Es una nueva propuesta nacional con un gran talento artístico, que se filmó íntegramente en cuarentena y propone un nuevo modelo de ficción en esta búsqueda de reinventar la industria tal cual la conocemos. Producida por Little Bull y creada por el cineasta de vanguardia Leo Damario, promete ser auténtica y transgresora ya que se trata de una historia de super acción.
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Es una nueva propuesta nacional con un gran talento artístico, que se filmó íntegramente en cuarentena y propone un nuevo modelo de ficción en esta búsqueda de reinventar la industria tal cual la conocemos. Producida por Little Bull y creada por el cineasta de vanguardia Leo Damario, promete ser auténtica y transgresora ya que se trata de una historia de super acción.
Creada de manera artesanal y con mucho detalle, Victoria (Cecilia Peckaitis), no solo es psicóloga especializada en vínculos de parejas sino también es una superheroína. Las terapias de pareja pueden resultar positivas para el reencuentro de las personas en cuestión o pueden significar un paso cercano al abismo. Lo cierto es que muchas veces una voz externa puede resultar útil a la hora de encauzar o terminar un vínculo.
El caso de Victoria resulta por lo más interesante: es una mujer llena de misterio casi con poder que desarrolla una extraña forma de llevar a cabo la terapia.
Muy pocas veces hemos visto este tipo de historia donde una mujer con superpoderes intenta hacer justicia con sus propios métodos. La historia conquistó a muchos actores y actrices que decidieron sumarse a este ambicioso proyecto grabado en cuarentena convirtiéndose en la primera lockdown fiction del país.
Participan Benjamín Vicuña, Natalie Pérez, Carlos Belloso, Emilia Attias, Rafael Spregelburd, Alberto Ajaka, Inés Estevez, Favio Posca, Muriel Santana, Delfina Cháves, Flor Torrente, Marcelo D’Andrea y Señorita Bimbo. Además, contó con la participación especial de Andrés Calamaro y música de Charly García.
Filmación artesanal
Uno de los grandes desafíos fueron las puestas de cámara, considerando el contexto de cuarentena en la que fue filmado. Por eso se tuvo en cuenta mucho la fotografía y planos cortos que permitieron grabar a los actores por separado para luego ensamblar las distintas escenas. Se filmó desde balcones, a una cuadra de distancia y desde edificios que estaban enfrentados para poder respetar las restricciones que implicaban el aislamiento obligatorio de la cuarentena. Justamente la utilización del teleobjetivo, un recurso muy usado en la década del 70.