Liverpool ya está en la final de la Liga de Campeones, después de eliminar sorpresivamente a Barcelona en Anfield Road. Los reds levantaron un 0 a 3 en contra y se metieron en la cita decisiva, que se disputará en el Wanda Metropolitano el próximo 1 de junio. En ella enfrentarán al Tottenham, que eliminó agónicamente este miércoles al Ajax.
Por esto se verá en Europa una final de Champions League entre dos clubes del mismo país, una situación que no sería inédita ni mucho menos.
Son siete las finales de Champions League disputadas entre clubes de un mismo país.
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Liverpool ya está en la final de la Liga de Campeones, después de eliminar sorpresivamente a Barcelona en Anfield Road. Los reds levantaron un 0 a 3 en contra y se metieron en la cita decisiva, que se disputará en el Wanda Metropolitano el próximo 1 de junio. En ella enfrentarán al Tottenham, que eliminó agónicamente este miércoles al Ajax.
Por esto se verá en Europa una final de Champions League entre dos clubes del mismo país, una situación que no sería inédita ni mucho menos.
Son siete las finales de Champions League disputadas entre clubes de un mismo país.
Esta lista la inició Real Madrid y Valencia en el 2000. Aunque ni Real ni el Valencia fueron campeones españoles, las victorias en las rondas eliminatorias ante Manchester United y Bayern München; y la Lazio y Barcelona, respectivamente, fueron claves para que se diera la primera final entre dos clubes de un mismo país en la UEFA Champions League. Fue la final número 11 del Real Madrid (segunda en tres años después de que el equipo blanco hubiera conseguido el trofeo en 1998 de la mano de Jupp Heynckes 32 años después) y la primera del Valencia. Y la experiencia jugó un papel destacado en el Stade de France. Real, entrenado por Vicente Del Bosque, se adelantó en el marcador por medio de un gol de cabeza de Fernando Morientes en la primera parte, y el conjunto de Héctor Cúper fue incapaz de mostrar su arsenal ofensivo en París. Ya en la segunda mitad, con los tantos de Steve McManaman y Raúl González, Real Madrid conquistó la octava de sus 13 Copas de Europa que lucen en sus vitrinas.
En 2003, Italia tuvo tres semifinalistas, y el Inter de Milán no se clasificó para la final de Old Trafford tras caer con sus vecinos en semifinales. Con el Milan y la Juve conociéndose, el partido apenas tuvo ocasiones. A pesar de contar con el máximo goleador de la Champions esa temporada, el delantero del Milan Filippo Inzaghi fue incapaz de encontrar el gol en Manchester. Clarence Seedorf y Kakha Kaladze fallaron en la tande de los penaltis para el Milan, pero David Trezeguet, Marcelo Zalayeta y Paolo Montero hicieron lo mismo en Juventus. Andriy Shevchenko se encargó de transformar la pena máxima para que el Milan ganara su sexto título.
En 2008, otra vez hubo tres equipos de un mismo país en semifinales. Chelsea avanzó hasta la final tras vengarse del Liverpool, que dejó a un paso de luchar por el título a los londinenses en 2005 y en 2007. El Manchester United marcó primero en el Estadio de Luzhniki en Moscú con un gol de cabeza de Cristiano Ronaldo, pero Frank Lampard empató antes del descanso. Ninguno de los dos conjuntos volvió a marcar ni en la prórroga tampoco, por lo que la final se decidió en la tanda de penales. Las cosas parecieron ponérsele mal al United cuando Petr Cech le detuvo un penalti a Ronaldo y John Terry tuvo en sus pies el triunfo para el club de Stamford Bridge. Pero el capitán de Chelsea se resbaló y su balón pegó en el poste. Y a continuación, Edwin van der Sar le detuvo el penalti a Nicolas Anelka y el título voló a Old Trafford.
En 2012, en Wembley se vivió la primera final entre equipos alemanes en la Champions League. La disputaron Bayern Munich y Borussia Dortmund. Bayer se impuso por 2 a 1 y levantó su quinto galardón continental.
En Lisboa en 2013, llegó la décima orejona para Real Madrid y justamente ante Atlético. Godín adelantó a los rojiblancos en la primera parte, pero Sergio Ramos encontró el gol en el tiempo añadido. La prórroga estaba cantada con un Real Madrid envalentonado y un Atlético de Madrid reventado. Solo faltaban los tantos para materializar esta sensación y el primero llegó en el minuto 110. Ángel Di María se escapaba por la izquierda para rematar ante Courtois que despejaba y, en el rechace, Gareth Bale, en su cuarta oportunidad, marcaba el tanto que rompía la final. Marcelo y Cristiano Ronaldo, de penal, hizo el resto. La última jugada provocó la expulsión de Godín y la del Cholo Simeone, enojado por la celebración y por la actitud de Varane.
En 2015 en Milán se repitió la anterior final entre equipos de un mismo país, que se definió esta vez desde los doce pasos. El equilibrio y la igualdad fueron la clave en el encuentro que acabó 1-1 por los goles de Ramos y Carrasco, pero solo podía haber un ganador. Con 4-3 sin fallar en la tanda, Juanfran mandó la pelota al palo. Cristiano se encargó de lanzar el penal definitivo, y el portugués no falló. La Undécima Champions League cayó y el Real Madrid se proclamó campeón.
En Madrid, en el estadio Wanda Metropolitano, se vivirá la séptima final entre dos equipos de un mismo país. La gran definición la vivirán Tottenham y Liverpool el 1 de junio.