Desde ayer, la garrafa de 10 kilos se comercializa a 340 pesos en más de 40 puntos de distribución y en las plantas fraccionadoras y distribuidoras de Gas Licuado de Petróleo (GLP) de todo el país.
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Desde ayer, la garrafa de 10 kilos se comercializa a 340 pesos en más de 40 puntos de distribución y en las plantas fraccionadoras y distribuidoras de Gas Licuado de Petróleo (GLP) de todo el país.
Esta es la cuarta suba en lo que va del año, y en tan solo seis meses este insumo elemental para las familias acumula un incremento del 51,2 por ciento; porcentaje que está muy por encima de la inflación.
El nuevo monto fue dispuesto por la Subsecretaría de Hidrocarburos y Combustible, del Ministerio de Hacienda de Nación, a través de la decisión 104/2019 para el precio de la denominada garrafa social.
En tanto que el secretario de Participación Ciudadana, Horacio Sansone, informó que los beneficiarios del Programa Hogar cobrarán desde este mes el valor de $183 por envase en concepto de subsidio para su compra.
Reciben este beneficio las personas inscriptas en Anses, organismo donde se debe realizar el trámite correspondiente.
En la disposición 104/2019 también se indica una suba del subsidio del Plan Hogar a $183.
En la ciudad de Salta, las plantas fraccionadoras ya actualizaron los precios y en Amarilla Gas, de la ruta nacional 68, antes de llegar a Cerrillos, desde ayer ya se vendía la garrafa de 10 kilos a 340 pesos, la de 15 kilos a 510 pesos y la de 45 kilos a 2.200 pesos.
La firma calcula un stock de 120 garrafas diarias por lo que su demanda se mantiene abastecida.
En tanto que en Vari Gas, de la ruta provincial 26, ayer vendían el envase de 10 kilos a 330 pesos. En ambas empresas la suba fue de 10 pesos. Si bien no es significativo, la evolución del incremento desde que asumió el actual Gobierno nacional es impresionante.
En 2015, la garrafa social de 10 kilos costaba 97 pesos en la provincia. En ese momento se recibía un subsidio de 77 pesos por cada garrafa, por lo que la gente pagaba de su bolsillo solo 20 pesos. En la presidencia de Macri, el incremento del valor de la garrafa es de más del 350 por ciento.
Hoy se llega a pagar hasta 500 pesos en los barrios más alejados de la ciudad, lo cual resulta una paradoja por lo injusto del sistema de comercialización, ya que en los lugares con menos recursos económicos es donde más caro se cobre por el combustible.
Los propietarios de las camionetas y camiones que llegan a las plantas distribuidoras y cargan sus cajas de garrafas para salir a venderlas por los barrios tienen el destino indefectible de aumentar los precios de lo que llevan.
El aumento de ayer tiene doble argumento.
Por un lado subieron las garrafas y por el otro el gasoil. Entonces llegan muy caro a los comerciantes de los barrios que también le agregan la ganancia. El resultado es que en los quioscos de Salta las garrafas arrancan desde los 350 pesos y superan los 500 pesos.
En Salta 44 mil familias están adheridas al programa Hogar y también sufrieron un golpe duro al bolsillo. El subsidio del Programa Hogar tuvo un incremento del 5,17%, pasando de los 174 pesos a los 183 pesos desde julio por cada garrafa.
Ese monto cubre actualmente un 53% del valor final de la garrafa social. O sea, alguien que recibe un subsidio debe aportar 157 pesos más para pagar el precio total.
En mayo de 2018 el precio de la garrafa era de 215 pesos y el subsidio llegaba a 152 pesos, o sea se cubría el 70 por ciento del valor del gas envasado.
Para comprar en las plantas fraccionadoras los horarios son de lunes a viernes de 8 a 19, y los sábados de 8 a 12.
Siempre es recomendable llegar lo más temprano posible porque las firmas manejan un stock fijo de garrafas.
Cuestionan el traslado
Durante la semana pasada, la Comisión de Servicios Públicos del Concejo Deliberante capitalino había recibido a representantes de las firmas “Vari Gas Salta” e “Híper Gas Salta” por el pedido de un grupo de vecinos para trasladar las plantas más lejos de las urbanizaciones del sudeste.
Sin embargo, ayer la gran cantidad de compradores que se acercaban a las plantas manifestaron su disconformidad con lo que se estaba discutiendo.
Para muchos, las plantas ya están bastantes lejos para llegar a comprar.
La gran mayoría llegan en bicicletas y muchas mujeres llevan las garrafas en los coches de los bebés.
Para dar un ejemplo, en el barrio Las Tunas, a menos de 2 kilómetros de la planta la garrafa se vende a 450 pesos y los vecinos prefieren caminar por la ruta para ahorrarse más de 100 pesos. Si las trasladan, quedarán a manos de los comerciantes que podrán el precio que quieran; incrementando inclusive por la distancia a donde las ubiquen.
Para muchos vecinos de todo el sudeste, la zona más castigada por la crisis económica, no es nada bueno el proyecto de traslado de las plantas.