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El país de la deuda eterna

Viernes, 03 de mayo de 2019 00:00
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El híbrido paquete de medidas anunciado por el gobierno Macri para tratar de paliar durante los últimos meses de su mandato los efectos de su fracaso en materia económico-financiera ha dejado en segundo plano ante la opinión pública anuncios mucho más complejos y graves provenientes del Banco Central (BCRA).

* Ratificó y enfatizó que el tipo de cambio es libre y flotante, lo que en la práctica significa institucionalizar la privatización del valor del dólar y de todas las restantes divisas en la plaza local a manos de los grandes operadores financieros

* El banco no intervendrá es decir, que no podrá comprar ni vender divisas mientras la cotización del dólar se encuentre entre 39.75 y 51.45 $/US$, una banda por ello denominada "zona de no intervención". Hasta ahora esta zona se indexaba a razón de un 3 % mensual, pero igualmente el nuevo rango sigue siendo riesgoso y vulnerable desde el punto de vista inflacionario y financiero en general.

* Hasta el 30.6, se autoimpone no intervenir en el mercado ni siquiera para sostener la cotización del dólar en caso de que la misma baje del piso de la banda. Esto es, que no le pone restricción a la apreciación cambiaria del peso.

* Si la cotización sube por encima del techo de la banda fijada, el BCRA podrá intervenir aunque sólo con hasta 150 millones de dólares por día.

* Se garantiza así una política de retraso cambiario relativo porque restringe la intervención del BCRA mientras el país tiene una inflación superior al 50 % anual. Esta política, estrictamente hablando, ya está prevista en el Presupuesto 2019, porque en las proyecciones macroeconómicas del año se prevé un dólar promedio a $40.10 contra una Inflación también promedio del 23 %.

* Las intervenciones de estos días no se hacen con recursos propios del Banco sino con el desembolso de los 10.800 millones de dólares del FMI.

* La base monetaria, constituida por el circulante y los encajes bancarios, que hoy está en el orden de 1.35 billones de pesos, quedará congelada también hasta el 30.6.

* Sandleris reconoce que la actual inflación es demasiado alta y la atribuye a dos factores explicativos: el aumento de tarifas de servicios públicos y el traslado de la devaluación a precios, La inflación mayorista de 2018 fue del 73 % contra un 48 % de la minorista y la brecha entre ambos índices siempre conlleva un desfase en el traslado a precios que amplifica la inflación futura.

* El gobierno espera que la próxima afluencia de dólares provenientes de la liquidación de exportaciones de granos, unida a los desembolsos de los organismos internacionales de crédito le permita contener el valor de la divisa.

* El costo financiero extraordinario de la deuda cuasi-fiscal del BCRA por Leliq y Pases es más gravoso y riesgoso todavía porque los bancos pasan a estar autorizados a usar la totalidad de las Leliq para integrar sus encajes indisponibles.

* Todo ello se da en el marco de un desequilibrio estructural de un BCRA que tiene 66.200 millones de dólares de reservas internacionales, de manera que el stock de pasivos a corto y cortísimo plazo deviene superior a tales reservas.

Merece un comentario aparte la referencia de Sandleris acerca de los riesgos de dolarización de carteras privadas en el año electoral, que ya se han venido dando con daño a la posición de por sí sumamente grave del BCRA y del gobierno de Macri en general.

Un riesgo bajo

El titular del BCRA dice que un riesgo de este tipo hoy en día es muy bajo porque empresas y familias ya abrían pasado a dólares el grueso de sus ahorros y/o fondos disponibles y que los no residentes (léase grandes fondos internacionales de inversión) ya no estarían en el país desde el retiro de circulación de las lebac; pero ello no es tan así:

1.- Que las familias o individuos tengan hoy menor capacidad de ahorro es cierto pero la suma de pequeños ahorristas (lo que se llama el chiquitaje) no tiene relevancia en el mercado cambiario.

2. - Que las empresas tampoco tengan hoy alta proporción de ahorros disponible para temer fuertes pases a dólares es cosa muy relativa o al menos discutible dado que los grandes grupos corporativos y multinacionales exportadoras sí pueden contar con la alternativa de pases en gran escala a moneda extranjera.

3. - Lo más importante: Que los grandes fondos de inversión extranjeros se hayan retirado del mercado local por el fin de las Lebac debido a la conversión de las mismas en Leliq y en mayor proporción de Pases Pasivos no solamente no está demostrado sino que, por el contrario, el propio BCRA ha dictado disposiciones para tratar de restringir un poco la afluencia de estos fondos que siguen operando en la plaza prevalentemente a través de bancos extranjeros con filiales en el país.

Por ende, no sólo esta visión optimista carece de fundamentos sólidos y se parece a una expresión de deseos para vender expectativas optimistas a la opinión pública sino que además esconde el peor de los peligros reales: el de abrupta salida de Leliq y Pases por parte de los Bancos Acreedores si se produjera el retiro de los depósitos con que fondean sus compras de títulos del BCRA.

En consecuencia, la expresión jactanciosa de Sandleris acerca de contar el BCRA con reservas suficientes para sostener una corrida cambiaria no sólo no se corresponden con la realidad argentina sino que, por el contrario, en el hipotético caso que ocurriera, llevaría al país a un descontrol cambiario y a un peligro cierto de hiperinflación.
Más, se repite, todo esto que aquí se comenta va más como un razonamiento en voz alta o ejercicio muy teórico antes que como proyecciones financieras pronosticables ya que un terremoto de mercado que este tipo de acciones desataría se descuenta que no permitiría controlar tal situación en pleno año electoral.
Dicho con otras palabras: que la administración Macri, en las postrimerías de su gestión, se encuentra completamente encadenada y dependiente en forma institucional y bajo la supervisión directa del FMI a una trampa insoluble de arbitraje entre tipo de cambio y tasa de interés que condiciona en forma total y absoluta el resto de su mandato; y que además se transmitiría como condicionante al futuro gobierno electo, cualquiera sea su signo.

Maniobra irresponsable

Pocas veces en la historia financiera Argentina se ha visto una maniobra tan irresponsable como descarada de un gobierno que habiendo fracasado abiertamente en su gestión económica y financiera por culpa de su política de gobernar con deuda, se haya sobreendeudado adicionalmente para poder llegar al fin de su mandato, abonando para ello altísimas tasas de interés y pasándole el costo y la cuenta de cancelaciones a la administración que lo suceda, como hoy lo está haciendo el presidente Macri.
Con el agravante y el interrogante que, por una combinación propia de ineptitud y corrupción por equivocarse a propósito en favor de los capitales financieros la administración macrista está apretando hoy al mismo tiempo el freno y el acelerador sobre el tipo de cambio -tema del que vamos a ocuparnos en una próxima nota- a costa de pagar cada vez más intereses y sin que sepamos todavía el alcance que tiene este riesgo de estrellar su política financiera incluso antes de las elecciones de octubre.

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