El Observatorio de Violencia contra las Mujeres (OVcM) lanzó una campaña para concientizar sobre el consentimiento en las relaciones sexuales bajo el lema “El No siempre significa No”.
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El Observatorio de Violencia contra las Mujeres (OVcM) lanzó una campaña para concientizar sobre el consentimiento en las relaciones sexuales bajo el lema “El No siempre significa No”.
Con dibujos de cuatro escenas que se difunden en formato digital, se ponen en evidencia conductas de coerción, insistencia, presión y violencia sexual. La idea es dejar claro que cualquier relación sexual sin consentimiento es una violación y, por ende, un delito.
Las escenas están acompañadas de la pregunta “¿Cómo se obtiene el consentimiento?”, dando cuenta de la importancia del diálogo y el consenso mutuo al momento del acercamiento, las caricias, y las relaciones sexuales.
“Ante la duda, pregunte”, se plantea en las imágenes. Así se plantea la necesidad de conocer siempre los deseos de la otra persona, simplemente mediante la comunicación.
Otro de los conceptos clave que se difunden es que, si la otra persona no se puede comunicar, expresar y demostrar claramente sus deseos de estar con alguien, entonces está incapacitada para brindar su consentimiento.
Una de las escenas expone una situación de sexting. Esto implica difundir mensajes eróticos o imágenes íntimas de un tercero por medio de teléfonos celulares o cualquier otra tecnología a través de las redes sociales sin acuerdo mutuo.
De esta manera, se da cuenta de la importancia de respetar las decisiones y se advierte también sobre los riesgos de ésta práctica.
“Manoseos” en grupo a una chica que está disfrutando de una fiesta de carnaval, presión para tener sexo a una mujer que fue a visitar a un joven a su casa o un chico que se “aprovecha” de una amiga que tomó alcohol son las otras situaciones que se visibilizan por medio de la campaña.
Presiones
Desde el Observatorio de Violencia contra las Mujeres se destacó que las relaciones sexuales pueden disfrutarse en la medida en que sean respetadas las decisiones y “lejos de las violencias y presiones”.
También se apunta a visibilizar que en el 67,75 por ciento de los casos de abuso existe un vínculo de familia, pareja o expareja del agresor con la víctima, de acuerdo al Informe Anual 2018 del OVcM.
“Impulsar la campaña resulta menester teniendo en cuenta el último informe de Estadísticas Criminales del Ministerio de Seguridad, según el cual en el 2017, se registraron 3.921 denuncias por abuso sexual con acceso carnal, un 6 por ciento más que el año anterior” se difundió.
La cifra es la más alta desde que se tiene el registro y representa que hay 11 violaciones por día en el país. Las estadísticas surgen de las denuncias realizadas ante las fuerzas federales y provinciales de seguridad en todo el país. De acuerdo a las cifras oficiales, Salta es la segunda provincia donde hubo más casos, con un total de 290 violaciones.
Además, en el Informe 2018 del OVcM se remarca que, de 97 casos de violencia sexual, solamente 17 fueron denunciados, quedando 80 casos invisibilizados.
La campaña del observatorio concientiza sobre el no consentimiento
Legislación
El artículo 5 de la ley 26.485, de Protección Integral a las Mujeres, establece explícitamente que la “violencia sexual” es una forma de violencia contra la mujer, e implica cualquier violación, con o sin penetración genital, del derecho a decidir voluntariamente sobre la vida sexual y reproductiva.
Los abusos pueden concretarse, según marca la legislación, por medio de amenazas, coacción, uso de la fuerza o intimidación.
La ley considera también de manera específica la violación dentro del matrimonio o en otro tipo de relación, donde la convivencia esté presente o no, así como la prostitución forzada, la explotación, la esclavitud, el acoso, el abuso sexual y la trata de mujeres.
Una de las situaciones que disparó la campaña es el abordaje que realizaron diferentes medios de comunicación sobre casos de violencia sexual que se conocieron en los últimos meses.
Se describió que reiteradamente las noticias “deslegitiman las palabras de las mujeres, perpetúan estereotipos de género, normalizan las formas en las que se ejerce la dominación sobre los cuerpos, delimitan cuáles deben ser los ámbitos de acción de las mujeres, sexualizan los cuerpos y culpabilizan a las víctimas o a sus madres”.
También es frecuente que muestren a los agresores como “personas respetables, sin enfocarse en ellos como los culpables y sin problematizar sus conductas”.
“El mensaje masivo es que las culpables son las víctimas reforzando la cultura de la violación”, concluyeron desde el Observatorio de Violencia contra las Mujeres.
Según el último informe de Estadísticas Criminales del Ministerio de Seguridad, en el 2017, se registraron 3.921 denuncias por abuso sexual con acceso carnal, un 6 por ciento más que el año anterior.
Las localidades con las cifras más altas de violación en relación a la población son Misiones, Salta y Chubut, con una tasa que supera los 20 víctimas cada 100 mil habitantes.
Entre Ríos y Neuquén figuran en el otro extremo como las provincias con una tasa de 3,9 o 4,1. La cantidad de presos por violación alojados en las cárceles se triplicó en los últimos 10 años.