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Peter Lanzani: “Me apasiona lo que hago, soy un laburador”

En diálogo exclusivo con El Tribuno, Peter Lanzani habló de su nueva película, "4x4", que se estrenará el próximo jueves en todos los cines del país. 
Martes, 02 de abril de 2019 11:04

 

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Marina Cavalletti
El Tribuno

El actor destacó que disfruta de los desafíos y que quisiera escribir y dirigir sus propios guiones. Además, aseguró que “la violencia atrasa” y que el filme de Mariano Cohn invita al debate. 
El director quiso salir del lugar común del pibe chorro que aparece en las películas. Con ese criterio, ¿qué materiales usaste para construir el personaje de Ciro?
Es eso mismo, tratamos de corrernos del lugar cómodo. Entrar en circunstancias en las que te das cuenta de que el ladrón no era uno convencional o como se los suele estereotipar. Tratamos de hacer una revisión página a página, varias veces por semana con Mariano Cohn y buscarle la intención. Llegamos a la conclusión de que una vez que Ciro entra en la camioneta, todo su pasado o su presente sobre quién es pasa a un segundo o tercer plano. Porque el personaje se ve prácticamente raptado adentro de la camioneta, sin poder comer ni tomar, con un tiro en la gamba. Muchísimos factores lo hacen centrarse solamente en la supervivencia y en no perder la esperanza para no morir. Me parece que la formación del personaje está en tratar de entender cuál era este proceso físico que estaba pasando, con esto de no poder comer durante varios días, entender el proceso de tener un balazo en la pierna y pensar cómo lo iba cambiando emocionalmente. 


Tratamos de salirnos de la comodidad y terminamos componiendo a Ciro, que es un personaje que quizá no habla tanto, que no se conoce ni de dónde viene, cómo es o qué manera tiene de pensar. Me parece que ese fue el desafío más grande que encontramos: tratar de hacer el arco físico y emocional del personaje para contar lo que quiere contar esta película de género. Lo más interesante, más allá de que sea un ladrón, es que es una persona encerrada en una camioneta.
La película describe a personas invisibles y en situaciones de inseguridad. En lo cotidiano, ¿te llevó a ver las cosas de otra manera?
Primero traté de entender y justificar un poco más al personaje. Entender qué le sucedía y qué lo conmovía. Al personaje lo marcan, empieza a sacar conclusiones y a entender cosas por otro lado. A mí lo que más me interesó de la película es que no toma partido sobre la inseguridad o en hablar sobre los personajes invisibles, sino que empieza a dar diferentes puntos de vista de situaciones y cómo reaccionan o se lo toman diferentes personas. El cruce con un policía que no le da bola, pero porque no lo puede escuchar. Esta persona pasa de ser un tipo rudo y recio, termina hablando de su secreto más grande con un grillo. Eso fue lo que más me conmovió y me sorprendió de la película. Qué inteligentes son los recursos que utiliza el guion para constantemente hacernos cambiar de opinión y ver diferentes mundos y puntos de vista que quizás en algunos coincidís y en otros no, o te hace coincidir para después darte un cachetazo y mostrarte otro golpe de la realidad.
Uno se puede sentir un poco incómodo cuando ve la película, porque te hace pensar que es uno en realidad quien toma malas decisiones.
¿El personaje de Ciro muestra un poco la vulnerabilidad a la que todos estamos expuestos?
Yo creo que todos los personajes son así. Cada uno mediante su fin, porque el personaje de Dady Brieva también lo tiene. Es un tipo completamente aislado de la sociedad, harto de sufrir la inseguridad y de que lo vivan cagando tanto los de arriba como los de abajo y los de cualquier lado. El personaje de Brandoni también, que tiende a ser una especie de héroe, pero en unas circunstancias paupérrimas de su vida. Me parece que eso es lo cotidiano que muestra la película: que todos sufrimos y todos pensamos de una manera, pero podemos pensar de otra, y que a todos nos van tocando las cosas simples que pueden llegar a suceder. Y el tema de la inseguridad nos preocupa a todos, y me parece que eso es interesante también como guion y como película de género.
Fuera de la camioneta se observa a buenos vecinos, pero que también son cuestionables ¿Cómo te vinculás con esta violencia cotidiana?
Trato de no engancharme al punto de pelearme a piñas, porque es una locura. También depende a veces del día que tenga cada uno. A veces, te encontrás diciendo cosas de las que pensás después “¿Cómo puede ser que haya entrado en un juego así?”. Creo que la violencia atrasa muchísimo. Ahí es donde hay que hacer un poco de respiración honda para no entrar en ese estilo de juego. El ejemplo sucede cuando agarran a un ladrón fuera de la camioneta y le pegan entre siete u ocho personas hasta que llega la policía. Por un lado, está buenísimo que hayan atrapado al ladrón, pero también hay que pensar si es necesario llegar a un punto así. Genera mucho debate la película y me parece que eso es lo que se pretende. No instala un “esto está bien, esto está mal”, cada uno va sacando sus propias conclusiones y el mismo debate que va a generar la conversación sobre el tema. Un tema muy tabú en nuestro país, y me parece que está bueno tocarlo un poco. 
Dijiste que la película te lleva a pensar una cosa y después a pensar otra, que uno toma una posición y después cambia. ¿En qué otros temas socialmente candentes te has sentido así?
Qué difícil. La seguridad creo que es un punto clave. Es una pregunta muy interesante y la verdad es que nunca me lo había puesto a pensar. La política también puede ser, aunque no entiendo mucho ni soy muy partidario como para poder expresarme libremente. Incluso todo lo que sucede con el fútbol puede ser. De cualquier manera, esto no deja de ser cine, y esa es la razón por la que se la llama película de género, porque también es la información y la desinformación. El guion te da la información que necesita para llevarte a la emoción que quiere, y cuando está bien logrado sucede esa dualidad.
En un momento tu personaje habla de “cuestión de poder” refiriéndose a “los de arriba” y a “los de abajo”. ¿La película marca también diferencias de clase?
Marca pero porque hay diferencia, y es una cosa que existe. No sé si toma partido en defender a unos o a otros, porque me parece que lo genera es el debate. Te muestra que ambos tienen razón y ambos están equivocados y por eso la importancia de que se genere el debate, es por tratar de ver cuál es el punto, que para mí es la no violencia.
¿A eso debería aspirar la sociedad?
A mí me encantaría vivir en una sociedad sin violencia y donde puedas caminar libremente por la calle sin tener miedo. Creo que es el sueño de todos, no solamente mío.
En Los últimos, una historia apocalíptica, trabajás mucho con lo no dicho. En ese punto se vincula con 4x4 ¿Qué implica utilizar el silencio como recurso? 
Creo que a veces hay cosas que son mejores decirlas sin palabras. Y más aún en las circunstancias en las que se encuentra este personaje. No tiene con quien hablar más que con uno, y con uno a veces no hace falta exteriorizar la palabra. Lo mismo pasa en Los últimos, donde tenés a un personaje embadurnado en una atmósfera y en un mundo en donde tampoco hace falta hablar mucho. Entonces, el mismo cuerpo puede contar algo, el mismo silencio dice mucho, como lo hace un gesto. Hay personajes que hablan mucho y otros que no, como es el caso de Nelson en Un gallo para Esculapio, que no es un hombre de muchas palabras. Pero está bueno que suceda eso, porque uno no se la pasa hablando constantemente en la vida. A veces hay cosas que no hace falta decirlas porque se entienden, y eso genera más dualidad también, porque hay personajes que lo toman de una manera y otros de otra, y con lo que está bueno poder jugar. Eso fue una decisión clara que tomamos con Mariano, la de retraer algunos textos para ver qué sucedía con lo físico.
En conferencia de prensa indicaste que te gustan los desafíos. ¿Qué quisieras hacer que represente un desafío? 
Creo que hay un montón de cosas. En teatro, seguir haciendo algún clásico. Creo que tratar de tocar y convivir con las emociones, o convivir con los puntos de vista de los personajes es lo que me desafía. Como esta película, que es física y emocional. Es rarísimo lo que sucede con el personaje y me parece que es un desafío. Dirigirme sería un desafío. Si bien codirigí un capítulo en la segunda temporada de Un gallo, me encantaría vivir esa experiencia. Por otro lado, también me desafía poder escribir mi guion y dirigirlo. Creo que hay muchísimas cosas para hacer, y que depende de cada uno y del momento en el que estás. Quizás hace dos años había algún papel o un personaje que no me eran un desafío. Hoy las cosas las veo de otra manera y ahora lo es, y quiero encarar y tocar ese tipo de emociones.
Afirmaste que te gusta trabajar con gente que tenga mucha claridad. ¿Cómo te definirías?
Me gusta laburar en equipo. No te sabría decir cómo me veo a mí, pero soy un laburador. A mí me apasiona lo que hago y me gusta buscarle el pelo al huevo y las mil maneras de interpretar una escena, pero me gusta también que me ordenen y me digan que algo es así. Más con directores que escriben sus guiones, que dirigen sus películas y las editan. Nadie mejor que ellos para saber lo que quieren hacer. Y está bueno, porque no hay una sola manera de interpretar un personaje, entonces hay que tener claridad en cómo, porque si no los personajes se te pueden ir por las ramas y no ser tajantes en lo que tenés que contar.

 

 


 

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