Un violento episodio étnico se produjo el último fin de semana en pleno chaco salteño donde supuestamente integrantes de la comunidad chorote atacaron la vivienda de una docente, cuyo esposo o pareja fue acusado de abusar sexualmente de una niña chorote de solo 9 años, que dedicaba sus horas a la mendicidad. Dice el informe policial incluso que estaba pidiendo pan, casa por casa.
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Un violento episodio étnico se produjo el último fin de semana en pleno chaco salteño donde supuestamente integrantes de la comunidad chorote atacaron la vivienda de una docente, cuyo esposo o pareja fue acusado de abusar sexualmente de una niña chorote de solo 9 años, que dedicaba sus horas a la mendicidad. Dice el informe policial incluso que estaba pidiendo pan, casa por casa.
Trascendió de medios del norte provincial que la docente de una escuela rural de Santa Victoria Este y su esposo, ambos criollos, fueron agredidos por una horda de chorotes enardecidos por la denuncia de una niña de esa etnia por un abuso sexual.
El levantamiento por justicia por manos propias de los integrantes de esta etnia se produjo horas después que la niña denunciara el abuso a su familia.
Trascendió que el padrastro de la supuesta víctima se reunió con un capitán o cacique y minutos después comenzaron a congregarse distintas familias de la misma etnia que decidieron en conjunto castigar al abusador.
La agresión, dice la fuente, fue brutal y el sujeto señalado fue hospitalizado en la sala de atención primaria y luego trasladado por su estado a un centro de mayor complejidad de la zona.
El presunto caso de ultraje a una menor de edad de la comunidad chorote de Nueva Esperanza se produjo el viernes 22. Se dice que el sujeto ya era mal mirado por la comunidad por registrar antecedentes por venta de estupefacientes a los jóvenes de esa etnia y que al ser sorprendido por su esposa violando a la niña, la golpeó para mantener su silencio.
Versión
Fuentes de residentes de esa zona del Chaco salteño relataron que el hecho ocurrió el pasado viernes 22 causando un repudio violento de parte de sus familiares y grupo étnico.
La menor pertenece a una conocida familia de la comunidad Nueva Esperanza y trascendió que recién el domingo 24 contó lo sucedido a sus padres, cuando ya habían transcurrido casi 48 horas de sucedido.
El señalado responsable y su esposa, docente de Santa Victoria Este, que registran un cruce con Gendarmería Nacional por venta de estupefacientes, fueron señalados por la niña chorote como responsables del ultraje, y que dijo que la docente también fue testigo.
Se informó además que el domicilio de esta pareja habría sido allanado por parte de la fuerza no hace mucho tiempo, motivo por el cual no cuentan con el agrado de la comunidad educativa del paraje.
El hombre había cumplido un tiempo en prisión por estos hechos. Este era el antecedente que lo tenía supuestamente en la mira al sujeto hasta el domingo 24 cuando la menor de 11 años declaró que fue el sujeto que abusó de ella.
Los familiares de la niña actuaron en un arrebato de justicia por mano propia y le propinaron una fuerte golpiza al sujeto, pero también agredieron a la docente que según fuentes policiales era a su vez víctima de su pareja, en su mismo domicilio, que según dijeron en Santa Victoria fue brutal y escarmentadora.
Hasta la casa del supuesto abusador se había trasladado un enfurecido grupo, que -según la fuente- también agredieron a golpes a la docente, acusándola de no desconocer lo que había hecho su esposo y responsabilizándola por encubrimiento por no denunciar lo ocurrido ante la Policía.
Llamativamente la pareja fue trasladada por sus agresores hasta el hospital público para que recibieran atención médica, a donde el hombre ingresó desfigurado por los golpes.
El sujeto está detenido, su esposa no, al entender el fiscal de la causa su situación.
Esto sucede a horas de conocerse el fallo de la Sala I del Tribunal de Juicio de Tartagal, Anastasio Vásquez Sgardelis, Osvaldo Miguel Chehda y Ricardo Martoccia, que condenaron a 17 años de prisión a un grupo de criollos por el delito de abuso sexual en perjuicio de una menor de 13 años el 29 de noviembre de 2015 en Alto La Sierra.
La fuente agregó que los abusos y la droga son el pan de cada día de estos pueblos. Por esta situación algunos de sus integrantes sostienen el derecho de la justicia comunitaria.