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Doble vida: József Szájer, el eurodiputado antigay sorprendido en una orgía homosexual

El húngaro defendía posiciones contrarias a los derechos LGTBIQ mientras escondía su orientación sexual y participaba en orgías sin protección.
Sabado, 05 de diciembre de 2020 19:14

Cuentan en Budapest que más allá del miedo y la angustia inicial, la semana pasada József Szájer se quitó un peso de encima. Szájer, abogado húngaro de 59 años, fundador del Fidesz, el todopoderoso partido de Viktor Orban, eurodiputado desde 2004 y el hombre que redactó en su iPad la Constitución de 2011, fue detenido por la Policía mientras escapaba de una orgía gay. Tenía las manos ensangrentadas, tenía éxtasis en su mochila y tuvo inmediatamente claro que su vida, tal y como la conocía, había terminado para siempre.

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Cuentan en Budapest que más allá del miedo y la angustia inicial, la semana pasada József Szájer se quitó un peso de encima. Szájer, abogado húngaro de 59 años, fundador del Fidesz, el todopoderoso partido de Viktor Orban, eurodiputado desde 2004 y el hombre que redactó en su iPad la Constitución de 2011, fue detenido por la Policía mientras escapaba de una orgía gay. Tenía las manos ensangrentadas, tenía éxtasis en su mochila y tuvo inmediatamente claro que su vida, tal y como la conocía, había terminado para siempre.

En cuestión de horas dejó su banca, de una manera muy discreta. Dos días más tarde, sin embargo, se convirtió en el protagonista de la actualidad en Europa. Su cara estaba en todos los periódico y telediarios. Su orientación sexual, sus exóticos gustos, su afición por las orgías, su secreto durante décadas, era lo único de lo que se hablaba y se habla. Orban, el amigo fiel con el que come o cena cada vez que se cruzan en la misma ciudad, le forzó a dejar el partido y condenó sus actos. Sus amigos admitieron que sabían sus preferencias y que, desde hace 15 años, su matrimonio a distancia era poco más que una tapadera.

Szájer es hoy el paradigma de la hipocresía y la incoherencia. De día redactaba la Constitución que hace imposible el matrimonio homosexual y defendía, invocando la familia tradicional y los valores cristianos, los desmanes del Gobierno de Orban, que cada semana estrecha el cerco sobre el colectivo LGBTIQ. De noche, orgías con más de 20 hombres, sin protección, con alcohol, drogas y ninguna seguridad. En una vida era padre de familia, casado desde 1983 con Tünde Handó, la ex presidenta del Consejo General del Poder Judicial y miembro ahora del Tribunal Constitucional. En la otra, un habitual de las fiestas de sexo grupal, incluso en su propia casa.

El organizador de la orgía más famosa en todo el planeta, David Manzheley, ha asegurado esta semana que no conocía al eurodiputado "de la barba", que era la primera vez que acudía, pero que como agradecimiento Szájer le había devuelvo la invitación para otro evento similar en la suya el 12 de diciembre. La Policía, alertada por "organizadores de orgías rivales", según ha denunciado Manzheley, irrumpió en el céntrico piso e identificó al menos a dos jóvenes diplomáticos. Uno de ellos, estonio, según ha anunciado el Ministerio de Exteriores de su país. La identidad del resto no se conoce.

El organizador se ha convertido en una pequeña celebridad. Ha concedido decenas de entrevistas, cada cual más surrealista. Es un joven checo y dice que los húngaros y polacos, incluyendo decenas de políticos, funcionarios y diplomáticos, son los habituales de sus eventos masivos, con hasta 100 personas. Las normas son claras: todos desnudos, nadie puede mirar y no se aceptan preservativos.

Pero la historia ha dado ya varios giros. Los servicios de inteligencia húngaros, intentando desacreditar, insinúan que todo es un montaje para presionar a Hungría en Bruselas. En Polonia, los medios han publicado que Manzheley, cuyo nombre real sería Przemysaw P. tiene una orden de busca y captura por fraude, pero él afirma no tener nada que ver, y considera que tratan de desacreditarle por decir que hay personalidades polacas en sus orgías.

La orientación de Szájer no eran un secreto en su partido, pero mientras todo ocurriera en Bruselas y no trascendiera, lo toleraban. "Lo considerábamos algo privado, pero creo que todo el mundo lo sabía", ha dicho István Hegeds, otro de los idealistas que en los 80 y 90 levantaron Fidesz como bastión liberal, antes del giro conservador que caracteriza ahora a la formación. Zsolt Bayer, otro de los fundadores de Fidesz, ha explicado estos días en televisión que su amigo y compañero llevaba décadas "luchando con sus horribles demonios internos".

Hace cinco años, una colega, Klára Ungár, ya había dicho en público que Szájer era gay. Lesbiana y salida del armario hace una década, la primera política en la historia del país, Ungár escribió un post muy encendido en una red social criticando la visión de Viktor Orban y su tendencia a felicitar a los homosexuales que mantenían una vida muy discreta. "¿Qué dicen Szájer y Máté Kocsis sobre esto? Deben estar de acuerdo, se están escondiendo", escribió generando un pequeño escándalo, según recuerda ahora Politico. Kocsis presentó una demanda por difamación, pero él optó por el silencio.

En sus años en Bruselas el ex eurodiputado ha destacado como un feroz defensor de su Gobierno, pero ha mantenido siempre un perfil bajo. Sin buscar la primera línea, trabajando en la sombra para Orban. No deja enemigos, pero tampoco demasiados amigos. Tras dejar el escaño, el partido y varios reconocimientos, dijo en su nota que quiere volver a la vida intelectual, quizás recuperando su puesto de profesor. Sería una sorpresa, pues en Hungría, gracias al marco legal que él creo y el partido del que le acaban de echar, cada vez es más difícil que alguien, salido o sacado del armario, pueda tener una vida normal y conservar ciertos empleos.

FUENTE: EL MUNDO.ES

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