinos. Intuían que algo pasaba y uno de ellos llamó al 911. Cuando la Policía Bonaerense llegó a al domicilio se encontró con una escena, primero extraña y luego, brutal y dantesca.
inicia sesión o regístrate.
Los gritos de una mujer y los disparos de fondo que provenían de una casa en la ciudad bonaerense de Azul alertaron a los vecinos. Intuían que algo pasaba y uno de ellos llamó al 911. Cuando la Policía Bonaerense llegó a al domicilio se encontró con una escena, primero extraña y luego, brutal y dantesca.
Al golpear la puerta del lugar, los atendió un joven de 17 años que al verse frente a los uniformados dio una insólita excusa para explicar la situación denunciada por los vecinos. “Mi novia se cayó en un pozo”, les dijo.
El adolescente mentía. Los efectivos sabían que algo andaba mal y rodearon el lugar, una casa ubicada en la calle Sarmiento, cerca de las vías del ferrocarril. La forma en la que hablaba el joven y las evasivas los pusieron en alerta. Fue entonces que pidieron autorización a la fiscalía a cargo del caso para ingresar al lugar cuando de un momento a otro, se volvieron a escuchar los gritos de una mujer.
No había mucho por esperar. Los policías ingresaron al lugar, redujeron al adolescente -que se resistió- y se encontraron con una joven casi de la misma edad encerrada en un pequeño cuarto, herida con cortes y en estado de shock.
Según confirmaron fuentes policiales a Infobae, en el primer diálogo que mantuvieron los efectivos con la víctima, de 18 años, supieron que el adolescente la mantuvo cautiva por más de tres días. En ese tiempo, según su relato, la sometió a torturas físicas y psicológicas.
La amenazó con una escopeta vieja, sin marca ni numeración. De acuerdo con la investigación, para controlar a su víctima, efectuó disparos dentro de la vivienda. No fue lo único. El joven tenía además una cuchilla oxidada de gran tamaño con la que además le hizo cortes en varias partes del cuerpo.
Los investigadores luego descubrieron que el adolescente había sido pareja de la chica torturada y que tenía una restricción de acercamiento. La causa fue calificada como “privación Ilegal de libertad, abuso de arma, lesiones calificadas, desobediencia y atentado y resistencia a la autoridad”.