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Pocas esperanzas: la mirada desde Salta sobre la crisis económica

La opinión de Lucas Dapena, Julio Moreno y Álvaro Pérez.
Domingo, 25 de octubre de 2020 02:20

Hay dos palabras que repiten los economistas afines, críticos o imparciales frente al actual Gobierno nacional: incertidumbre y desconfianza. Cualquier análisis de la desesperante situación económica del país sería imposible si no se incluyen esos sentimientos (a los que hay que agregar la coyuntura de la pandemia), que marcan cuáles son las pobres expectativas que tienen los especialistas sobre una eventual salida a la crisis. La realidad se impone más allá de posturas pesimistas o alentadoras.

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Hay dos palabras que repiten los economistas afines, críticos o imparciales frente al actual Gobierno nacional: incertidumbre y desconfianza. Cualquier análisis de la desesperante situación económica del país sería imposible si no se incluyen esos sentimientos (a los que hay que agregar la coyuntura de la pandemia), que marcan cuáles son las pobres expectativas que tienen los especialistas sobre una eventual salida a la crisis. La realidad se impone más allá de posturas pesimistas o alentadoras.

Esa realidad, que se viene configurando desde hace casi tres años, preocupa mucho más en provincias postergadas como Salta, donde los desbalances de la macroeconomía repercuten en la forma de mayor pobreza y desigualdad que en los distritos centrales.

Consultados por El Tribuno, los economistas salteños Lucas Dapena, Julio Moreno (diputado provincial)y Álvaro Pérez coincidieron en que aún no se vislumbra si la degradación de la economía llegó a un piso y que lo peor que puede pasar es que no se haga nada, o más de lo mismo, para no seguir descendiendo escalones en vez de subirlos.

"El mercado en general está esperando un desenlace. Hay una máxima en finanzas que dice que cuando no se corrigen las condiciones, el mercado ajusta en el peor momento y de la peor manera. Cuando eso pasa lo tenemos que ver desde un punto de vista social, donde más consecuencias hay. El ejemplo más claro es el 2001 y 2002", advirtió Dapena.

"En este fin de año va a seguir el clima de incertidumbre, no hay que olvidarse que es cuando se exacerban los problemas sociales. Todo está subiendo con la incertidumbre. La economía está en un estado calamitoso y si el Gobierno no reacciona se puede generar un conflicto bastante serio", compartió Moreno.

"Este gobierno está muy errático en sus decisiones, aplica las mismas recetas que se aplicaron muchas veces en el país y que nos han llevado a tener a la mitad de la población bajo la línea de la pobreza. No veo nada positivo", lamentó Pérez.

El dólar

El movimiento en el mercado cambiario, formal e informal, en Argentina actúa como un indicador de lo que sucede en la economía en general.

"Hay un exceso de emisión de pesos que en algún momento va a terminar pegando duro en la inflación y eso se ve en la presión sobre el dólar", resumió Lucas Dapena.

"Estamos en un esquema de inflación, en muchos casos recesión, y por supuesto con la gran corrida del dólar que no tiene techo por una falta de confianza en el plan económico. Quiero creer que el Gobierno está esperando hacer un plan ya con un presupuesto y cuando el FMI le habilite algún dinero para poder tener reserva y sujetar el valor del precio del valor dólar", dijo Julio Moreno.

Más drástico fue Álvaro Pérez, cuya especialidad es la consultoría a inversores privados. Admitió que la recomendación que les hace a sus clientes no puede ser otra que resguardarse como puedan con el dólar.

"La recomendación no cambió con relación a lo que fue desde un poco antes de las PASO", dijo el contador.

Poco margen de acción para la Provincia

El combo de recesión económica y pandemia del COVID-19 dejó a los gobiernos provinciales que tienen alta dependencia de los recursos que gira la Nación con muy poco margen de acción para poder establecer un rumbo de salida a la deplorable actualidad. Alrededor del 75% de los gastos del Estado salteño, por cierto, provienen de los aportes nacionales.

"La gran dependencia del Gobierno nacional hace que tengamos que bailar con la misma música de ellos, con el agravante de la cantidad de deuda que tenemos en dólares y que todavía no la hemos refinanciado, justamente porque ningún acreedor sabe cómo se le va a pagar en las actuales condiciones", explicó Julio Moreno.

En ese sentido, Dapena criticó la demora en la reestructuración de la deuda pública salteña (la de moneda extranjera suma US$388 millones).

"Si se hubiera reestructurado la deuda a principios de año, se podría haber ahorrado una cantidad de dinero suficiente como para hacer un plan de apoyo muy fuerte al sector económico privado salteño, sobre todo en los sectores más vulnerables", dijo el economista.

"En su momento faltó profesionalismo para endeudarse, porque no había que endeudarse en dólares, menos en una provincia con las condiciones como las de Salta y ahora estamos pagando las consecuencias todos los salteños", afirmó.

Sostuvo, además, que fue un "error" no contar este año con un presupuesto provincial, "esto, más allá de que la Nación no tenga presupuesto, porque las estimaciones de los ingresos nacionales igual se pueden hacer", señaló Dapena.

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