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Ana María Franchi: "Queremos federalizar el Conicet"

La presidenta del Conicet traza los principales ejes que abordará su gestión. 
Domingo, 19 de enero de 2020 12:42

La flamante presidenta del Conicet, Ana María Franchi, afirmó que federalizar ese organismo para que no exista concentración solo en las grandes ciudades y bajar la ciencia al territorio, una acción que permite resolver los problemas del país, serán parte de las tareas de su gestión, además de resolver urgencias vinculadas al ingreso de investigadores.
“Tenemos ciertas deudas o cambios que queremos generar al interior del Conicet, por ejemplo, cómo se evalúan a las y los investigadores, y también la federalización del organismo”, indicó Franchi.
La titular del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, que además es investigadora superior en el área de Química Biológica y preside la Red de Género, Ciencia y Tecnología, explicó que la mayoría de los investigadores están concentrados en la zona metropolitana de Buenos Aires y en las grandes ciudades de algunas provincias (Córdoba, Santa Fe, Mendoza, etc.).
Pero resaltó que “la idea es que exista un Conicet federalizado que le permita a los investigadores contar con un respaldo integral”.
“No se trata de mandar solo a alguien a algún lugar, sino de respaldarlo con un grupo de investigación, un subsidio o un equipamiento, y de hablar con gobiernos provinciales y municipales para preguntarles qué temáticas les interesa abordar”, remarcó.
Por otro lado, dijo que otra de las tareas del organismo será “bajar la ciencia al territorio” para “estar en la calle y así resolver los problemas de la sociedad, que pueden ser cotidianos o con mucho tiempo de no ser resueltos”.
“El Conicet, que tiene más de 60 años, es una institución que hace ciencia básica de alto nivel y es competitivo. Pero hay otra parte que tiene que ver con una ciencia que pueda ayudar a resolver problemas en un montón de áreas”, planteó.
En esta línea, puntualizó que el ministerio ahora se llama “de Ciencia, Tecnología e Innovación”, lo que alude no solo a lo productivo sino también a lo ambiental y social.
“Tanto acá como en el ministerio (de Ciencia y Tecnología) que dirige Roberto Salvarezza ya tuvimos reuniones con ministerios, y han venido con diferentes demandas desde municipios hasta empresas públicas y privadas”, remarcó.
Tomando al Conicet como motor de crecimiento del país, Franchi señaló que el organismo puede contribuir a que los “productos que se hagan en Argentina tengan un mayor valor agregado, útil tanto para el mercado interno como para la exportación”, aunque también destacó que otro eje de contribución pueden ser los proyectos de salud, entre otros.
“Hay cosas que parecen chiquititas, pero por ejemplo para una comunidad que produce algo de forma artesanal -un alimento o una artesanía- podemos ayudar en cómo puede venderlo o hacerlo más eficiente”, expresó.
Franchi destacó que el diálogo y trabajo en conjunto será una constante en su labor y el rol de las “universidades nacionales como socios naturales” del Conicet.
Más allá de este trabajo, enfatizó en las urgencias del organismo, como el reciente anuncio de un incremento en las becas para investigaciones doctorales (de 29.817 a 45.430 pesos) y posdoctorales (de 36.752 a 54.833 pesos) para junio próximo; y el porcentaje de ingreso de investigadores y personal de apoyo a la institución.
“El porcentaje de ingresos de investigadores durante el macrismo fue muy bajo: el año pasado solo entraron el 17% de los postulados, y en ciertas áreas como las de ciencias sociales fue de entre el 5% y 7%”, resaltó.
Sostuvo que esos investigadores “o se van del sistema o se van de Argentina, y eso ha sido un desperdicio para sus historias personales, para el país, para los grupos donde iban a ingresar”, por lo que recalcó que una de las urgencias será resolver esa cuestión.
Franchi dijo que en los últimos años no solo se “ha deteriorado mucho la situación de los investigadores desde el punto de vista salarial, sino también desde los subsidios y la modernización de los equipamientos”.
“Tenemos unidades ejecutoras que están en una situación en la que se les dificulta pagar los servicios y además tienen problemas edilicios”, contó.
La directiva resumió que para concretar todas esas labores se necesita tiempo y trabajo, más allá de la cuestión presupuestaria, así como responsabilidad en la difusión y un compromiso de la comunidad científica para que no haya discriminación de género.
“Si bien necesitamos apoyo de la sociedad, creo que también nosotras y nosotros tenemos que mostrar para qué estamos, para qué sirve el Conicet, y demostrar que los investigadores e investigadoras pueden estar al lado tuyo resolviéndote un problema”; dijo.

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La flamante presidenta del Conicet, Ana María Franchi, afirmó que federalizar ese organismo para que no exista concentración solo en las grandes ciudades y bajar la ciencia al territorio, una acción que permite resolver los problemas del país, serán parte de las tareas de su gestión, además de resolver urgencias vinculadas al ingreso de investigadores.
“Tenemos ciertas deudas o cambios que queremos generar al interior del Conicet, por ejemplo, cómo se evalúan a las y los investigadores, y también la federalización del organismo”, indicó Franchi.
La titular del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, que además es investigadora superior en el área de Química Biológica y preside la Red de Género, Ciencia y Tecnología, explicó que la mayoría de los investigadores están concentrados en la zona metropolitana de Buenos Aires y en las grandes ciudades de algunas provincias (Córdoba, Santa Fe, Mendoza, etc.).
Pero resaltó que “la idea es que exista un Conicet federalizado que le permita a los investigadores contar con un respaldo integral”.
“No se trata de mandar solo a alguien a algún lugar, sino de respaldarlo con un grupo de investigación, un subsidio o un equipamiento, y de hablar con gobiernos provinciales y municipales para preguntarles qué temáticas les interesa abordar”, remarcó.
Por otro lado, dijo que otra de las tareas del organismo será “bajar la ciencia al territorio” para “estar en la calle y así resolver los problemas de la sociedad, que pueden ser cotidianos o con mucho tiempo de no ser resueltos”.
“El Conicet, que tiene más de 60 años, es una institución que hace ciencia básica de alto nivel y es competitivo. Pero hay otra parte que tiene que ver con una ciencia que pueda ayudar a resolver problemas en un montón de áreas”, planteó.
En esta línea, puntualizó que el ministerio ahora se llama “de Ciencia, Tecnología e Innovación”, lo que alude no solo a lo productivo sino también a lo ambiental y social.
“Tanto acá como en el ministerio (de Ciencia y Tecnología) que dirige Roberto Salvarezza ya tuvimos reuniones con ministerios, y han venido con diferentes demandas desde municipios hasta empresas públicas y privadas”, remarcó.
Tomando al Conicet como motor de crecimiento del país, Franchi señaló que el organismo puede contribuir a que los “productos que se hagan en Argentina tengan un mayor valor agregado, útil tanto para el mercado interno como para la exportación”, aunque también destacó que otro eje de contribución pueden ser los proyectos de salud, entre otros.
“Hay cosas que parecen chiquititas, pero por ejemplo para una comunidad que produce algo de forma artesanal -un alimento o una artesanía- podemos ayudar en cómo puede venderlo o hacerlo más eficiente”, expresó.
Franchi destacó que el diálogo y trabajo en conjunto será una constante en su labor y el rol de las “universidades nacionales como socios naturales” del Conicet.
Más allá de este trabajo, enfatizó en las urgencias del organismo, como el reciente anuncio de un incremento en las becas para investigaciones doctorales (de 29.817 a 45.430 pesos) y posdoctorales (de 36.752 a 54.833 pesos) para junio próximo; y el porcentaje de ingreso de investigadores y personal de apoyo a la institución.
“El porcentaje de ingresos de investigadores durante el macrismo fue muy bajo: el año pasado solo entraron el 17% de los postulados, y en ciertas áreas como las de ciencias sociales fue de entre el 5% y 7%”, resaltó.
Sostuvo que esos investigadores “o se van del sistema o se van de Argentina, y eso ha sido un desperdicio para sus historias personales, para el país, para los grupos donde iban a ingresar”, por lo que recalcó que una de las urgencias será resolver esa cuestión.
Franchi dijo que en los últimos años no solo se “ha deteriorado mucho la situación de los investigadores desde el punto de vista salarial, sino también desde los subsidios y la modernización de los equipamientos”.
“Tenemos unidades ejecutoras que están en una situación en la que se les dificulta pagar los servicios y además tienen problemas edilicios”, contó.
La directiva resumió que para concretar todas esas labores se necesita tiempo y trabajo, más allá de la cuestión presupuestaria, así como responsabilidad en la difusión y un compromiso de la comunidad científica para que no haya discriminación de género.
“Si bien necesitamos apoyo de la sociedad, creo que también nosotras y nosotros tenemos que mostrar para qué estamos, para qué sirve el Conicet, y demostrar que los investigadores e investigadoras pueden estar al lado tuyo resolviéndote un problema”; dijo.

Cuestión de género

La discriminación a mujeres, su menor presencia en conferencias, el acoso y la poca representación en puestos directivos son algunas de las problemáticas de género dentro de la comunidad científica, evaluó Franchi, quien resaltó que seguirá trabajando para abordar esas cuestiones.
“Si bien en el Conicet la mayoría de investigadoras y becarias son mujeres, están subrepresentadas en los lugares de gestión”, afirmó.
“Soy la segunda mujer presidenta del Conicet en 62 años, y de ocho gerencias solo una es mujer”, indicó la directiva.
Además, dijo que también existen cuestiones vinculadas con que las mujeres “no tienen las mismas posibilidades que un varón cuando encaran una carrera científica, y que siempre hay mucho esfuerzo de su parte”.
“Las primeras científicas de renombre sacrificaron mucho su vida personal, por lo que hay que tener oportunidades y facilidades para que ahora no retrasen su carrera científica, por ejemplo al momento de la maternidad”, ejemplificó.
En esa línea, dijo que hay muchas deudas pendientes como los jardines maternales y las licencias que a veces no son suficientes.
“También está la posibilidad de otorgar becas más cortas, porque una mujer suele tener una carga familiar, que pueden ser los hijos o los padres”, explicó Franchi.
La directiva del Conicet expresó que está demostrado que “se invita a menos mujeres a las conferencias, y por lo tanto son menos conocidas y sus carreras no avanzan igual que la de un varón”.
Además de la problemática del acoso, Franchi sostuvo que “hay estudios que demuestran que las mujeres son menos citadas que los hombres en las investigaciones” y que “cuando una mujer manda un paper tardan más en evaluarlo”.
“También hay un detalle, que hasta a mí a veces me pasa y se supone que tengo conciencia de género, y es que ves las iniciales en una investigación y pensás automáticamente que es un varón. Pero después de la conferencia o buscando la foto nos damos cuenta de que es una mujer”, contó.
Por esas cuestiones, sostuvo que seguirá trabajando para resolver estos ejes, como lo hace desde 1986 y junto a un equipo con la red que preside.
Franchi afirmó también la necesidad de que exista un “compromiso de la comunidad científica para que no haya más discriminación de género”.

</SUBTITULO>Valor a las ciencias sociales
La presidenta del Conicet destacó la importancia de las ciencias sociales, a las cuales se refirió como “muy maltratadas en los últimos años”, y afirmó que desde el organismo que preside las volverán a poner en valor.
“A veces se quiere hacer parecer que las ciencias sociales solo pueden investigar pocas cosas, o que cuando imaginamos a un investigador solo lo vemos como hombre con un guardapolvo en un laboratorio con tubos de ensayo”, describió.
Sin embargo, recalcó que las “ciencias sociales son necesarias” en innumerables temáticas que abarcan desde “el hambre y la pobreza” hasta los movimientos migrantes.
“Hay un montón de lugares donde parece que solo tienen que ir investigadores de las llamadas ciencias duras o las ingenierías”, citó la directiva en tono crítico.
Por ejemplo, citó el caso de los proyectos mineros y su impacto en sociedades pequeñas: “Qué puede pasar en ese lugar, quién lo va a investigar, y ahí tenemos a los sociólogos, antropólogos”.
“Llegar a los lugares y ver la realidad de la población, si puede haber un impacto negativo: ahí están las ciencias sociales”, expresó Franchi, y agregó: “Ni hablar de los temas vinculados con el hambre y la pobreza”.
 

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