Bienaventurados los que pudieron disfrutar de Diego Maradona aquella noche del 20 de abril de 1994. Hoy, Salta está muy lejos de volver a repetir aquella noche gloriosa. Hoy no puede ni siquiera soñar con ver a Lionel Messi, el “Maradona” de estos tiempos, su homólogo en la actualidad, sin la intención de entrar en la vieja, tediosa e inútil discusión.
Es tan difícil soñar con tener a Messi no solo porque a la Pulga le quedan pocos años en el fútbol -tiene 31 años- sino por la baja infraestructura para recibirlo. El Martearena quedaría muy chico, lo mismo que el Gigante del Norte. Plazas como Mendoza, Córdoba o Santa Fe son mucho más cómodas para la Selección. Y porque Salta tampoco está en los intereses de Chiqui Tapia y la AFA. Por eso es más probable que Messi visite Santiago del Estero, la provincia preferida de Tapia y sus laderos, donde se construye un nuevo estadio.
Desde aquella oportunidad con Maradona, nuestra ciudad no volvió a tener la posibilidad de recibir a la Selección. Solo vino el Sub-20 a inaugurar el Martearena en la antesala del Mundial 2001, que se organizó en el país, y del cual Salta fue sede.
inicia sesión o regístrate.
Bienaventurados los que pudieron disfrutar de Diego Maradona aquella noche del 20 de abril de 1994. Hoy, Salta está muy lejos de volver a repetir aquella noche gloriosa. Hoy no puede ni siquiera soñar con ver a Lionel Messi, el “Maradona” de estos tiempos, su homólogo en la actualidad, sin la intención de entrar en la vieja, tediosa e inútil discusión.
Es tan difícil soñar con tener a Messi no solo porque a la Pulga le quedan pocos años en el fútbol -tiene 31 años- sino por la baja infraestructura para recibirlo. El Martearena quedaría muy chico, lo mismo que el Gigante del Norte. Plazas como Mendoza, Córdoba o Santa Fe son mucho más cómodas para la Selección. Y porque Salta tampoco está en los intereses de Chiqui Tapia y la AFA. Por eso es más probable que Messi visite Santiago del Estero, la provincia preferida de Tapia y sus laderos, donde se construye un nuevo estadio.
Desde aquella oportunidad con Maradona, nuestra ciudad no volvió a tener la posibilidad de recibir a la Selección. Solo vino el Sub-20 a inaugurar el Martearena en la antesala del Mundial 2001, que se organizó en el país, y del cual Salta fue sede.