El próximo 10 de junio la escuela del paraje La Falda, en el departamento de Cerrillos, cumplirá cien años de vida. Fue creada en 1919 por gestiones de doña Gabriela Toranzo de Peretti ante las autoridades educativas del gobierno de don Hipólito Yrigoyen.
Originalmente se llamó Escuela Nacional Nº 148, pero en 1974 se le impuso el nombre de su fundadora y primera directora: “Gabriela Toranzo de Peretti”.
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El próximo 10 de junio la escuela del paraje La Falda, en el departamento de Cerrillos, cumplirá cien años de vida. Fue creada en 1919 por gestiones de doña Gabriela Toranzo de Peretti ante las autoridades educativas del gobierno de don Hipólito Yrigoyen.
Originalmente se llamó Escuela Nacional Nº 148, pero en 1974 se le impuso el nombre de su fundadora y primera directora: “Gabriela Toranzo de Peretti”.
Años después, cuando el establecimiento fue transferido a la provincia, pasó a ser Escuela Nº 648, hasta que otro reordenamiento realizado años después la transformó en Escuela Nº 4.449.
Lo cierto es que ni los años ni los sucesivos cambios de número pudieron borrar el nombre original sugerido, según mentas, por don Pedro Peretti. Y los cerrillanos aún siguen llamándola con afecto y cariño, “escuelita de La Falda”, tal como dice en su letra la zamba de su exalumno “Tela” Guantay .
Las leyes
Pero más allá del nombre, hay que recordar que estas escuelas rurales se crearon en todo el país gracias a dos leyes nacionales: la 1.420 del año 1884, y la 1.874 de 1905. La primera estableció la educación “obligatoria, gratuita y gradual”, y la segunda, más conocida como la “ley Lainez”, que posibilitó la creación en todo el territorio nacional de las “escuelas rurales, infantiles, mixtas y elementales”. Es decir que sus alumnos solo podían cursar hasta tercer grado.
"Alto y pintoresco”
En el “cuaderno histórico” de la escuela, su fundadora doña Gabriela Toranzo de Peretti, anotó: “El local destinado a su funcionamiento está ubicado en la finca La Falda, jurisdicción del departamento de Cerrillos, propiedad del señor Pedro Peretti, quien lo cedió al Honorable Consejo Nacional de
Educación con carácter gratuito y por dos años. El local está situado en la falda del cerro, un lugar alto y pintoresco, con hermosas vistas panorámicas”.
Inauguración y docentes
A poco de crearse la escuela, comenzó la matriculación, que fue supervisada por el Consejo Nacional de Educación a través de don Santiago Jándula. Por fin, el 10 de junio de 1919 comenzaron las clases con 47 alumnos inscriptos en primer grado inferior.
Al año siguiente (1920) doña Gabriela debió hacerse cargo de dos grados: primero inferior y primero superior. Y así continuó hasta 1921, cuando llegó la primera maestra auxiliar: María Esther Gorostiaga.
Una década más tarde (1929) ingresó la segunda maestra auxiliar: María Adelina Peretti, y en 1939, es decir veinte años después de la fundación, arribó la tercera maestra: Sofía Sara Giampaoli, de Cerrillos.
En 1942, llegó la hora de la jubilación y el retiro para la fundadora y directora del establecimiento, doña Gabriela de Peretti. La reemplazó su hija María Adelina Peretti de Aranda, quien de esta manera se transformó en la segunda directora de la escuela con grado a cargo. Al año siguiente (1943) ingresó la cuarta maestra auxiliar, también de Cerrillos, doña Adela Castiella de Gallo, quien también llegó a ser directora.
La escuela rural y sus primeras maestras auxiliares
Los primeros medios de transporte fueron tracción a sangre y luego llegaron los colectivos.
1950. Al volante, la señorita Sara junto a sus alumnos.
Como hasta 1947 la provincia no contó con un servicio regular de colectivos, las primeras maestras de La Falda debieron utilizar cualquier medio de transporte para poder cumplir con sus tareas docentes a casi 20 km de la ciudad de Salta.
Para doña Gabriela de Peretti y más tarde para su hija Adelina, no hubo problemas de transporte pues vivían en la misma sala donde funcionaba la escuela. En cuanto a la primera maestra auxiliar designada en 1921, la señorita Goroztiaga, residente en Salta, el problema se zanjó residiendo ella en la misma escuela en épocas de clases y regresando a la ciudad para las vacaciones de invierno y verano.
La tercera maestra
En cuanto a la tercera maestra, Sara Giampaoli, designada en 1940, ella primero echó mano al automóvil de su padre para cubrir los 8 km (ida y vuelta) que diariamente debía recorrer entre Cerrillos y La Falda. Lo hizo en un automóvil Chevrolet modelo 34. En él llevó desde el pueblo hasta la escuela vieja o del cerro, una decena de chicos por día hasta 1942. Algunos de esos viajeros fueron los hermanos Ahanduni, Usy, Rada, Salinas, Casimiro, Patrón, Morales y Jorge “Gringo” Chasne, entre otros.
En 1942, Sara Giampaoli cambió de movilidad; dejó el automóvil de su padre y adquirió una “Americana” tracción a sangre. En ese coche de cuatro ruedas, continuó llevando chicos desde el pueblo hasta la escuela vieja de La Falda.
La cuarta maestra
Otra maestra que también echó mano a la tracción a sangre para hacer diariamente el camino de Cerrillos a La Falda, fue doña Adela Castiella de Gallo. Ella lo hizo desde 1943 a bordo de un “Breke”, también de cuatro ruedas, en el que también llevaba alumnos, ida y vuelta a Cerrillos.
Pero tanto Sara Giampaoli como Adela Castiella usaron sus carruajes hasta que la escuela se mudó a su nuevo edificio levantado a la vera de la RN9 (hoy 68), en 1951. A partir de entonces comenzaron a viajar en colectivos que las dejaban en la puerta de la escuela. Primero fue en la empresa “Lito Yado” después “Sotelo Hnos” y más tarde “Aramayo SRL”.
Último homenaje al Gral. San Martín en la escuela vieja.
Los dos edificios históricos de La Falda
El primero fue en la sala de la finca homónima y el segundo a la vera de la actual RN 68.
El primer edificio de la Escuela Nº 148 fue una sala del siglo XIX de finca La Falda, propiedad de don Pedro Peretti. Utilizaba las tres piezas que se comunicaban con la galería del frente. La casona era una construcción sólida y amplia que tenía un antepatio cercado por una tapia con rejas. En el centro se había implantado en 1919 el infaltable mástil de estas escuelitas rurales.
Cuando el 25 de agosto 1948 un terremoto sacudió el Valle de Lerma, la casona sufrió daños en sus techos, lo que hizo que por varios días se suspendieron las clases. Ese mismo año don Pedro Peretti donó al Consejo Nacional de Educación una hectárea sobre la RN 9 para que por medio del Segundo Plan Quinquenal del Perón se construyera el nuevo edificio de la escuela, inaugurado en 1951.
Los cambios
El advenimiento del peronismo trajo a la escuela de La Falda dos cambios notables: en lo pedagógico, se comenzó a dictar el primario completo (hasta entonces solo era hasta 3er. grado), y en lo físico, un moderno y confortable edificio con patio cubierto, casa para el director, casa para el maestro, caballeriza, juegos infantiles y aulas calefaccionadas.
Con el paso del tiempo la escuela de La Falda tuvo muchísimos cambios. Por ejemplo, en la actualidad sus docentes y alumnos están en íntimo contacto con el mundo a través de internet, algo impensable en el año 1919. Ahora los cambios están a la vista; en 2012 la escuela participó de la Feria de Ciencia y Tecnología, donde ganó la zonal. A nivel provincial participó con el trabajo “La Falda a través del tiempo”, lo que les posibilitó estar en Tecnópolis, Buenos Aires, junto a la exdocente Alba Gladis Salazar. Su actual director, profesor Juan José Yáñez, contó a El Tribuno que actualmente la escuela tiene 160 alumnos entre nivel inicial y primario.