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“Se me caían las lágrimas, no hay cosa más hermosa que reconozcan tu trabajo”

Victor Cuellar, preparador físico cuervo, fue una de las piezas fundamentales en el ascenso de Central Norte. El profe, que logró su segundo título como profesional, recibió el reconocimiento de todo el plantel cuando se coronaron campeones frente a Guaraní. Viky, como se lo conoce en el ambiente futbolístico, contó cómo fue el proceso de preparación para poder dar la vuelta olímpica.
Martes, 25 de junio de 2019 01:58

¿En qué basaste la preparación física?
Le di mucha importancia a la entrada en calor, me demandó hasta 45 minutos al principio enseñar y explicar por qué se lo hacía. Una cosa es hacerlo y que tenga un efecto positivo en los jugadores, que crean que todos estos cambios le harán bien lleva su tiempo. El jugador se convence cuando empieza a sentir que es más explosivo y dinámico, que mejoró su movilidad, flexibilidad y fuerza. Todo terminó de cerrar en el primer partido amistoso que hicimos con Juventud. Se vio un equipo dinámico e intenso.

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¿En qué basaste la preparación física?
Le di mucha importancia a la entrada en calor, me demandó hasta 45 minutos al principio enseñar y explicar por qué se lo hacía. Una cosa es hacerlo y que tenga un efecto positivo en los jugadores, que crean que todos estos cambios le harán bien lleva su tiempo. El jugador se convence cuando empieza a sentir que es más explosivo y dinámico, que mejoró su movilidad, flexibilidad y fuerza. Todo terminó de cerrar en el primer partido amistoso que hicimos con Juventud. Se vio un equipo dinámico e intenso.

Estuviste muy comprometido con el plantel...
No me guardé nada, tuve la posibilidad de traerlos a mi gimnasio (Templum), donde los pude corregir individualmente. Eso fue toda iniciativa mía, no le pedí nada al club, lo hice gratis en busca de lo que logramos, aposté a ganador. No se los impuse, tiré la propuesta y vino más del 50%, eso marcó un pauta que estaban comprometidos. Me dio mucha satisfacción que vinieran. Hubo espíritu de trabajo.

¿Tuvo mucha incidencia el trabajo dirigencial?
Cumplieron con lo que pedí, y conforme se fue avanzado fuimos ajustando el tema de suplementación, eso se veía en los entrenamientos. No estaba todo librado a los suplementos, sino también a la alimentación, ahí entró en acción Andrea Morales (nutricionista). Tenemos todos datos antropométricos desde el principio y el cambio siempre fue para mejor. Pegini terminó pesando 83 kilos, cuando vino con 93, eso se notó claramente en la cancha, dinámico, con una prestancia importante, como la de un arquero de otra categoría.

¿Te costó cambiar los hábitos en el grupo?
En la pretemporada Andrea los capacitó en cuanto a la alimentación, los jugadores estaban acostumbrados a desayunar café con leche, bizcochos o tostadas.
A algunos les costó más que otros pero al final poníamos jugo y agua y terminaban eligiendo agua. Incluso en la semana la comida era saludable. Todas esas cosas en un período de siete meses a uno lo llenan de satisfacción y los jugadores se tienen que llevar el haber cambiado su habito de vida, lo tienen que potenciar como deportistas independientemente de la edad.

¿Qué te impulsó a volver a Central Norte?
Una de las razones fue sacarme la espina del último campeonato en el que estuve presente, quedamos afuera con San Martín de Formosa en semifinales. Segundo, hacía un tiempo que no estaba en el ruedo, y como persona del fútbol siempre quiero estar y sentir la adrenalina que genera un torneo. Tercero, la mochila gigante que había porque venían de perder dos finales, lo mínimo era ascender. Estaba totalmente convencido porque con Ezequiel Medrán, Lula Zurita y Federico Acuña hacemos un muy buen grupo de trabajo, cada uno aportó muchas cosas para enriquecer a los jugadores.

Fue un reto personal grande...
Era un desafío lograr algo en una institución ávida de logros y no me arrepiento porque la fiesta que fue el domingo (en la final) no la voy a olvidar más, una fecha significativa como el Día del Padre, con el estadio lleno, fue muy conmovedor y satisfactorio. En un momento quedé en medio de la cancha disfrutando como si fuera un espectáculo de los Rolling Stones, la gente con los celulares, los jugadores colgados de los arcos y yo con mi hijo (Elías) en brazos disfrutando el momento. 

Los jugadores corearon tu nombre en los festejos...
Creo que si tengo alguna virtud es la convicción con la que hago las cosas, sobre todo porque había jugadores que me conocían de procesos anteriores, son amigos que vienen a mi gimnasio y saben como trabajo. Ellos vieron las cosas que fui implementando que les hizo muy bien en su carrera, terminan manifestando eso como algo muy importante, se me caían las lágrimas y babas porque no hay cosas más hermosa que los jugadores reconozcan tu trabajo.

¿Tenés ganas de seguir?
Ganas tengo, pero tiro en la balanza la familia, tengo un hijo pequeño que demanda el estar presente y quiero estar, la verdad que para mí es satisfactorio cumplir ese rol. Habría que ver, no lo tengo definido, me atan muchas cosas extrafutbolísticas. Mi proyecto personal está funcionado y demanda tiempo.

Lograste tu segundo ascenso en tu carrera ...
Sí, pero son totalmente distintos, hasta diferentes las instituciones en las que los conseguí. El primero en Gimnasia imaginé que era el inicio de una carrera exitosa pensando que serían más cotidianos esos momentos, y la verdad que la vida me demostró totalmente lo contrario, entonces valoré ese momento, comencé a disfrutarlo y a tenerlo en el baúl de los recuerdos, añorarlo porque no fue tan sencillo y habitual salir campeón. Todo eso lo utilicé en el discurso con los jugadores, no es para cualquiera salir campeón, hay jugadores y cuerpos técnicos que pasan sin haber obtenido esos logros.
Igualmente pretendo seguir vinculado a fútbol, ya veré si en un cuerpo técnico o como dirigente.

¿Qué jugador te sorprendió?
Marcos Valsagna es uno, su dedicación y su empeño para hacer las cosas, es el tipo de deportista con el que me gusta trabajar. Después (Mauricio) Pegini, con él salimos campeones en Cachorros y ya tenía una referencia de lo que era trabajando. Cuando lo vi me dije “lo que me va a hacer laburar”. Pero el primer día me dijo que iba a hacer lo que yo lo dijera.
Tal cual, hizo los deberes para diez y se puso muy bien, eso te demuestra que quería lograr lo que terminó logrando. 
A Pegini lo tengo arriba por ese cambio, el primer día lo veías y era un exjugador, lo terminás viendo en la final y es de otra categoría. 

¿La exigencia física en un Federal A es doble?
Doble sería una B Nacional, para lograr un ascenso o poder estar en el primer o segundo lugar. Hoy estamos para pelear al Federal A de mitad para arriba, se tiene que mejorar, y mejorar no solo es la preparación física.

¿Te quedó algo pendiente?
Me gustaría que se desayune y almuerce en el club, tener más controladas las variables sobre la nutrición y descanso. Brindarles más capacitación a los jugadores de lo que es un buen descanso. Obviamente que tendría que haber cocinero bien complementado con la nutricionista para que funcione bien.

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