Tras obtener un valioso quinto lugar, hoy vuelve a Salta el equipo argentino de robótica que representó al país en la RoboCup 2019, competencia que se desarrolló entre el 5 y 8 de julio en Sidney, Australia.
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Tras obtener un valioso quinto lugar, hoy vuelve a Salta el equipo argentino de robótica que representó al país en la RoboCup 2019, competencia que se desarrolló entre el 5 y 8 de julio en Sidney, Australia.
Antes de su regreso, Nicolás Muñoz, Joaquín Argañaraz, José Manuel Gorjón, Elías Lamas y Martín Cardozo, junto al mentor del equipo, Gustavo Meolaz, y la coordinadora, Cecilia Budeguer, compartieron con El Tribuno la experiencia que vivieron en el mundial de robótica.
El grupo salteño participó de un certamen denominado RoboCup Rescue, en la categoría juvenil, a través del cual diseñaron y programaron un robot, hecho con piezas de Lego, que debía atravesar un circuito y rescatar bolas que representaban víctimas. El robot debía ser capaz de llegar hasta el lugar donde estaban las bolas y rescatar solo a las que representaban víctimas con vida, diferenciadas del resto por el color.
Además, participaron de la categoría Súper Team, en la que debían asociarse con equipos de otro país y superar las barreras idiomáticas para conseguir que su robot cumpla con las tareas asignadas. Obtuvieron el quinto puesto.
Orgullo salteño
Nicolás Muñoz, capitán del equipo, destacó que “fue una experiencia espectacular, impresionante. La verdad que todo fue increíble”. Y agregó: “En lo personal, viajé con grandes expectativas en torno a cómo trabajarían los equipos de otros países, qué tipo de materiales tenían ellos y cómo eran los robots que utilizaban, y lo principal que me parece que se debe destacar es que en Argentina no estamos muy alejados de lo que hacen en otros lugares del mundo”.
Por su parte, José Manuel Gorjón explicó: “Fue muy interesante ver el trabajo de los demás, qué elementos usaban y los programas para que el robot funcione. Fue una experiencia muy buena la que sacamos de este torneo, más allá de la competencia en sí misma”.
A su turno, Joaquín Argañaraz señaló: “Mi experiencia como programador te lleva a trabajar la mente de forma lógica, para pensar de qué forma resolver las distintas situaciones que se presentan. Hicimos un importante trabajo en equipo”.
Elías Lamas expresó: “Aprendimos muchísimo, vi que había participantes de otros países y puede aprender de ellos. Hablábamos mucho con los chilenos y los mexicanos e intercambiábamos experiencias en torno a la construcción del robot, que es mi rol en el equipo”.
“Es una experiencia que jamás voy a olvidar y por eso agradezco a mi madre, a todas las personas que nos apoyaron, que aportaron dinero para que podamos viajar”, dijo.
Martín Cardozo contó: “Pude recorrer las otras áreas de la competencia, como el de fútbol o rescate avanzado y pude aprender bastante de las clasificaciones que vi, tanto de mi equipo como de los otros”.
Aprendizaje integral
El mentor del equipo, Gustavo Viollaz, indicó a este diario que volvieron “muy contentos, cargados de experiencias y ganas de hacer otras cosas”.
Reveló que en el certamen “había mucho espíritu de colaboración y de aprendizaje”.
“Nos volvimos con muchas cosas para probar. Además visitamos la Universidad Tecnológica de Sidney y vimos el Centro de Impresión 3D que tiene, que debe estar entre los cinco más grandes del mundo”, comentó.
Finalmente, la coordinadora del equipo, Cecilia Budeguer, destacó el comportamiento de los chicos, más allá de la competencia: “Los chicos son extraordinarios, se portaron muy bien. Representaron al país como el país se merece, comportándose, trabajando hasta último momento con mucho respeto. Eso es tan importante o más que el resultado, el representar y dejar una muy buena imagen de los argentinos en otra parte del mundo”, dijo.
“También vimos cómo los distintos países trabajan para un bien común, que es formar a los jóvenes y darles lo mejor”, cerró.