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"El salteño exige igualdad de posibilidades para cubrir cargos e ingresar a la Administración”

Entrevista a Lorena Quintero, Trabajadora Social
Miércoles, 17 de abril de 2019 07:01

La Trabajadora Social, Lorena Quintero, coordinadora de la Red Académica de Gobierno Abierto del NOA (RAGA), dialogó con El Tribuno acerca de los avances y retrocesos en materia de transparencia, acceso a la información y participación ciudadana que impulsa Gobierno Abierto. Señaló, además, que las dificultades se presentan en todos los estamentos del Estado, fundamentalmente en los espacios de decisión y sobre todo en los sectores medios. “Muchas veces los empleados de muchos años se resisten a las transformaciones. Resulta difícil cambiar de paradigma, pero este es un camino que no tiene retorno. Se avanza lento, pero a paso constante”, explicó Quintero.

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La Trabajadora Social, Lorena Quintero, coordinadora de la Red Académica de Gobierno Abierto del NOA (RAGA), dialogó con El Tribuno acerca de los avances y retrocesos en materia de transparencia, acceso a la información y participación ciudadana que impulsa Gobierno Abierto. Señaló, además, que las dificultades se presentan en todos los estamentos del Estado, fundamentalmente en los espacios de decisión y sobre todo en los sectores medios. “Muchas veces los empleados de muchos años se resisten a las transformaciones. Resulta difícil cambiar de paradigma, pero este es un camino que no tiene retorno. Se avanza lento, pero a paso constante”, explicó Quintero.

Se habla desde hace tiempo de Gobierno o Estado Abierto, pero aún no se ven resultados concretos. ¿A qué se debe?
Llegó la hora que tanto la transparencia, el acceso a la información, como la participación ciudadana trasciendan los espacios académicos para introducirse de lleno en las diferentes áreas del Estado. Ese es el objetivo. Se trata de un horizonte muy lejano en el sentido de que hay que transformar toda una cultura gubernamental, pero sobre el que hay que avanzar a paso constante. Se ha trabajado mucho en el país y en la provincia en los últimos años en la co-construcción junto a los ciudadanos de un importante paquete normas; y también muchos gobiernos provinciales y municipales comenzaron a interiorizarse sobre el tema y a manifestar su adhesión, a pensar estrategias y vías de implementación. En el caso de Salta, como en otras latitudes, obviamente esto lo hemos trabajado desde el Gobierno de la Provincia y desde la Universidad de Administración Pública junto con la comunidad, precisamente para fomentar la participación. Antes que nada hay que tener presente que los pilares del Gobierno Abierto deben ser reclamados y exigidos por el ciudadano, no hay forma que sobrevivan de otra manera. 


"El salteño en particular comenzó a exigir la instauración de nuevos valores que promuevan la meritocracia en términos de competencia. Esto se logra con concursos públicos, que la gente cuente con información suficiente que la ponga en igualdad de posibilidades de acceder a los diferentes puestos, porque hoy para el éxito de una gestión no basta el voluntarismo, esto es algo que lo venimos repitiendo desde hace tiempo, hace falta estar preparado, ser capaz y ser evaluado".

 

¿En qué niveles de la Administración Pública cree que se encuentran las mayores dificultades para implementar los cambios?
Si bien es cierto que la puesta en marcha de los cambios que propone Gobierno Abierto dependen fundamentalmente de una decisión política, no solo en estos estamentos de los tres poderes, es decir del Legislativo, Ejecutivo y Judicial se presentan dificultades a la hora de pensar en transparencia, colaboración y participación, como podría pensarse. Muchas veces los mayores escollos se hacen visibles en los estratos medios, donde los empleados se rehusan a cambiar su manera de mirar la “cosa pública”, sus costumbres y formas de trabajar. Comenzar a caminar por este nuevo sendero requiere de cambios profundos en la manera de pensar y de realizar la tarea encomendada en cualquier puesto de la Administración Pública. En este sentido, vale la pena aclarar, que todos en alguna medida hemos caído en malas prácticas, muchas veces por desconocimiento o porque no se promocionaba la rendición de cuentas (en todo sentido), etc. No se trata de echar culpas, sino de cambiar la cabeza.


Hay países avanzados en esta materia como México y España, en los que también se dan problemas de acceso a la información...
Exacto. El tema es que hay países como los mencionados, México y España, en los que se avanzó muchísimo en cuanto a Estado Abierto en la faz académica, y en los que también se caminó bastante en implementaciones de sus conceptos básicos. Lo que sucede es que se requiere de un trabajo constante, no es algo que se implemente una vez y camine solo. La transparencia, la participación y el acceso a la información requieren de un acompañamiento, de controles, de exigencias intragobierno y de la propia ciudadanía y, un punto fundamental, que adquiera una continuidad en las sucesivas administraciones nacionales y provinciales. Lo que suele pasar es que cambia el color político de un país y se retroceden un sinnúmero de escalones, lo que no permite avanzar en los objetivos propuestos.  
Hay mucho por transformar porque teníamos muy naturalizadas viejas practicas, lo se traducía en opacidad de la mayoría de las actuaciones públicas. Es importante comenzar desde ahora, a partir de este nuevo contrato social que se hace con la ciudadanía.


Cuáles son las aspiraciones de la Academia y desde el Estado
La Academia pone a disposición del Estado y de la comunidad las herramientas. El fin último es fortalecer la democracia a través de un ejercicio constante del concepto de Estado Abierto, lo que se traduce en una mejora integral de la calidad de vida de toda la comunidad. Es por eso la necesidad de avanzar en esta cuestión, es decir gestionar (desde la administración) con el acento puesto en la participación y la co-creación de políticas públicas con los propios ciudadanos. Ahí reside el desafío, porque hay que generar una transformación en el funcionariado, formado en una tradición verticalista en términos de administración y de acceso a la información. En cuanto al ciudadano, los esfuerzos están dados en proveerles de toda la información sistematizada, en formatos accesibles, de fácil entendimiento, para que realmente sea aprovechada. Todo esto permite construir un esqueleto social en términos de igualdad. Debemos enfocarnos en la satisfacción ciudadana con los servicios públicos, aprovechando todo el potencial que nos ofrecen las nuevas tecnologías. La plataformas digitales, por ejemplo, nos permiten promover un trabajo interactivo con una ciudadanía, que a diferencia de lo que se cree tiene cada vez una mayor responsabilidad social.  
 

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