Las bajas temperaturas típicas de los meses de julio y agosto suelen predisponer a conductas peligrosas y cada año hay casos de personas que, por calefaccionar un ambiente, terminan intoxicados con monóxido de carbono, un gas que en muchos casos causa la muerte.
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Las bajas temperaturas típicas de los meses de julio y agosto suelen predisponer a conductas peligrosas y cada año hay casos de personas que, por calefaccionar un ambiente, terminan intoxicados con monóxido de carbono, un gas que en muchos casos causa la muerte.
Este año ya se registraron numerosos eventos con víctimas fatales a nivel nacional y Salta no fue la excepción. El domingo, un hombre que se durmió con un brasero encendido perdió la vida en Limache.
El monóxido de carbono es un gas altamente venenoso, imposible de percibir porque no tiene color, olor ni sabor y no irrita las mucosas. Una vez inhalado, se combina con la hemoglobina de la sangre a través de los pulmones e impide que el oxígeno llegue a los órganos vitales.
Una de las principales causas de la emanación de monóxido de carbono es el mal estado de los artefactos a gas o de sus instalaciones. Algunos de estos defectos son, por ejemplo, roturas u obstrucciones en los conductos de evacuación de los gases de la combustión y la instalación de artefactos a gas en lugares inadecuados.
También la insuficiente ventilación de los ambientes en donde hay una combustión pueden llevar a trastornos irreversibles en la salud y hasta a resultados fatales.
Ante esta situación, el subsecretario de Prevención y Emergencias de la Municipalidad, Nicolás Kripper, recomendó a los vecinos una serie de medidas a tener en cuanta para evitar accidentes.
En la misma línea, Kripper destacó que el organismo que tiene a cargo dicta capacitaciones permanentemente en escuelas para brindar las herramientas que permitan a los alumnos evitar conductas inseguras e, incluso, compartir esos conocimientos en el hogar.
"Cada muerte como consecuencia de una intoxicación con monóxido de carbono duele, porque hay cuestiones muy básicas con las que podrían prevenirse estas fatalidades", señaló el subsecretario de Prevención y Emergencias.
El funcionario municipal destacó la importancia de "no dormir con brasero, no cerrar herméticamente la casa, si se cuenta con artefacto a gas verificar que la llama sea azul y realizar controles periódicos con un gasista matriculado".
"En los edificios hay que controlar además el buen funcionamiento de las calderas", agregó.
"Otra costumbre que hay que desalentar -advirtió- es la de encender el auto con el garaje cerrado para ir calentándolo porque ese gas también intoxica severamente", advirtió.
Si se calefacciona con aparatos eléctricos, aconsejó "controlar las instalaciones porque tienen alto nivel de consumo y evitar el uso de prolongadores. Se deben leer cuidadosamente las instrucciones de los artefactos y enchufarlos directamente en los tomacorriente de la pared", indicó.
El riesgo de prender braseros
El subsecretario de Prevención y Emergencias de la Municipalidad, Nicolás Kripper, insistió en que no se deben utilizar braseros pero admitió que aún mucha gente lo hace y, para estos casos, remarcó que es fundamental extremar la precaución.
Dijo que, en caso de usarlos, se deben "colocar pocas brasas, encenderlos en un ambiente abierto y, recién cuando las brasas están blancas, introducirlos en el lugar que se quiere calentar. Si se sale de la casa, aunque sea por unos minutos, hay que llevar el brasero nuevamente al exterior y apagar las brasas". Estos artefactos no solo implican riesgos de intoxicación sino que también ponen a los chicos en peligro de quemarse.
Finalmente, el funcionario advirtió que "nunca se deben usar el horno ni las hornallas para calefaccionar el hogar" y que hay que abrir al menos una vez al día puertas y ventanas para renovar el oxígeno.