Las sirenas y los gritos de la policía invadieron la esquina de Córdoba y Talcahuano, en pleno centro la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Un oficial de la Policía de la Ciudad apuntaba a un auto en el que viajaban cuatro delincuentes que habían entrado a robar un restaurante a plena luz del día. Tras varios minutos de tensión y bajo la atenta mirada de los vecinos que se asomaron de los edificios, los delincuentes salieron del vehículo y se entregaron.
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Las sirenas y los gritos de la policía invadieron la esquina de Córdoba y Talcahuano, en pleno centro la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Un oficial de la Policía de la Ciudad apuntaba a un auto en el que viajaban cuatro delincuentes que habían entrado a robar un restaurante a plena luz del día. Tras varios minutos de tensión y bajo la atenta mirada de los vecinos que se asomaron de los edificios, los delincuentes salieron del vehículo y se entregaron.
El hecho ocurrió cuando los integrantes de la llamada “La Banda de los Nenes” asaltaron una pizzería del barrio de Retiro. Con una réplica de una pistola, los ladrones se llevaron la recaudación del local y las pertenencias de los clientes que estaban en el lugar. Luego, se subieron a un Honda Civic gris que los esperaba en la puerta y se escaparon a toda velocidad.
La situación fue advertida por un oficial de la Comisaría Vecinal 1 A de la Policía de la Ciudad que se encontraba en la zona e inmediatamente dio la voz de alto y pidió ayuda al resto de la fuerza. En ese momento, los delincuentes intentaron hacer una maniobra a bordo del auto para fugarse. Una vez cercados, los delincuentes bajaron del auto y fueron reducidos en el medio de la calle. Otro de los videos muestra cómo un transeúnte -no queda claro si era alguien a quien le habían robado sus pertenencias o no- le propina una fuerte patada en el cuerpo a uno de los detenidos antes de ser separado por efectivos y otros civiles.
Al requisar el vehículo y a los asaltantes se encontró la replica del arma de fuego, $6.000 en efectivo, varios celulares y un reloj, los cuales fueron recuperados por sus víctimas. Chequeos posteriores determinaron que de los cuatro delincuentes, dos eran menores de edad. Y que uno de los menores y otro de los mayores poseían antecedentes penales.