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26 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
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Tiempo de carnaval, coplas, serpentinas y aroma a albahaca 

Con copleras y bandoneón se desenterró el carnaval en el Complejo Editorial de El Tribuno.Con las tradiciones de los pueblos vallistos y puneños, la familia Báez encabezó el ritual  
Viernes, 22 de febrero de 2019 06:30

“El carnaval es el hijo travieso de la Pachamama. Para nosotros la Madre Tierra tuvo tres hijos, de los cuales dos eran grandes trabajadores y uno vago que se la pasaba durmiendo y aparecía solo para el carnaval a hacer travesuras”, relata el bagualero Severo Báez mientras prepara la caja para largar con la ronda de coplas propias de la ocasión. 
Entre serpentinas, papel picado y albahaca, la familia Báez llego al Complejo Editorial de diario El Tribuno para realizar la ceremonia de desentierro del carnaval y, una vez más, transmitir las costumbres que pretenden no se pierdan y sigan latentes entre los salteños. 

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“El carnaval es el hijo travieso de la Pachamama. Para nosotros la Madre Tierra tuvo tres hijos, de los cuales dos eran grandes trabajadores y uno vago que se la pasaba durmiendo y aparecía solo para el carnaval a hacer travesuras”, relata el bagualero Severo Báez mientras prepara la caja para largar con la ronda de coplas propias de la ocasión. 
Entre serpentinas, papel picado y albahaca, la familia Báez llego al Complejo Editorial de diario El Tribuno para realizar la ceremonia de desentierro del carnaval y, una vez más, transmitir las costumbres que pretenden no se pierdan y sigan latentes entre los salteños. 

 

 

 


Copleros, bombo, bandoneón y guitarra, pusieron música al festejo que solo fue un adelanto de lo que será la fiesta que se realizará este domingo en el Centro de Residentes Vallistos y Puneños de Salta (pasaje Echeñique 1074, Villa Primavera). En sus 38 años este centro, que tiene como único fin conservar la cultura y tradición de los pueblos, es el lugar donde llegan los copleros con sus cajas, con la vestimenta típica de su pueblo y saben que tienen espacio para desplegar las costumbres transmitidas de generación en generación. 

Con el debido permiso

Con la única intención de mostrar las costumbres del “Carnaval de antaño” es que los Báez realizan la ceremonia de esta fiesta, y si bien es pagana, piden “permiso” a Dios, la Virgen y la Pachamama, y rezan antes de proceder al desentierro al grito de Que viva el carnaval!
“Cuándo desenterramos el carnaval nos acordamos siempre de Dios y le pedimos permiso para poder hacer las travesuras que hacemos en esta época”, dice en tono pícaro Severo antes de una copla: 
“De mi pago he venido en un caballo lobuno, a desenterrar el carnaval en diario El Tribuno”.
En el ritual se desentierran las bebidas que quedaron el año pasado -durante la despedida de la festividad- y se brinda con los presentes. “Nos ponemos a cantar y bailar con la energía que hemos guardado todo el año para festejar el carnaval”, agrega el bagualero. 
Las coplas no dejaron de correr una tras otra con tono picaresco y hasta con la inocencia de los más pequeños que también se hicieron escuchar. 
“Linda la vida de los bagualeros, nos las pasamos cantando... carnaval es el año entero”. 

 


Y cómo recordando el leitmotiv que los convoca cantan: 
“Me gusta cantar gritando, que retumbe la frontera, primero nuestras costumbres, después vengan las de afuera”.

La celebración 

Con comidas, postres y bebidas regionales y cumbias de antaño el Centro de Residentes recibirá este domingo desde las 10 a quienes quieran participar, y a las 16 será la ceremonia central. “No es una carpa, es un humilde hogar donde se alberga a los residentes de todos los pueblos”, comentó Viviana Báez, hija del bagualero y coordinadora de la propuesta. 


 
 
 

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